Carta abierta a Fern¨¢ndez Poyato

Con el respeto debido a un vicepresidente ejecutivo de Cajasur, voy a pormenorizar don Antonio algunas cuestiones:

1. Los socialistas, con do?a Magdalena ?lvarez al frente -pues esta se?ora ya era consejera de Econom¨ªa y Hacienda de la Junta de Andaluc¨ªa- entregaron, casi regalaron, la Caja Provincia, que fue absorbida por Cajasur.

Usted sabe, don Antonio, que decir "absorci¨®n" es tanto como decir "compra". No hay realmente una fusi¨®n en este caso, pues Cajasur no pierde su identidad.

2. En la Ley 31/85 de 2 de agosto, la famosa Ley Org¨¢nica de Cajas de Ahorro (LORCA), los socialistas que entonces estaban en el poder central de Madrid reconocieron la singularidad de Cajasur.

Usted y yo nos sabemos de memoria esa ley, sobre todo su cl¨¢usula adicional segunda, ¨¦sa que dice que las cajas de ahorros fundadas por la Iglesia cat¨®lica se regir¨¢n por sus propios estatutos, debiendo tener en todo caso un representante de los dem¨¢s grupos (Diputaci¨®n y Ayuntamiento).

La Junta de Andaluc¨ªa, al desarrollar esa Ley 31/85, hizo un Decreto por el que se atribuy¨® la tutela de las cajas de ahorros fundadas por las instituciones p¨²blicas (diputaciones y ayuntamientos). Pero el decreto auton¨®mico no puede deso¨ªr lo que la mencionada cl¨¢usula adicional establece concretamente para una caja fundada por la Iglesia, como es el caso de Cajasur.

La Ley Financiera recientemente aprobada es respetuosa con lo que sus propios compa?eros socialistas ya hab¨ªan establecido en la LORCA. O sea, lo que el PP ha hecho es respetar lo que el PSOE inici¨®.

3. Dice usted que la Iglesia hace mal en mirar para otro lado en este asunto. Tambi¨¦n dice que el obispo ha sido un hombre decente.

Lo que har¨ªa mal la Iglesia es si renunciara al derecho que la Ley dictada por los socialistas le otorg¨®, en base a unos acuerdos (Concordato) entre Estados.

?Ve usted la maldad que puede haber en una frase cuando habla? Si dice usted "el obispo ha sido un hombre decente", cualquiera puede entender que quiere usted decir que los dem¨¢s no lo son.

4. Dice usted que los trabajadores, los ¨®rganos de gobierno y los clientes de Cajasur est¨¢n viviendo con preocupaci¨®n este momento.

?No vamos a estar preocupados, viendo la forma indecente de actuar de ciertos socialistas cordobeses y sevillanos que usted, con sus manifestaciones p¨²blicas, ampara? Los cordobeses, andaluces y espa?oles sabemos que en el momento en que Cajasur admitiera como entidad fundadora a la Diputaci¨®n, ya no nos amparar¨ªa la mencionada cl¨¢usula y Cajasur dejar¨ªa de ser de C¨®rdoba para integrarse en el sue?o dictatorial de la Caja ?nica de Andaluc¨ªa.

5. Dice usted que don Miguel piensa que hay una conspiraci¨®n contra ¨¦l. Y se extra?a usted de la adhesi¨®n de los trabajadores de Cajasur a su presidente.

Sobre lo primero: ?Que pensar¨ªa usted si tras ganarle nueve demandas seguidas a la Junta de Andaluc¨ªa, siguieran difam¨¢ndole sin fundamento, insult¨¢ndole a usted y a sus colaboradores m¨¢s cercanos, diciendo las horrorosas mentiras que sus correligionarios de partido sacan a diario en los peri¨®dicos contra personas tan honorables como los directivos de Cajasur?

Sobre lo segundo: algo tendr¨¢ el agua, se?or Fern¨¢ndez, cuando la bendicen. Mire usted, yo le puse una demanda al se?or presidente de la Caja Provincial. Es decir, a m¨ª no se me puede tachar de "pelotas" ni de que ando tras el que manda. Y siendo yo as¨ª, respond¨®n y medio valiente, resulta que admiro profundamente a don Miguel Castillejo.