Una di¨®cesis demanda al arzobispado de Boston por encubrir a un cura pederasta

La Iglesia cat¨®lica de Estados Unidos vive un cisma legal por problemas de dinero. ?Qui¨¦n tiene que pagar por los pecados ajenos? La di¨®cesis de San Bernardino, en California, no cree que deba ser ella la que asuma la responsabilidad econ¨®mica por la "mala conducta" de la di¨®cesis de Boston, y la ha demandado, en una acci¨®n sin precedentes en la historia eclesi¨¢stica, por "falsificaci¨®n, supresi¨®n de informaci¨®n y negligencia" al enviarle un sacerdote pederasta.

La jerarqu¨ªa de Boston no s¨®lo ocult¨® las 30 acusaciones que pesaban contra el ex cura Paul Shanley, sino que adem¨¢s escribi¨® una carta en enero de 1990 recomend¨¢ndole en estos t¨¦rminos: "Podemos asegurarles que el padre Shanley no tiene ning¨²n problema que le pueda preocupar a su di¨®cesis". En menos de tres a?os el obispado de San Bernardino descubri¨® la realidad, suspendi¨® a Shanley, y guard¨® el secreto, como era entonces habitual hacer con ese tipo de casos. Pero el esc¨¢ndalo de pederastia de Boston lo destap¨® una de las v¨ªctimas que decidi¨® recientemente poner un pleito a la di¨®cesis de San Bernardino solicitando una indemnizaci¨®n.

La di¨®cesis opt¨® por defenderse transfiriendo la culpa a la de Boston, en lo que jur¨ªdicamente se conoce en EE UU como una "denuncia cruzada". El abogado de la defensa, Bill Lemann, afirma que se "han visto forzados a acudir a los tribunales; que sean los jueces los que determinen qui¨¦n es responsable".

La pelea jur¨ªdica, sin embargo, revela una gran discordia en el seno de la Iglesia norteamericana, en momentos en que trata de enmendar el enorme da?o causado por los abusos sexuales del clero. Parece que la pol¨ªtica actual es "s¨¢lvese quien pueda", se?ala el sacerdote Thomas Reese, editor de la revista cat¨®lica Am¨¦rica.

De ser as¨ª, afirma el te¨®logo de la Universidad de Boston Stephen Pope, la herida es m¨¢s profunda de lo que han admitido y refleja adem¨¢s que la Iglesia antepone las finanzas a la compasi¨®n y, a¨²n m¨¢s, a la propia doctrina de la unidad.

La di¨®cesis demandante no ve contradicci¨®n entre su acci¨®n y el precepto de que la Iglesia debe "ser una en Cristo". El sacerdote portavoz de San Bernardino, Howard Lincoln, asegura que la motivaci¨®n es m¨¢s mundana: "S¨®lo tenemos un mill¨®n de d¨®lares y pagar una gran indemnizaci¨®n nos quebrar¨ªa y nos forzar¨ªa a cortar las labores de caridad, a cerrar los colegios y a cancelar la construcci¨®n de nuevas iglesias, y no creemos que nuestros feligreses tengan que cargar con las atrocidades que cometi¨® Shanley".