Realmente incre¨ªble

Son las 20.45 y en el informativo acabo de ver la imagen de un soldado estadounidense subido a un carro de combate. De repente, el individuo lanza un mensaje al resto de las tropas que se hallan a su alrededor. Gritando como un poseso dice: "El momento de la muerte y la destrucci¨®n ha llegado...". El energ¨²meno sonr¨ªe satisfecho, mientras el resto de dementes corean la frase. Es normal la reacci¨®n, se encuentran satisfechos porque ¨¦sta es una "guerra justa", se trata de liberal al pueblo oprimido y v¨ªctima del tirano.

Me imagino que tambi¨¦n encontrar¨¢n justificable el bombardeo con bombas de racimo, porque al fin y al cabo estos artefactos no son de destrucci¨®n masiva, pues hay que pensar que no todas explotan, algunas de ellas se quedan bajo el suelo y simplemente se convierten en minas, as¨ª que de masivo nada de nada. Al fin y al cabo, quien no quiera que le estalle una, lo tiene muy f¨¢cil, "que no la pise".

Adem¨¢s, el pueblo iraqu¨ª no tiene de qu¨¦ preocuparse, porque dentro de poco el T¨ªo Sam velar¨¢ por ¨¦l. La vida a partir de que USA gobierne su colonia de Irak ser¨¢ id¨ªlica, los problemas para el pueblo habr¨¢n finalizado. Y los muertos simplemente ser¨¢n pura estad¨ªstica.

Con el temor de que se me considere malvada, me gustar¨ªa que el soldado al que he hecho referencia al principio de mi escrito, formara parte de la citada estad¨ªstica. O como se dice por aqu¨ª: "Que a cada cerdo le toque su San Mart¨ªn".