Europa exige su papel en el nuevo Irak
La UE quiere una reconstrucci¨®n encabezada por la ONU y que no excluya a ning¨²n pa¨ªs
Europa quiere estar presente en la reconstrucci¨®n de Irak, pero desea hacerlo bajo dos premisas: que la ONU tenga un papel protagonista y que no haya exclusiones de ning¨²n tipo para cualquier pa¨ªs que quiera participar. ?sta, fue la principal conclusi¨®n a la que llegaron ayer los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la UE (Ecofin) reunidos en Vouliagmeni, cerca de Atenas, en el primer debate de los Quince sobre las consecuencias econ¨®micas de la invasi¨®n y el papel de la Uni¨®n en la era post-Sadam.
La pretensi¨®n europea, sin embargo, no cuenta con el visto bueno de EE UU y la negociaci¨®n para encontrar una postura com¨²n ser¨¢ dif¨ªcil. El mi¨¦rcoles pasado, durante una visita a Bruselas, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, ya avis¨® que ser¨¢ su pa¨ªs el que tendr¨¢ el papel central en la reconstrucci¨®n. Y el viernes, el Congreso estadounidense solicit¨® que no se permita a empresas de Alemania y Francia, as¨ª como de Rusia y Siria participar de ese proceso.
El debate sobre el papel de la UE en el futuro de Irak se produjo ayer durante un restringido desayuno de trabajo (ministros sin colaboradores) y, seg¨²n personas que conocieron su contenido, los reunidos llegaron a plantear la posibilidad de utilizar en el futuro fondos comunitarios para la reconstrucci¨®n, al margen de los cien millones de ayuda humanitaria considerada hoy "prioritaria". Alg¨²n participante, como el alem¨¢n Hans Eichel, hizo referencia a la mala situaci¨®n econ¨®mica de su pa¨ªs a la hora de abordar proyectos de semejante envergadura.
Actuaci¨®n coordinada
En la discusi¨®n, los ministros destacaron la conveniencia de actuar en coordinaci¨®n tanto en ese terreno como ante las consecuencias econ¨®micas de la guerra. En p¨²blico, los ministros fueron prudentes porque la decisi¨®n oficial respecto a la cuesti¨®n iraqu¨ª es pol¨ªtica y corresponder¨¢ a los jefes de Gobierno y a los ministros de Exteriores. A¨²n as¨ª, arrojaron algo m¨¢s que pistas claras. "Hemos tenido un primer intercambio sobre la reconstrucci¨®n y discutiremos el tema en nuestras pr¨®ximas reuniones", coment¨® el presidente de turno del Ecofin, el griego Nikos Christodoulakis.
El espa?ol Rodrigo Rato fue uno de los m¨¢s concretos al decir que Europa debe tener "una clara presencia y un papel determinante en el futuro de Irak y en el de toda la zona", y no ¨²nicamente en el terreno econ¨®mico, sino tambi¨¦n en el pol¨ªtico y social. En un obvio doble mensaje de que nadie debe ser excluido de esa reconstrucci¨®n "en favor del pueblo iraqu¨ª" y de que no es tarea exclusiva de EE UU, el vicepresidente se?al¨® que el proyecto tiene que hacerse bajo el control y supervisi¨®n de Naciones Unidas y del Banco Mundial, instituciones "en las que est¨¢n representados todos los pa¨ªses, tambi¨¦n los europeos".
En esta l¨ªnea, Christodoulakis coment¨®: "La UE necesita hablar con una sola voz para ser eficaz". El comisario de Asuntos Econ¨®micos, Pedro Solbes, opt¨® por su habitual prudencia: "En la coyuntura presente, no es posible decir qu¨¦ clase de reconstrucci¨®n habr¨¢ ni cu¨¢ndo comenzar¨¢". El alem¨¢n Hans Eichel, mientras tanto, opt¨® por echar balones fuera: "Los ministros no ven la necesidad de actuar por el momento".
La repercusi¨®n econ¨®mica de la guerra fue el asunto central del Ecofin. Entre los dos escenarios posibles manejados por los ministros (el "de base", con una guerra corta, y "el alternativo", con un conflicto m¨¢s prolongado), el Ecofin conf¨ªa en el primero, pero sin descartar a¨²n el segundo. La hip¨®tesis menos mala prev¨¦ un precio medio del barril del petr¨®leo a lo largo de todo este a?o de 27,6 d¨®lares, y de 23,5 para el a?o que viene. En ese caso, son v¨¢lidas las previsiones de crecimiento que figuran en el cuadro adjunto y que Bruselas difundir¨¢ el martes pr¨®ximo.
En el escenario pesimista, el barril del petr¨®leo tendr¨¢ un precio medio de 45 d¨®lares en el segundo y tercer trimestre de este a?o (35 de media en todo el a?o), y de 27 en 2004. En ese caso, tanto Europa como EE UU entrar¨ªan en recesi¨®n en la segunda mitad del a?o. La zona euro s¨®lo crecer¨ªa 0,2% en este a?o y 1,5% el que viene. En la misma hip¨®tesis, EE UU crecer¨ªa este a?o 1,3% (un 2,4% en el escenario menos malo) y 1,7% en 2004 (2,5% en la hip¨®tesis optimista). Tambi¨¦n sobre la premisa de un conflicto breve, la Comisi¨®n prev¨¦ para Espa?a un crecimiento del 2% para este a?o en sus m¨¢s recientes proyecciones, que ser¨¢n presentadas oficialmente el martes. La nueva previsi¨®n para la econom¨ªa espa?ola est¨¢ un punto por debajo de la previsi¨®n del Gobierno e incluso es inferior a la revisada el jueves por la OCDE (2,1%).
La apuesta por el escenario menos preocupante se reflej¨® ayer en los comentarios de los ministros. Para ellos, ni la elevada inflaci¨®n de la zona euro (2,4% en febrero, lo mismo que se espera para marzo) ni las amplias diferencias en el ¨ªndice de precios entre pa¨ªses (1,3% en Alemania frente a 4,7% en Irlanda o 3,8% en Espa?a) les parecen motivo de alarma. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, asegur¨® que la inflaci¨®n estar¨¢ por debajo del 2% a final de a?o, pero ya aventur¨® lo mismo hace un a?o y no se cumpli¨®. A Rato tampoco le parece grave la diferencia en el caso espa?ol, aunque prometi¨® esfuerzos para rectificar, porque es s¨ªntoma, dijo, de la convergencia de rentas y de que Espa?a crece m¨¢s que la media europea.
Lo que s¨ª preocup¨® a los ministros, hasta el punto de difundir un comunicado al respecto, es la evoluci¨®n inmediata de los sectores de la banca y los seguros, que si bien "han sido capaces de absorber" los problemas pasados, exigen ahora un especial seguimiento "de los ministros y los gobernadores" de los bancos nacionales. Hay que estar "extremadamente vigilantes", concluyeron los ministros, seg¨²n personas que estaban en la reuni¨®n.
En el lado m¨¢s positivo de la balanza, los ministros lamentaron "por encima de todo", la p¨¦rdida de vidas humanas de la guerra (aunque la UE no la ha condenado) y pactaron que en la reuni¨®n del G-7 de la pr¨®xima semana en Washington defender¨¢n la condonaci¨®n total de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres.
Duisenberg aplaza su salida del BCE
"Me quedar¨¦ hasta que sea elegido mi sucesor para garantizar una sucesi¨®n fluida". Con aspecto cansado, muy parco en comentarios y con la vista baja, el todopoderoso Wim Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo (BCE), anunci¨® p¨²blicamente en Vouliagmeni (Grecia) que acepta seguir en el cargo m¨¢s all¨¢ del 9 de julio, el d¨ªa en que cumplir¨¢ 68 a?os y que ¨¦l hab¨ªa fijado para marcharse.
La petici¨®n le fue hecha ayer por los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) "un¨¢nimente", como dijo el ministro griego de Econom¨ªa, Nikos Chrisdoulakis. Le propusieron que siga "hasta que un nuevo presidente sea debidamente elegido".
Designado en 1998 para un mandato de ocho a?os, acept¨® a sabiendas de que Helmut Kohl, entonces canciller alem¨¢n, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, hab¨ªan pactado que s¨®lo ocupar¨ªa la silla cuatro a?os para ser sustituido por un franc¨¦s. Todo iba sobre ruedas para que, en efecto, en 2002 fuera sustituido por Jean Claude Trichet, el gobernador del Banco de Francia y hoy ¨²nico candidato al puesto. Pero Trichet se vio implicado en el caso Credit Lyonnais y los jueces han anunciado que no emitir¨¢n sentencia hasta el 18 de junio.
Por eso, los mismos que desde Par¨ªs empujaban a Duisenberg para echarlo se han visto obligados a suplicarle que no se vaya en julio de forma que, o bien Trichet tenga tiempo para acceder al cargo si los jueces franceses le declaran inocente, o bien el Gobierno franc¨¦s pueda encontrar una alternativa que no puede plantearse mientras Trichet siga al frente del Banco de Francia.
La propuesta para que Duisenberg siga en el puesto ser¨¢ trasladada a los jefes de Gobierno de la UE. La situaci¨®n en la presidencia de una de las principales instituciones de la Uni¨®n es ahora a¨²n m¨¢s an¨®mala. El siguiente presidente, un franc¨¦s por supuesto, cumplir¨¢ un mandato completo de ocho a?os.
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