Enfadados pero resignados
Los afectados por la huelga de autobuses en Vizcaya admiten haber tenido que "adaptarse" a los trastornos del conflicto
La huelga de autobuses privados en Vizcaya, a punto de cumplir su tercera semana, ha sembrado de paciencia a la mayor¨ªa de los afectados, que superan los 100.000 entre escolares, padres, universitarios, trabajadores y viajeros de l¨ªneas regulares. Ante la falta de perspectivas de soluci¨®n, los damnificados est¨¢n ahora "adaptados y resignados", como coinciden varios afectados. La utilizaci¨®n compartida del veh¨ªculo privado ha permitido que los colegios no se hayan paralizado y los trabajadores puedan seguir acudiendo a sus puestos. Los universitarios son ahora los m¨¢s activos en sus protestas.
El paro iniciado el pasado 18 de marzo, que es total en todo el transporte escolar, de trabajadores y excursiones y con servicios m¨ªnimos del 20% en las l¨ªneas regulares, ha trastocado la vida de m¨¢s de 100.000 vizca¨ªnos.
Unicamente 38.000 son escolares, a los que se deben a?adir sus padres, y esta lista se completa con empleados que acudi¨¢n en autob¨²s a sus trabajos -como el colectivo que se desplaza de lunes a viernes al Gobierno en Vitoria-, los 3.000 universitarios procedentes de Guip¨²zcoa y los miles de usuarios de todas las l¨ªneas regulares de Bilbao a otras capitales como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Barcelona. S¨®lo se salva el servicio a San Sebasti¨¢n y los autobuses de Bilbobus y Bizkaibus, que tienen un convenio propio y por tanto fuera del ¨¢mbito del provincial.
Raquel Carracedo, estudiante de la asociaci¨®n vitoriana Altube que se encarga del transporte universitario al campus de Leioa, afirma encontrarse "muy cabreada, como mis compa?eros". El motivo del enfado es m¨²ltiple: las dos horas diarias de trayecto de ida y vuelta se han convertido en cinco (Altube ha ideado un desplazamiento de Vitoria a Llodio en autob¨²s y desde all¨ª en tren y otros medios al campus) y a la cuota anual de 700 euros abonada se unen otros cinco euros diarios. Para los estudiantes procedentes de Guip¨²zcoa, el extra se eleva a 20 euros.
"Existe un derecho a la huelga pero tambi¨¦n a estudiar", apostilla Raquel, que llama con desesperaci¨®n al Gobierno para que les ayude: en el pago de esta cantidad extra y en la protecci¨®n de los autobuses. Porque aunque la asociaci¨®n Altube flete autocares s¨®lo por ?lava, han sufrido varias agresiones. "El martes pasado tambi¨¦n apedrearon a cinco autobuses que ven¨ªan de Guip¨²zcoa".
El paro si ha afectado seriamente este colectivo. De los 3.000 estudiantes alaveses y guipuzcoanos que se desplazaban a diario al campus de Leioa, apenas 300 siguen acudiendo a las aulas. Altube, que mov¨ªa diariamente 40 autobuses, ahora trabaja s¨®lo con 13 autocares.
As¨ª, el trayecto a Vitoria est¨¢ m¨¢s concurrido de veh¨ªculos en las dos ¨²ltimas semanas. El colectivo de 800 trabajadores del Gobierno que utilizaba el autob¨²s ha tenido que recurrir a la otra alternativa posible: el coche. "Est¨¢ bastante organizado. Nos juntamos cuatro o cinco y nos turnamos al llevar el coche", dice una trabajadora de Lakua. "La gente est¨¢ adaptada y resignada porque no ve una soluci¨®n". El nuevo medio de transporte var¨ªa el precio seg¨²n los ocupantes: "Si vamos cuatro, sale a 2,60 euros cada uno, y con cinco, A dos euros".
Coordinaci¨®n
Los varios miles de padres afectados tambi¨¦n han tenido que coordinarse. "La alternativa es dejar a los chicos en casa o arreglarte con otros", se?ala un padre que a diario se desplaza hasta el colegio Askartza en Leioa. "Aqu¨ª hay cerca de 500 coches, frente a los 40 ¨® 50 que estacionaban antes de la huelga y han tenido que habilitar el patio como parking, porque a los chavales menores de 12 a?os no les puedes dejar en la carretera". El centro ha dispuesto a siete personas ¨²nicamente para controlar el tr¨¢fico diario de veh¨ªculos.
"La huelga ha trastocado todo. Hay gente que tarda hora y pico en ir y volver del colegio. Las clases tambi¨¦n acaban unos minutos antes para conseguir una salida ordenada. Al principo es un trastorno pero luego te adaptas", a?ade. En el colegio Vizcaya, en Derio, la salida de clase tambi¨¦n es por turnos y se ha habilitado un carril de entrada y salida de coches.
Otros residentes en Vizcaya menos damnificados tambi¨¦n empiezan a notar los efectos del paro. Las salidas a otras capitales no est¨¢n garantizadas y no es posible la reserva hasta la v¨ªspera del viaje. "Yo voy a ir a Vitoria con un amigo en coche y de all¨ª cojo el autob¨²s a Madrid", afirma una joven bilba¨ªna. Por eso el tren es la v¨ªa demandada. Renfe ha aumentado en un 20% la ocupaci¨®n de sus trayectos a Madrid los fines de semana, que ahora est¨¢n llenos.
La reuni¨®n de ma?ana convocada por el Gobierno aclarar¨¢ si todos estos trastornos tienen o no una soluci¨®n r¨¢pida.
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