"En esta guerra, la extrema izquierda es el Papa"
Pregunta. ?Qu¨¦ le parece la invasi¨®n de Irak?
R. A medida que se prolonga, cada vez peor. Si en cinco d¨ªas, como pensaban, hubieran liquidado estrat¨¦gicamente, con alg¨²n da?o colateral que otro, creo que pr¨¢cticamente todos los que est¨¢n en contra se hubieran puesto a favor.
P. ?Usted lo est¨¢?
R. De ninguna manera, por favor. Lo que intento es entender qu¨¦ es esta guerra desde una perspectiva antropol¨®gica. La verdad est¨¢ en el resultado.
P. ?Est¨¢ en contra de los que est¨¢n en contra?
R. Los que est¨¢n en contra son muchos y muy diversos. El primero es el Papa. En esta guerra, la extrema izquierda es el Papa. Y yo estoy en contra del Papa y de todas las monjitas y obispos que le rodean.
P. Dice en su nuevo libro, El mito de la izquierda, que hay una derecha y muchas izquierdas. ?No queda derecha carpetovet¨®nica?
R. Eso ya ha pasado. Es lo que llamaban la derechona. Quedan algunos testimonios, pero no tiene vigencia pol¨ªtica.
P. ?Aznar es de la misma derecha que todo el mundo de derechas?
R. Aznar lee a Cicer¨®n. En mi presencia ha estado leyendo a Cicer¨®n. Y sabiendo lo que lee: comentando La Rep¨²blica. Zapatero no s¨¦ lo que lee. Y Llamazares, algo s¨¦ de lo que lee.
P. Cita una "izquierda extravagante": d¨¦me nombres.
R. El principal extravagante es el Papa. Y los te¨®logos de la Liberaci¨®n. Y las ONG del socialismo, de cristianos por el socialismo. Extravagantes quiere decir unas corrientes de izquierda que no est¨¢n definidas en funci¨®n del Estado.
P. No llego a entender si cree usted que Zapatero no tiene remedio.
R. Hombre, remedio s¨ª. Yo lo veo como hombre que lee poco. Hay que leer m¨¢s, y, sobre todo, m¨¢s a los cl¨¢sicos. La izquierda en general ha dejado de leer.
P. ?Usted es de alguna izquierda?
R. No he militado, pero he sido compa?ero de viaje del PCE en los a?os heroicos. Nunca quise el carn¨¦, porque me hubiesen echado al d¨ªa siguiente.
P. "Soy cat¨®lico ateo". ?A qu¨¦ juega?
R. Juego a la pura verdad. Dios no existe, pero me interes¨® mucho la Escol¨¢stica, y todav¨ªa leo a santo Tom¨¢s. Soy un m¨²sico fracasado, y me gusta mucho ir a la iglesia a escuchar el ¨®rgano. Soy cat¨®lico por gustos.
P. ?El movimiento antiglobalizaci¨®n tiene que ver con alguna de sus clasificaciones de la izquierda?
R. Creo que est¨¢ m¨¢s cerca del anarquismo, de un libertarismo indefinido.
P. ?Y el socialismo libertario de Zapatero?
R. Pues ah¨ª est¨¢: que piense dos veces lo que dice. Libertario es una tradici¨®n que viene de Bakunin.
P. ?Por qu¨¦ pretende estar siempre fuera de juego?
R. Yo no pretendo. Yo digo, y luego estoy o no estoy, depende de los dem¨¢s. Yo lo que digo en p¨²blico lo he pensado mucho.
P. Los hay tan malos que le acusan de tener algo de impostor que busca notoriedad.
R. Psicolog¨ªa barata de la que tanto abunda en el pa¨ªs, que atribuye intenciones gratuitas. Ruego a quienes lo digan que lean alguna argumentaci¨®n m¨ªa.
P. Reconozca que le encanta escandalizar.
R. En absoluto. Lo que me importa es demostrar a un pedante que es un majadero.
P. ?Hay mucho majadero suelto en Espa?a?
R. Algo incre¨ªble. Y su n¨²mero ha ido creciendo con esto de la tolerancia [r¨ªe].
P. Su provocaci¨®n llega a la loa de la televisi¨®n basura.
R. Yo no soy un provocador. Y distingo entre basura revelada, que defiendo, y es la que muestra la televisi¨®n, pero no la ha fabricado ella, como la retransmisi¨®n de las sesiones del Parlamento, y basura fabricada, que es la que se hace en un plat¨® para provocar morbo o para llamar la atenci¨®n.
P. Es un horror que defienda la pena de muerte.
R. Que es un horror lo dir¨¢ usted. La pena de muerte no existe. Yo la llamo ejecuci¨®n capital.
P. ?Por qu¨¦ la defiende para un ser humano?
R. Hombre, porque no la voy a defender para un animal, ?no? Si se mantiene la tesis de la reinserci¨®n social es como decir que, si no hay Dios, todo est¨¢ permitido. Y hay que demostrar que hay barreras que la sociedad no puede tolerar que se traspasen.
P. ?Con estas ideas no le han llamado de Estados Unidos como fil¨®sofo de cabecera?
R. Pues no. Y es una pena.
P. De muerte. ?Usted filosofa siempre?
R. Como todo el mundo. Yo soy un fil¨®sofo igual que usted. P¨®ngame un subt¨ªtulo.
P. P¨®ngaselo usted.
R. Fil¨®sofo estoico, por decir algo.
PERFIL
Con 79 a?os y cinco hijos, este pol¨¦mico 'enfant t¨¦rrible' de la filosof¨ªa, catedr¨¢tico de Oviedo, se enorgullece de sus ra¨ªces: "Soy riojano, pero no lo digo por modestia". Sigue tocando el piano muy de vez en cuando, se dice amante del vino -"mucho"- y de conducir (reconoce que a veces se le va el pie), y afirma que es imposible hablar en espa?ol sin ser fil¨®sofo.
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