Atenci¨®n a los secuestradores
El Departamento de Estado se ha enfadado por la forma en que los medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes han estado describiendo la invasi¨®n estadounidense de Irak. Personalmente, no veo cu¨¢l es el problema. Por lo que puedo decir despu¨¦s de haber visto las cadenas ¨¢rabes por sat¨¦lite, s¨®lo existe una diferencia de una palabra, realmente de s¨®lo una letra (en ingl¨¦s), entre la manera en que ¨¦stas informan sobre la guerra y como lo hacen las cadenas estadounidenses. La CNN la denomina "la guerra de Estados Unidos en Irak" (America's war in Iraq), y las televisiones ¨¢rabes la llaman "la guerra de Estados Unidos contra Irak" (America's war on Iraq).
?Qu¨¦ diferencia supone una letra! Cuando he viajado por el mundo ¨¢rabe observando esta guerra por televisi¨®n, he estado pensando mucho acerca de esa ¨²nica letra. Es un importante mensaje para el presidente Bush: cuidado con los secuestradores.
El r¨¦gimen de Sadam Husein pronto estar¨¢ acabado y nos llegar¨¢ el momento de construir la paz. Tan pronto como llegue, habr¨¢ gente que intentar¨¢ secuestrar esta paz y encaminarla hacia sus propios fines. Bush debe estar listo para esquivar a estos secuestradores, que ser¨¢n de dos tipos. Un grupo surgir¨¢ de los Estados ¨¢rabes vecinos: todos los intelectuales ¨¢rabes de la vieja guardia y los seguidores de Gamal Abdel Nasser, que dominan los medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes junto con muchos de los reg¨ªmenes e instituciones estatales, como la Liga ?rabe, que se sienten amenazados incluso por el tufillo a democracia procedente de Irak. Estos grupos se mostrar¨¢n despiadados a la hora de deslegitimar y denunciar a cualquier iraqu¨ª que llegue al poder despu¨¦s de la guerra, si pareciera que ha sido instalado por EE UU.
Esto significa que Estados Unidos tendr¨¢ que moverse r¨¢pidamente para crear un proceso en el que puedan surgir nacionalistas iraqu¨ªes moderados, pero leg¨ªtimos, para empezar a dirigir su pa¨ªs, y las fuerzas estadounidenses puedan retroceder a un segundo plano. S¨®lo tenemos una oportunidad para producir una primera impresi¨®n de c¨®mo pretendemos remodelar Irak y tiene que ser buena. EE UU subestim¨®, en cierto modo, la resistencia que se encontrar¨ªa cuando invadi¨® Irak; ahora no deber¨ªa sobreestimar el tiempo del que dispondr¨¢ para gobernarlo con generales estadounidenses antes de tropezar con resistencia pol¨ªtica.
El dramaturgo egipcio Al¨ª Salem, un valiente liberal ¨¢rabe, me dijo en El Cairo: "A mis colegas escritores ¨¢rabes, les digo: 'No os apresur¨¦is a denunciarlos", refiri¨¦ndose a los iraqu¨ªes que trabajar¨¢n con Estados Unidos para reconstruir su pa¨ªs. "No recurr¨¢is a esas acusaciones f¨¢ciles de que esos iraqu¨ªes son agentes de los estadounidenses, porque no nos llevan a ninguna parte. S¨®lo nos cegar¨¢n ante nuestros problemas y enfermedades reales, que son la necesidad de desarrollo y derechos humanos. No met¨¢is vuestras plumas en el tim¨®n iraqu¨ª". Pero a los estadounidenses, Salem les dijo: "Por favor, defiendan Am¨¦rica, la idea, defi¨¦ndanla porque nosotros estamos trabajando para encarnar esa idea, para extenderla por todo el planeta. No ocupen nuestra tierra bajo ning¨²n eslogan. Es dif¨ªcil. S¨¦ que es dif¨ªcil. [Pero] si un general estadounidense preside Irak [durante mucho tiempo], ser¨¢ malo para nosotros, los ¨¢rabes liberales, y para ustedes".
El otro grupo de secuestradores son los ide¨®logos dentro del equipo de Bush, que han estado tratando con los l¨ªderes iraqu¨ªes en el exilio e intentar¨¢n instalar a uno de ellos, como Ahmad Chalabi, para dirigir Irak. No conozco a ninguno de estos exiliados, y no tengo nada contra ellos. Pero cualquiera que crea que Estados Unidos puede instalarlos sencillamente y arraigar en suelo iraqu¨ª ha perdido la cabeza. Bush deber¨ªa visitar Cisjordania. Es un cuento con moraleja sobre una ocupaci¨®n que ha ido mal. Es un paisaje miserable de asentamientos, carreteras de circunvalaci¨®n, alambres de espino y muros de cemento. ?Por qu¨¦? Porque las corrientes de opini¨®n mayoritarias de israel¨ªes y palestinos han pasado los ¨²ltimos 36 a?os, desde la victoria de Israel en 1967, evitando cualquier decisi¨®n clara sobre la manera de gobernar esta tierra. Por tanto, aquellos extremistas que ten¨ªan una idea clara, como los colonos y el movimiento Ham¨¢s, secuestraron la situaci¨®n y dirigieron el programa.
Bush necesita encarar la paz de Irak con el mismo planteamiento decidido con el que encar¨® la guerra. Fui a Ramala a visitar al encuestador palestino Jalil Shikaki, un hombre metido en lo que haga falta para producir legitimidad en un entorno ¨¢rabe, y le pregunt¨¦ en qu¨¦ deber¨ªa centrarse Bush. "Centrarse en el proceso", contest¨®, "no en una persona concreta. Los iraqu¨ªes deben tener confianza en el proceso. Debe percibirse como leg¨ªtimo y justo".
Israel ha estado intentando deshacerse de Yasir Arafat durante a?os, pero fue un proceso leg¨ªtimo, dirigido por el Parlamento palestino, que el ¨²ltimo mes produjo la primera alternativa leg¨ªtima: el primer ministro del Gobierno palestino, Mahmud Abbas (alias Abu Mazen).
No; esto no va ser f¨¢cil. Porque el iraqu¨ª ideal que estamos buscando es un iraqu¨ª que diga no a Sadam, no al naserismo, no a la tiran¨ªa y no a una presencia permanente de EE UU en Irak.
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