La poeta onubense Eva Vaz se mueve entre la desolaci¨®n y el erotismo en 'La otra mujer'
La escritora Eva Vaz (Huelva, 1972) acaba de publicar La otra mujer (editorial Celya, Salamanca), su tercer libro de poemas, en el que profundiza en su estilo narrativo, lleno de desolaci¨®n y erotismo, para contar la historia de 16 mujeres. "Me gustar¨ªa que me consideren atrevida y valiente, una escritora que dice lo que le place, sin pudor, pero con una gran exigencia est¨¦tica", afirm¨® ayer Eva Vaz.
Est¨¢n en el libro La historia de la chica que com¨ªa sue?os, La historia de la mujer enferma o La historia de una ni?a, entre otros poemas. Eva Vaz se define como una autora eminentemente urbana: "Me parece muy l¨ªrico un contenedor de basura en la ciudad o una avenida enorme. Me encantan las ciudades y la poes¨ªa que esconden en sus rincones", dice. La portada del libro consiste en una fotograf¨ªa de la autora, vuelta de espaldas, desnuda. Pero ella insiste una y otra vez en que no es una escritora provocadora. "La provocaci¨®n est¨¢ muchas veces m¨¢s en la mente del que lee o imagina que en la intenci¨®n del autor al escribir", afirma.
Eva Vaz descarta que haya en La otra mujer poemas autobiogr¨¢ficos. "Hay 16 mujeres en mi libro, todas est¨¢n dentro de m¨ª, pero ninguna soy yo", asegura. La cr¨ªtica parece reafirmar esa idea. De ella se ha escrito que resulta imposible que haga una poes¨ªa eminentemente autobiogr¨¢fica, porque eso significar¨ªa que ser¨ªa una mujer dada a todo tipo de vivencias, a todos los placeres y a todos los dolores.
En La otra mujer escribe: "Expl¨ªcame qu¨¦ es lo que me ocurre, / si no es que soy / una mujer / locamente / enamorada: / una mujer en rebajas / una mujer rebajada". O bien: "Descender¨¦, entonces, hacia tu infierno, / y all¨ª me dedicar¨¦ / a tu envergadura. / Con mis pechos, / con mis manos, / con mi boca, / bailando / ese ritmo / primitivo / que ennoblece / tu tercer brazo".
Esta autora se considera como una trabajadora de la escritura. "Soy muy disciplinada, no creo para nada en la inspiraci¨®n. Yo trabajo todos los d¨ªas y siempre tengo muy claras cu¨¢les son las columnas vertebrales de mi obra y por d¨®nde deben discurrir mis poemas", indica. Adem¨¢s de la labor diaria ante el folio, ella considera imprescindible la lectura para el desarrollo estil¨ªstico.
"El ingenio se agudiza con muchas lecturas. Yo tengo reencuentros todas las noches con mis escritores favoritos. He dejado de ver la televisi¨®n. Por la noche pongo m¨²sica y leo en voz alta. Ultimamente a Mario Benedetti, que es una pasi¨®n. Y me encanta releer a C¨¦sar Vallejo, a Raymond Carver o a Bukowski".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.