Paul Preston indaga en las experiencias pol¨ªticas y emocionales del rey Juan Carlos I

Paul Preston arranca su biograf¨ªa sobre Juan Carlos I (El rey de un pueblo, Plaza & Jan¨¦s) hablando de dos misterios: "Uno personal y otro pol¨ªtico". Misterios que se explican desde el sentido de un oficio (ser Rey) y el sacrificio que, en este caso, implic¨®. "?ste es un libro basado en la investigaci¨®n y en la especulaci¨®n", dice Preston, para quien Juan Carlos I ("un ni?o triste y solitario") fue v¨ªctima de su padre y de Franco. "Tuvo una ni?ez y adolescencia nada envidiables. Al contrario de la imagen que dan las revistas del coraz¨®n, el Rey ha tenido una vida abnegada y sacrificada".

Paul Preston (Liverpool, 1946) ha trabajado durante los ¨²ltimos tres a?os en una biograf¨ªa que supera las 600 p¨¢ginas. Nunca lleg¨® a entrevistarse con el Monarca, algo que, seg¨²n el hispanista, tiene sus ventajas: "De alguna manera, en la Zarzuela me dejaron saber que entrevistarse con el Rey no era conveniente ni para ellos ni para m¨ª, que implicar¨ªa que ellos controlar¨ªan el resultado final. Por ejemplo, la biograf¨ªa oficial, la de [Jos¨¦ Luis de] Vilallonga, tiene importantes diferencias entre su edici¨®n espa?ola y su edici¨®n francesa. Creo que sin el contacto personal garantizaba mi independencia".

Para Preston, su biograf¨ªa sobre Juan Carlos I -que ayer present¨® en Madrid, por la ma?ana a la prensa en el C¨ªrculo de Lectores y por la tarde al p¨²blico en el hotel Palace- aporta una visi¨®n "humana" de la figura pol¨ªtica. "Pero yo no soy un paparazzo, hay cosas que no me interesan, lo que me interesaba era descifrar los costes humanos de una actuaci¨®n pol¨ªtica". "En la Zarzuela", a?ade el autor, "me han dejado saber que el libro, a pesar de tener pasajes inc¨®modos para el protagonista, finalmente no est¨¢ mal".

"Para m¨ª, la mejor biograf¨ªa sobre el Rey es la de Javier Tusell; la diferencia fundamental con la m¨ªa es que la suya es muy pol¨ªtica y yo he intentado buscar la dimensi¨®n personal, algo que ha sido altamente complicado. Las personas de la realeza se consideran de otra raza, para ellos el sufrimiento no cuenta y yo creo que el Rey sufri¨® mucho en su ni?ez y en su adolescencia y que eso ha sido fundamental".

El autor habla de "cierta incomodidad" al adentrarse en los a?os de "aparente cercan¨ªa" del pr¨ªncipe Juan Carlos con Franco. "Yo soy un radical antifranquista y hablar de los lazos con Franco fue dif¨ªcil". Para Preston (quien escribe sobre "el pr¨ªncipe Juan Carlos, con esa mirada perpetuamente triste de comensal que no est¨¢ seguro de haber sido invitado a la cena"), la clave del misterio que se encierra en la figura del Rey se puede explicar con una frase del propio Monarca: "Para un pol¨ªtico, el oficio de Rey es una vocaci¨®n, ya que le gusta el poder. Para un hijo de Rey, como yo, es otro asunto muy distinto. No se trata de saber si me gusta o no me gusta. Nac¨ª para ello. Y desde mi infancia, mis maestros me han ense?ado a hacer tambi¨¦n cosas que no me gustan. En casa de los Borbones, ser rey es un oficio".

"En esta frase", dice Preston, "radica la explicaci¨®n de lo que es una vida con considerables sacrificios. ?C¨®mo explicar de otro modo la aparente serenidad con que Juan Carlos acept¨® que su padre le entregara, a todos los efectos, atado de pies y manos, al r¨¦gimen?".

"El Rey fue la pelota de tenis en un partido jugado entre su padre y Franco", contin¨²a Preston. "Resulta fascinante descifrar c¨®mo una persona que se ha formado rodeada de una gran influencia por parte de Franco, quien por cierto utiliz¨® con una maldad exquisita al ni?o contra el padre, se compromete m¨¢s tarde con la democracia. Creo que el Rey perdon¨® a su padre, pero mis deducciones me hacen pensar que fue al final de su relaci¨®n. El Rey fue v¨ªctima de las decisiones de su padre, y forzosamente eso le amarg¨®. El Rey sali¨® adelante, pero no sin unos altos costes personales".

La Reina, dice Preston, jug¨® un papel fundamental gracias a lo que ¨¦l llama "la experiencia griega". "La Reina a?adi¨® una dosis de realismo, le quita esa sensaci¨®n de soledad, tuvo por fin una aliada ¨ªntima, y eso fue muy importante en su camino hacia el trono". Preston a?ade que Juan Carlos trabaj¨® "sin descanso" entre 1977 y 1982. "Fue el bombero diario en la lucha contra el golpismo y el terrorismo. A partir del 82, con la llegada del PSOE al poder, ha cumplido una de sus metas, y es el Rey constitucional que no tiene que intervenir a diario. Puede ser Rey de Espa?a como lo es de Inglaterra Isabel II, de la que se sabe muy poco".