Nada ha terminado
Hace unas horas que habiendo cumplido su prop¨®sito experimental, Jorge de Oteiza ha dado fin a la larga andadura de una existencia peregrina, y tomando su vieja y querida bicicleta pedalea ya, lleno de entusiasmo, sobre la V¨ªa L¨¢ctea para estar con Itziar, su mujer, a la que hace a?os prometi¨® compartir la oquedad escult¨®rica de Un gudari llamado Odiseo. Pasado Sorogain, en el coraz¨®n de Navarra, entre megalitos y mitos rolandianos, habr¨¢ hecho un alto para tener una peque?a entrevista con Dios, e invitarle a librar una primera gran Teomaquia. Condici¨®n: tener por testigo al drag¨®n Erensuge, que la mano juvenil de Itziar sujeta de una circunstancial brida.
Hay un misterio en cada existencia, pero seguro que ninguno ha sido tan bello, tan cargado de sentido, emoci¨®n, mito y aventura como el de Oteiza. La conciencia del transgresor se apoder¨® de ¨¦l bajo la forma de Samartintxiki para combatir y azuzar a un pueblo que, inconsciente del envite, lleva d¨¦cadas huyendo de s¨ª. Es el momento de lamentar, en medio de esta tristeza, tanto desaguisado cometido. Como h¨¦roe civilizador, Jorge encarn¨® maravillosamente el papel del p¨ªcaro o trickster de las viejas culturas de Eurasia, perdido en medio de una humanidad insensible a su llamada.
S¨®lo queda pedir al pueblo vasco que le asigne un lugar de excepci¨®n en el Diccionario de Mitolog¨ªa Vasca de Barandiaran, desde donde pueda continuar inacabables conversaciones con sus amigos, Samartintxiki, Atarrabi, Lecuona, Balenciaga, Miguel Pelay, Mitxelena, Manuel Lecuona, Jos¨¦ de Artetxe... mientras en la calle silba Mateo-txistu, e Itziar pregunta:
- ?Jorge!, ?que si quer¨¦is tomar un caf¨¦!
Juan A. Urbeltz es patrono de la Fundaci¨®n Oteiza y director de Ikerfolk.
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