Un buen resultado para un mal partido
El Bar?a arranca un empate en el tramo final ante el Juventus en un aburrido encuentro en Delle Alpi
![Ramon Besa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F042b42c5-ca63-411a-883d-cb74d8d0d911.jpg?auth=3ea973647cbe92600acf20aba2329a6d83143025ecc0001b5b83e4d6be68bb1e&width=100&height=100&smart=true)
Ni por vecchia ni por signora merec¨ªa la Juve acabar con el record del Barcelona en la Liga de Campeones. Un partido tan estraperlista como el planteado anoche por Lippi exig¨ªa una respuesta incluso de un equipo tan peque?o como pareci¨® en muchos momentos el de Antic. Y si el resultado, bueno con vistas al Camp Nou, parece tan n poca cosa para los azulgrana no fue por nada m¨¢s que por la mezquindad del Juventus. El partido tuvo ciertamente la tensi¨®n propia de un torneo continental. A efectos de juego, sin embargo result¨® reprobable desde todos los puntos de vista. A nadie le pareci¨® mal, por tanto, que el Bar?a castigara al final al Juventus con la misma medicina que le trat¨® al principio.
JUVENTUS 1 - BARCELONA 1
Juventus: Buffon; Thuram, Ferrara, Montero, Zambrotta (Zalayeta, m.23); Camoranesi, Tacchinardi, Tudor (Birindelli, m. 15), Davids; Nedved; y Del Piero (Di Vaio, m. 36).
Barcelona: Bonano; Gabri, Puyol, Frank de Boer, Reiziger; Overmars (Luis Enrique, m. 38), Xavi (Gerard, m. 28), Motta, Riquelme (Mendieta, m. 17); Kluivert y Saviola.
Goles: 1-0, M.15. Nevded centra desde la izquierda, Montero cabecea, Del Piero intenta una chilena y el rebote de Bonano vuelve a Montero, que marca.
1-1. M. 32. Kluivert pasa a Reiziger que centra, y Saviola recibe el bal¨®n, lo aguanta y lo cruza fuera del alcance del portero Buff¨®n.
?rbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Mostr¨® tarjeta amarilla a Kluivert, Gabri y Birindelli.
48.753 espectadores presenciaron el partido en el estadio Delle Alpi.
El encuentro se jug¨® durante una hora a gusto del Juventus, que ya hab¨ªa dejado dicho que con un gol a cero se conformaba. A la que estuvo servido se abandon¨® y permiti¨® que el Barcelona saliera de su ensimismamiento: Tras un rato sin saber si el resultado era bueno o malo, cambi¨® para mejor con las sustituciones y atrap¨® un empate que le pone a salvo de su actuaci¨®n de ayer aunque no a¨²n de la eliminatoria, pues a la Juve le da igual jugar en Delle Alpi que en el Camp Nou.
No es ¨¦ste el mejor Juventus de la historia desde luego sino un mal enemigo y un peor equipo. Tiene un punto de club aparente, y hasta si se quiere seductor, con jugadores como Nedved y Del Piero, y Trezeguet cuando est¨¢, que le dan una cierta nobleza futbol¨ªstica y tambi¨¦n presencia en el papel couch¨¦. La fuerza f¨ªsica y mental, sin embargo, su entereza y car¨¢cter, se lo proporcionan defensas como Ferrara, medios del estilo de Tacchinardi o jornaleros de nombre Turdor, siempre al servicio de la causa, que no es otra que la utilidad antes que la belleza.
Ausente Trezeguet, que come a parte, Lippi prefiri¨® ayer a Tudor a Zalayeta en una declaraci¨®n inequ¨ªvoca de sus intenciones: para marcar un gol al Barcelona puede valer igualmente un central que un ariete cuando se trata de que en el partido no pase nada. El tanto inaugural, y normalmente decisivo, lo meti¨® Montero, un zaguero que impuso su f¨ªsico a la salida de un saque de esquina, una jugada que retrat¨® la diferencia de estatura entre azulgrana y bianconeros.
El Juventus le sacaba al Barcelona un palmo en cada salto y un metro en cualquier carrera, altos y fuertes como eran los locales ante unos forasteros peque?os y encogidos, incapaces de darle aire a la pelota. Lippi levant¨® un muro en la divisoria para asegurarse el control del juego y prefiri¨® alcanzar el ¨¢rea azulgrana con llegadores como Del Piero y Nedved, o Zambrotta cuando conven¨ªa, antes que con delanteros que pudieran animar el encuentro. A la Juve le conven¨ªa matar el choque, reducirlo a la estrategia, y el Barcelona no sab¨ªa c¨®mo darle vida, porque es un equipo demasiado liviano y escaso de entrejuego.
Frente a un Juventus espl¨¦ndido en la negaci¨®n del juego, superior en el cuerpo a cuerpo, el Bar?a era poca cosa. Acobardado, no ten¨ªa salida ni llegada sino que se quedaba en mitad del campo mirando lo malos que eran los italianos jugando y lo bueno que resultaban ganando. Retrasado Motta como medio centro el equipo de Antic no supo darle salida al bal¨®n porque Overmars se quedaba siempre a medio camino, sin desbordar ni centrar, y Riquelme no conectaba con Kluivert ni Saviola, disminuido ante los centrales.
La propuesta bianconera demandaba una r¨¦plica futbol¨ªstica, con la pelota como bandera, que los azulgrana no sab¨ªan darle. A grandes males se impon¨ªan grandes remedios. Una vez comprobado que no hab¨ªa manera de entrar en el partido, ni por lo colectivo ni por lo individual, Antic retir¨® a Riquelme para dar entrada a Mendieta. Y le sali¨® a pedir de boca. De la rueda de cambios sali¨® especialmente beneficiado el Bar?a, que se fue creciendo en la misma proporci¨®n que el Juventus encog¨ªa.
Los azulgrana ganaron presencia en la medular. Tomaron el bal¨®n y comenzaron a tocar, a conservar, a combinar, a mover a un contrario que se fue consumiendo, fatigado, lastimado por las lesiones, desgastado por tanto tute. La Juve tuvo ciertamente el segundo gol a tiro, y Frank de Boer salv¨® el remate, entre otras cosas porque los laterales y los volantes se ganaron unas cuantas llegadas y se impon¨ªa en el juego frontal. A la que el Bar?a baj¨® la pelota al suelo, sin embargo, el partido vir¨® a su favor, tanto que no s¨®lo alcanz¨® el empate sino que tuvo un segundo gol a pedir de boca en un remate de Kluivert.
Por una vez, el Barcelona supo jugar mejor con un gol en contra que a favor, y el Juventus se enred¨® y se desorganiz¨®, con Lippi superado desde el banquillo, falto de jugadores desequilibrantes. Los goles, tan feos como el partido, retrantan la miseria de una noche sin f¨²tbol ni jugadores. El resultadismo se impon¨ªa necesariamente en uno y otro bando, y de ah¨ª un empate que deja el partido de vuelta igualmente abierto que el de ida. La Juve no tiene un equipo tan extraordinario como para no pensar que el Barcelona puede ser semifinalista europeo.
![Del Piero agarra a De Boer en un lance del partido.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OTVTUZAH64HHMJ5UDEG3HBV5RI.jpg?auth=cd9fcfe45b9dda6246fe1ff441d6db919f14c5f7e257b15e7dc70aacb30a9a67&width=414)
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