'Running on empty', de Jackson Browne
Cantautor por antonomasia de la escena musical californiana de los setenta, Jackson Browne triunf¨® aqu¨ª con uno de sus discos m¨¢s at¨ªpicos, Running on empty (1977), un elep¨¦ grabado en gira que se centra en la epopeya del m¨²sico en la carretera. Se cerraba con una entusiasta adaptaci¨®n del cl¨¢sico Stay, de Maurice Williams & The Zodiacs, que fascin¨® a los oyentes espa?oles. El ¨¢lbum, de la colecci¨®n Los discos de tu vida, podr¨¢ adquirirse en los quioscos a partir de ma?ana y durante una semana por 5,95 euros.
La vida en la carretera es obsesi¨®n compartida por m¨²sicos de todos los pelajes: infinitas las canciones inspiradas por esa circunstancia profesional. Pero Jackson Browne subi¨® el list¨®n: Running on empty es la cr¨®nica de una gira durante el verano de 1977; hay tomas de escenario, pero tambi¨¦n entre bambalinas, en habitaciones de hotel y hasta en el autob¨²s que lleva a la banda. Las canciones, propias o ajenas, cubren la cotidianidad de un tour, desde las labores de los t¨¦cnicos a los encuentros con groupies. Con caracter¨ªstica sinceridad, hasta menciona el recurso a la masturbaci¨®n en noches de soledad. El propio t¨ªtulo (Corriendo con el dep¨®sito vac¨ªo) sugiere sus frustraciones ¨ªntimas.
Jackson estaba dotado para un trabajo as¨ª, por sus poderes de observaci¨®n, sus recursos literarios y su tendencia a relativizar las utop¨ªas inherentes a su generaci¨®n. Hab¨ªa nacido en 1948 en Alemania, hijo de un militar algo bohemio (pianista de jazz, lleg¨® a tocar con el gran Django Reinhardt). Jackson se forj¨® en los folk clubs californianos hasta que en 1967 salt¨® a Nueva York, donde conoci¨® a otra tribu muy diferente, desde la warholiana Nico a Tim Buckley.
Su talento fue reconocido de inmediato: comenzando por Nico, sus canciones eran registradas por todo tipo de artistas (hasta los Jackson Five pegaron con Doctor my eyes). M¨¢s dif¨ªcil fue grabarlas por su cuenta: su primer elep¨¦, hecho para Elektra, no lleg¨® a salir; el verdadero debut aparecer¨ªa en 1972, en Asylum, el sello del implacable David Geffen, que supo captar el zeitgeist de la radiante California de los primeros setenta.
Aquel rock californiano ten¨ªa ecos del folk y el country. Era arrogante -propio de unos rebeldes que incluso hab¨ªan logrado contaminar Hollywood- e incestuoso, tanto sexual como profesionalmente (Jackson compondr¨ªa temas memorables para el m¨¢ximo grupo de aquellos a?os, The Eagles, incluyendo el sublime Take it easy). Y usaba como combustible favorito la coca¨ªna, a la que hay varias referencias en Running on empty.
Joan Didion y otros retrataron aquel para¨ªso de coraz¨®n resecado, pero fue Browne uno de los primeros m¨²sicos en advertir que aquel dorado estilo de vida ten¨ªa mucho de traici¨®n a los ideales de los sesenta y, por descontado, se cobraba un alto precio. Su premonici¨®n de desastres se materializar¨ªa cruelmente: Phyllis, su esposa, se suicid¨® en 1976. De aquellos meses amargos sali¨® su memorable The pretender. Y el deseo de girar, tocar para ahuyentar el dolor.
En Running on empty, Browne se apoya en una banda de cracks. Comparte las labores de guitarrista con Danny Kotchmar. David Lindley aporta viol¨ªn rural y lapsteel, adem¨¢s de poner el falsete de Stay. Russ Kunkel y Leland Sklar son la competente secci¨®n de ritmo, Craig Doerge se ocupa de los teclados. Lleva tambi¨¦n voces de acompa?amiento (en discos, contaba con Crosby, Nash, Fogelberg, Raitt, Henley y dem¨¢s aristocracia del rock de Los ?ngeles).
Obedeciendo a sus convicciones, Browne se implicar¨ªa luego en la oposici¨®n a la energ¨ªa nuclear y la denuncia de la pol¨ªtica asesina de Reagan en Centroam¨¦rica. Fue detenido por participar en manifestaciones y su cotizaci¨®n comercial baj¨®, aunque no su exigencia creativa. Su alienaci¨®n de aquella Am¨¦rica antip¨¢tica le llev¨® a vivir temporadas en Barcelona; all¨ª se gest¨® un emotivo disco de homenaje de m¨²sicos espa?oles a su cancionero, confirmando la relaci¨®n de amor entre Jackson y nuestro pa¨ªs.
Babelia
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