"No queremos ocupar Irak m¨¢s tiempo del necesario"
Jack Straw, ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, afronta las postrimer¨ªas de la guerra de Irak sin perder el tono did¨¢ctico y abierto al di¨¢logo que ha diferenciado en esta crisis a los pol¨ªticos de su pa¨ªs de los espa?oles. Ayer, en una rueda de prensa previa a esta entrevista, celebrada en Madrid junto a su hom¨®loga, Ana Palacio, empez¨® por lamentar "las muertes terribles" de los periodistas fallecidos en el conflicto, cuya contribuci¨®n "esencial" a la democracia exalt¨®; afirm¨® que "el Reino Unido no quer¨ªa la guerra pero lleg¨® a la conclusi¨®n de que era necesaria" y concluy¨® con esta justificaci¨®n: "Como socialista democr¨¢tico, creo que lo que hemos hecho en Irak es plenamente consecuente con mis principios".
"Seguiremos buscando a Sadam Husein y entrevistando a sus t¨¦cnicos en armamento"
"No vamos a participar en la cumbre de Defensa convocada por Francia y Alemania"
Pregunta. ?Ha terminado la guerra?
Respuesta. No, no ha terminado. Creo que, probablemente, estamos en la fase final, pero son los militares quienes tienen que valorarlo. Parece que hemos liberado Basora, lo que es una muy buena noticia, y que la situaci¨®n en Bagdad est¨¢ cambiando muy r¨¢pidamente. Lo que me choca es que ¨¦ste ha sido un r¨¦gimen que no ten¨ªa el apoyo de su pueblo. Uno de los muchos temas interesantes sobre los que habr¨¢ que reflexionar en Europa es por qu¨¦ no ha habido protestas masivas en los pa¨ªses ¨¢rabes como se predec¨ªa, a pesar de que la gente sab¨ªa que Sadam Husein ser¨ªa derrocado. El reflejo para Estados Unidos y el Reino Unido es que podemos sentir que nuestra acci¨®n ha sido bastante aprobada.
P. Pero las armas de destrucci¨®n masiva que se supon¨ªa que la coalici¨®n ten¨ªa que destruir no han aparecido. ?No compromete eso su victoria?
R. En absoluto. Que tiene armas de destrucci¨®n est¨¢ fuera de toda duda. Es verdad. Lo sabemos. Us¨® armas qu¨ªmicas y tiene un programa para desarrollarlas. Hay un dossier de 173 p¨¢ginas del doctor Blix lleno de preguntas que no han sido contestadas. Pero Irak es un pa¨ªs muy grande y est¨¢ por ver si conseguiremos pruebas f¨ªsicas.
P. O sea que seguir¨¢n buscando las armas y a Sadam Husein.
R. S¨ª, seguiremos entrevistando a gente que haya conocido el programa y, por supuesto, seguiremos buscando a Sadam Husein.
P. ?Qu¨¦ quiere decir exactamente el "papel vital" para las Naciones Unidas en la posguerra de Irak del que hablaron el pasado martes el presidente Bush y el primer ministro Blair?
R. Vital es un adjetivo, y no podr¨ªa decir en t¨¦rminos concretos qu¨¦ se ha querido decir. Pero lo que s¨ª me hace feliz es que haya habido un acuerdo sobre ese adjetivo fuerte que implica la idea de un proceso din¨¢mico. Eso me parece suficientemente bueno.
P. ?Da por descontado que la posguerra arrancar¨¢ con una autoridad militar anglo-brit¨¢nica?
R. La ley internacional, al amparo de la ley sobre conflictos armados y de la Convenci¨®n de Ginebra, dice que nosotros somos la autoridad, que las potencias que ocupan son la autoridad, y eso es una ley b¨¢sica bajo la que operar. Pero la experiencia nos ense?a muy claramente que conviene respetar, sin embargo, las leyes e instituciones de Irak en la medida en que no sean incompatibles con el ejercicio efectivo de nuestros poderes. Y eso haremos.
P. ?Qu¨¦ pintan las Naciones Unidas en ese contexto?
R. Naciones Unidas puede intervenir en muchas ¨¢reas. Nosotros, Estados Unidos y el Reino Unido, seg¨²n la ley internacional, seremos la autoridad legal hasta que transfiramos el poder a otra autoridad leg¨ªtima. Ten-dr¨¢ que haber un proceso, y lo que hemos discutido en la cumbre de ayer [celebrada cerca de Belfast, entre George W. Bush y Tony Blair] es c¨®mo desarrollar dentro de Irak personas que sean representativas de las distintas provincias, aunque no hayan sido elegidas, y que, en una cierta fase del proceso, puedan reunirse, preferiblemente en una conferencia, para formar un Gobierno provisional que, adem¨¢s de dirigir el pa¨ªs, inicie el proceso hacia un Gobierno de elecci¨®n popular. Lo que querr¨ªamos es que ese Gobierno provisional tuviera el respaldo de Naciones Unidas para que pudiera actuar m¨¢s leg¨ªtimamente en la esfera internacional. Cu¨¢nto tiempo va a durar ese proceso no lo s¨¦, pero no queremos ser potencia de ocupaci¨®n durante m¨¢s tiempo del necesario. Adem¨¢s de ese papel de apoyo del Gobierno provisional, Naciones Unidas tiene un papel importante en relaci¨®n con las instituciones internacionales, en tanto que mecanismo para la liberaci¨®n de fondos de la comunidad internacional, incluida la Uni¨®n Europea y cada uno de sus Estados miembros; tambi¨¦n en relaci¨®n con el empleo de los ingresos del petr¨®leo en el marco del programa petr¨®leo por alimentos; en relaci¨®n con las sanciones, que siguen en vigor, aunque en un cierto momento las levantaremos, y en relaci¨®n con la distribuci¨®n de la ayuda humanitaria. Es una gran agenda.
P. ?Qu¨¦ papel tendr¨¢n los exiliados en el Gobierno provisional?
R. El punto crucial es que los que integren el Gobierno provisional sean aceptados por la gente que est¨¢ en Irak. Puede ser que algunos de ellos provengan de fuera, pero lo importante no es eso, sino que sean aceptados. Lo que no queremos, en cualquier caso, es una Administraci¨®n de expatriados lanzada en paraca¨ªdas sobre Irak, algo as¨ª como un r¨¦gimen casi colonial.
P. ?Y est¨¢n de acuerdo los americanos con ese planteamiento?
R. Si, si.
P. Mientras tanto, ?qui¨¦n decidir¨¢, por ejemplo, el futuro de los contratos cerrados por Francia, Rusia o, en una fase m¨¢s incipiente, Espa?a?
R. Son temas legales complejos. Nos hemos ocupado sobre todo de c¨®mo lograr que la administraci¨®n de los recursos y las exportaciones de Irak llegue a tener un nivel satisfactorio. No nos interesa la nacionalidad de los contratistas. Si sus contratos son legales habr¨¢ que trabajar con ellos.
P. ?Quiere decir que los contratos legales ser¨¢n mantenidos?
R. ?sa es nuestra intenci¨®n, por supuesto, y, en caso de problemas, hay mecanismos de arbitraje a los que recurrir.
P. Las hostilidades prosiguen. El ¨²nico ataque de artiller¨ªa pesada que los periodistas han presenciado de cerca ha sido el de su hotel, cuando falleci¨® el periodista espa?ol Jos¨¦ Couso. ?No cree que bombardear una estructura civil habitada es totalmente desproporcionado, incluso aunque hubiera habido francotiradores?
R. S¨¦ por experiencia, incluso como ministro de Interior, que en estas situaciones hay que esperar a que concluya la investigaci¨®n. No podr¨ªa m¨¢s que especular, porque no tengo informaci¨®n directa de lo que ocurri¨®.
P. ?No es parad¨®jico que las ¨²nicas armas ilegales utilizadas en esta guerra sean las de la coalici¨®n? Me refiero a las llamadas bombas de fragmentaci¨®n.
R. Seamos muy claros. Estados Unidos no ha actuado de modo inconsistente con sus obligaciones internacionales. No soy un experto en la materia, pero lo que es ilegal son las minas anti persona, y ni EE UU ni nosotros hemos utilizado esas bombas en las circunstancias particulares que producen las minas. Ha muerte gente en las acciones, pero el propio Irak ha dado la cifra de 1.400 v¨ªctimas civiles y 5.000 heridos. Mil cuatro cientos muertos son demasiados, pero tambi¨¦n muchos menos de los que algunos predec¨ªan.
P. En todo caso, esta guerra ha dejado un gran poso de rabia e indignaci¨®n debido a las v¨ªctimas civiles. ?Se puede construir una democracia en esas condiciones?
R. Creo que el n¨²mero de civiles muertos en Afganist¨¢n fue mayor. Hubo indignaci¨®n y hoy hay alegr¨ªa. La gente puede estar o no a favor de la guerra, pero es importante que los pueblos de tradici¨®n liberal de Europa no lleguen a una posici¨®n en la que parezca que justifican a Sadam. Lo que hemos encontrado en Basora y en el sur es una naci¨®n profundamente traumatizada por a?os de terror que, cuando el terror ha sido suprimido, ha comenzado a sentir alivio y a sonre¨ªr. Es terrible que el precio que haya que pagar por ello sea la muerte de civiles, pero hay que hacer esos horribles c¨¢lculos: en el futuro morir¨¢ mucha menos gente de la que hubiera muero si Sadam estuviera.
P. Estuvo usted esta ma?ana en Par¨ªs con su colega, Dominique de Villepin. ?Cree que hay margen para llegar a un consenso con los pa¨ªses que se re¨²nen este fin de semana en San Petesburgo sobre una nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad que encauce la posguerra?
R. No hemos hablado de textos, pero la reuni¨®n ha sido muy buena. Los franceses fueron constructivos en el debate de la resoluci¨®n 1.472. Miramos al futuro.
P. ?Le van a resultar las cosas m¨¢s dif¨ªciles con Alemania?
R. Esto no es una competici¨®n. Cen¨¦ la semana pasada con Joshka Fisher. Fue una discusi¨®n constructiva.
P. ?Va a participar el Reino Unido en la conferencia sobre defensa europea convocada por Francia, Alemania y B¨¦lgica?
R. No tenemos planes de hacerlo.
P. ?No consideran siquiera la posibilidad?
R. La hemos considerado, pero no vamos a hacerlo.
P. ?Cree que una conferencia sobre defensa europea sin el Reino Unido tiene sentido?
R. Europa es libre. Es normal que nos reunamos dos o tres para discutir, pero lo que s¨ª quisiera decir es que nuestros amigos europeos tendr¨¢n que plasmar su pol¨ªtica en la realidad, y ya veremos c¨®mo funciona.
P. ?Cree usted que la ampliaci¨®n va a traer un cambio de opini¨®n sobre pol¨ªtica exterior en Europa?
R. A partir de la semana que viene, cuando se firmen los tratados de adhesi¨®n, la UE estar¨¢ operando de hecho con 25 pa¨ªses y el equilibrio interno de opini¨®n cambiar¨¢, como hemos visto en Irak, porque una mayor¨ªa de los 25 est¨¢n a favor de la acci¨®n militar que Espa?a y el Reino Unido han apoyado.
P. Pero como el Reino Unido no acepta que las decisiones de pol¨ªtica exterior comunitaria se tomen por mayor¨ªa cualificada, el n¨²mero de pa¨ªses resulta irrelevante.
R. Es de sentimientos de lo que hablo, porque las decisiones fundamentales en defensa y relaciones exteriores tendr¨¢n que seguir siendo intergubernamentales. Seguir¨¢n siendo competencia de los Estados, porque ning¨²n Gobierno o Cortes espa?olas va a aceptar que el lugar de despliegue de sus fuerzas, donde pueden morir ciudadanos espa?oles, sea decidido por una instituci¨®n externa.
P. ?No ha sentido en esta crisis que Estados Unidos le pone la cosas muy dif¨ªciles? Por ejemplo, cuando se?ala a Sira o Ir¨¢n como posibles nuevos objetivos.
R. No. Los pa¨ªses de la coalici¨®n pueden ver las cosas de distintas maneras y, por lo que se refiere a Siria e Ir¨¢n, he dejado muy clara la visi¨®n del primer ministro Blair, que es muy diferente.
P. ?Las relaciones entre el Reino Unido y Espa?a se han estrechado en esta crisis hasta el punto de que las negociaciones sobre Gibraltar puedan acelerarse?
R. No, no tiene nada que ver una cosa con otra. El ministro Piqu¨¦ y yo trabajamos duro para lograr una soluci¨®n a ese problema hist¨®rico. Estuvimos muy cerca de lograrlo. En estos momentos, estamos en una pausa de esas discusiones. Volveremos a ellas, pero no puedo decir cu¨¢ndo.
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