Los afectados por 'Ardystil' piden una sentencia justa al acabar el juicio, once a?os despu¨¦s de los hechos

"S¨®lo espero una sentencia justa, y si son padres, que sepan ponerse en nuestro lugar". ?ste fue el ¨²nico anhelo que ayer expres¨® Consuelo Rag¨¹¨¦s, madre de las dos j¨®venes hermanas fallecidas en una f¨¢brica de aerograf¨ªa textil en Alcoi, al t¨¦rmino de la vista oral del denominado caso Ardystil, once a?os despu¨¦s de ocurrir los hechos. El s¨ªndrome laboral producido por la inhalaci¨®n de productos qu¨ªmicos caus¨® en total seis muertes y afect¨® a un centenar de operarios m¨¢s, ninguno de ellos cl¨ªnicamente curado en la actualidad.

Los 10 empresarios procesados se enfrentan a un total de 26 a?os de c¨¢rcel, seg¨²n la petici¨®n final del fiscal. Las acusaciones particulares han imputado a un inspector de Trabajo para el que solicitan dos a?os de prisi¨®n. En su informe final, el ministerio p¨²blico consider¨® probado que el s¨ªndrome se origin¨® por la inhalaci¨®n de productos qu¨ªmicos y la falta de seguridad e higiene en las f¨¢bricas.

El fiscal solicita una indemnizaci¨®n global de unos 6 millones de euros y ha declarado responsables civiles subsidiarios a las tres qu¨ªmicas que suministraban los productos, entre ellas la firma Bayer, y cinco compa?¨ªas aseguradoras. Las acusaciones particulares duplican la cantidad global de indemnizaci¨®n y ampl¨ªan la responsabilidad civil al Estado y la Generalitat Valenciana.

La presidenta del tribunal, la secci¨®n tercera de la Audiencia de Alicante, pronunci¨® el esperado "visto para sentencia" despu¨¦s de 28 sesiones y la comparecencia de un centenar de testigos. La vista oral culmin¨® con los informes finales de los letrados del Estado y la Generalitat Valenciana imputados, a propuesta de las acusaciones particulares, como responsables civiles subsidiarios. Ambos abogados rechazaron cualquier responsabilidad de la Administraci¨®n en los hechos porque, a su juicio, el ¨²nico funcionario imputado, el inspector de Trabajo, no incurri¨® en infracci¨®n penal.

Tras los informes finales, los procesados hicieron uso de la palabra, en unos casos para insistir en su inocencia y en otros, como el de la principal encausada, Juana Ll¨¢cer, due?a de Ardystil -en esta f¨¢brica murieron cinco trabajadoras- para despertar la indulgencia de la sala. "La acusaci¨®n particular me pide la pena m¨¢xima, que creo que ya he cumplido con creces con el sufrimiento de estos ¨²ltimos once a?os", dijo la procesada.