Una ciudad sin ley
"Avisen a su Gobierno para que env¨ªen alguna protecci¨®n si no quieren que les asalten", alerta un vecino junto a la residencia del embajador espa?ol en el barrio de Al Mansur. La garita en la que hasta hace dos d¨ªas vigilaba un polic¨ªa de la guardia especial est¨¢ vac¨ªa. Igual sucede ante la sede de la Embajada espa?ola, unas calles m¨¢s all¨¢, y ante todas las legaciones diplom¨¢ticas extranjeras. Los agentes del orden se han ido a casa. El Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol negociaba ayer un servicio de vigilancia privado.
Y los Al¨ª Bab¨¢, como la gente llama a los ladrones ante los extranjeros, no se detienen ni ante la bandera de Alemania, un pa¨ªs que se opuso con firmeza a la guerra. O tal vez por ello. El d¨ªa anterior, durante el derribo de la estatua de Sadam en la plaza de Ferdous (Para¨ªso), la gente coreaba consignas contra el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der. "?Abajo Schr?der!", repet¨ªan con el mismo entusiasmo con el que ped¨ªan a los soldados estadounidenses que dispararan su ca?¨®n contra la efigie.
A la puerta de la sede diplom¨¢tica alemana, varios camiones y furgonetas cargaban sin pudor muebles, alfombras, l¨¢mparas. No fue la ¨²nica asaltada y la rapi?a tambi¨¦n se ceb¨® sobre las de Rusia, Corea del Sur y Malaisia. Ante esta ¨²ltima, los vecinos trataban de convencer a los ladrones para que no se llevaran el generador, un aparato enorme que iba a requerir una gr¨²a. "Al final sacar¨¢n un arma y lograr¨¢n su prop¨®sito", advierte el conductor, "se est¨¢n comportando como animales". La capital iraqu¨ª segu¨ªa ayer sin ninguna autoridad ni agente del orden p¨²blico. Los pillajes y los saqueos se extendieron a numerosas casas particulares.
Incluso algunos hospitales resultaron asaltados. Todo a escasos metros de las tropas estadounidenses, que en ning¨²n momento intervinieron. "Tengo la sensaci¨®n de que EE UU deja hacer para dar la imagen de que ¨¦ste es un pa¨ªs ca¨®tico y justificar la intervenci¨®n", se duele Abbas ante la Compa?¨ªa General de Procesamiento de Granos, de donde decenas de personas se llevan aparatos de aire acondicionado, sillas y percheros. Bagdad se ha convertido en una ciudad sin ley.
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