El mar de los relatos
Ya se sabe que las reediciones suelen acompa?ar al triunfo como las estelas a los barcos, y eso est¨¢ pasando con la obra de Luis Mateo D¨ªez, que se est¨¢ poniendo estos ¨²ltimos tiempos al alcance de sus lectores, inevitablemente y con toda sencillez, sin abandonar su elegante discreci¨®n de siempre. De todas ellas -y no descarto que haya habido m¨¢s en los ¨²ltimos tiempos- destaco hoy estas dos ¨²ltimas que me parecen las m¨¢s significativas, una, la primera y m¨¢s monumental, por reunir en un ¨²nico volumen su m¨¢s importante empresa narrativa, la trilog¨ªa que se refiere a El reino de Celama, ciclo compuesto por tres novelas (que no lo son tanto, como ya dir¨¦), El esp¨ªritu del p¨¢ramo (1996), La ruina del cielo (1999) y El oscurecer (2002), dispersas aunque unidas en sus primeras apariciones en la buena editorial que es Ollero & Ramos, que tambi¨¦n hab¨ªa lanzado en edici¨®n no venal el ap¨¦ndice Vista de Celama, que regal¨® a clientes y amigos en el a?o 1999. Y a ella pienso que se puede unir la edici¨®n de bolsillo de Los males menores. Microrrelatos, aparecida hace 10 a?os por primera vez, por su excelente y larga introducci¨®n a la obra del autor, escrita por uno de sus mejores especialistas, el cr¨ªtico y profesor Fernando Valls, y por el "ap¨¦ndice did¨¢ctico", que le ha colocado Enrique Turpin, que convierten el libro en especialmente apto para el consumo escolar.
EL REINO DE CELAMA
Luis Mateo D¨ªez
Aret¨¦. Barcelona, 2003
696 p¨¢ginas. 29,50 euros
LOS MALES MENORES
Luis Mateo D¨ªez
Edici¨®n de Fernando Valls
Espasa. Madrid, 2002
222 p¨¢ginas. 7,65 euros
Estas dos publicaciones se complementan a la perfecci¨®n para mejor entender la empresa literaria de Luis Mateo D¨ªez, que ha triunfado sobre todo a trav¨¦s de sus novelas largas -La fuente de la edad (1986) y la citada La ruina del cielo que le proporcionaron sendos premios de la Cr¨ªtica y el Nacional de Literatura tambi¨¦n en dos ocasiones-, lo que le llev¨® despu¨¦s a ganar el Premio Castilla y Le¨®n de las Letras y ser elegido para el sill¨®n que ahora ocupa como miembro de la Real Academia Espa?ola. Pero creo que si el impulso principal para este triunfo se debi¨® sobre todo a sus novelas, el n¨²cleo central de la obra de Luis Mateo D¨ªez est¨¢ sobre todo en sus cuentos, pues son sus relatos los que le han elevado a la categor¨ªa de narrador excepcional que ahora ostenta.
Esto se ve con toda claridad en el primero de estos dos libros, que aunque est¨¢ compuesto por tres "novelas" propiamente dichas, no lo son del todo, pues cada una de ellas se compone a su vez del conglomerado de muchos cuentos o relatos breves. Lo que se ve bien si se contraponen sus t¨ªtulos a sus subt¨ªtulos. El esp¨ªritu del p¨¢ramo se subtitula 'Un relato', pero en realidad est¨¢ compuesto de 15, bien que levemente engarzados el primero y el ¨²ltimo para dar una sensaci¨®n de continuidad que de hecho no existe, pues en ellos prima el espacio sobre el tiempo, esto es, la simultaneidad sobre la sucesi¨®n. As¨ª, la tercera novela de la trilog¨ªa, El oscurecer, que se subtitula 'Un encuentro', nos cuenta por lo menos tres -un viejo que quiere volver a Celama sin conseguirlo y que dialoga con un perro, un joven perseguido que quiere huir sin poder hacerlo y sus perseguidores que por all¨ª pasan- para diluir la naturaleza y el paisaje en su inevitable final, la desaparici¨®n de ese gran reino imaginario al que Mateo D¨ªez despide con respeto, nostalgia y desolaci¨®n.
Pues Celama viene de la realidad,
y esto se ve con toda claridad en la parte central de la trilog¨ªa que es la m¨¢s larga y mejor, y que no habla de "un obituario", sino de cerca de 357 (incluidos animales y esp¨ªritus, los he contado) repartidos en 68 cap¨ªtulos, lo que constituye un friso de personajes, episodios y m¨¦todos de escritura -del ensayo a la escena teatral, del poema cl¨¢sico al popular, del episodio al discurso, del drama pasional al rid¨ªculo, de la alucinaci¨®n a la disoluci¨®n, todo ello recordando a la vez al universo del Pedro P¨¢ramo de Juan Rulfo o al cementerio de Edgar Lee Masters en Spoon River. Se ha hablado tambi¨¦n de otros territorios imaginarios, como el Yoknapatawpha de Faulkner, el Macondo de Garc¨ªa M¨¢rquez o la Santa Mar¨ªa de Onetti, pero se ha olvidado una presencia evidente, la de Juan Benet y su Regi¨®n (que estaba precisamente en las monta?as al norte del P¨¢ramo, del Desierto o de Celama, que todos esos nombres re¨²ne) y que inspir¨® directamente el mapa que Mateo D¨ªez nos dio en 1999 y que aqu¨ª tambi¨¦n se incluye. La ruina del cielo es un aglomerado de centenares de historias, cuentos y relatos, que integra y resume toda la epopeya de la evanescente Celama, un gran canto a la memoria del autor y al mundo rural donde naci¨® y cuya cultura est¨¢ desapareciendo.
?Y Los males menores? Bien definidos como "microrrelatos" son una puerta abierta a la fantas¨ªa del escritor y hasta quiz¨¢ una experimentaci¨®n, pues nunca puede existir tanto clasicismo aut¨¦ntico -entre Cervantes y Valle-Incl¨¢n- sin abrir nuevas puertas hacia delante. Y es muy ¨²til aqu¨ª leer la gran introducci¨®n de Fernando Valls a la vida y obra enteras de Luis Mateo D¨ªez, y los ejercicios que propone Enrique Turpin, que son inmejorables.
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