Y ahora, Palestina
Una raz¨®n de peso para desear que Estados Unidos proclame el fin de la guerra de Irak -lo que puede ser inminente tras la ocupaci¨®n de Tikrit- es la inalcanzable paz en Oriente Pr¨®ximo. George Bush ha prometido que tras la victoria -y la formaci¨®n de un Gobierno palestino reformado- har¨ªa p¨²blica la llamada hoja de ruta, plan del cuarteto que integran, adem¨¢s de EEUU, la UE, la ONU y Rusia, y cuyo objetivo es poner fin al conflicto creando un Estado palestino para 2005. Poco se sabe de este nuevo proceso de paz, aparte de las discrepancias de interpretaci¨®n de sus protagonistas. El plan prev¨¦ la retirada israel¨ª de los territorios aut¨®nomos palestinos, as¨ª como la congelaci¨®n de la colonizaci¨®n sionista en los mismos a cambio del fin de la Intifada, con su epicentro en los atentados suicidas de Ham¨¢s y la Yihad Isl¨¢mica.
El jefe de Gobierno designado palestino, Abu Mazen, que someti¨® ayer a Arafat la lista de su Gabinete reformista, acepta el proyecto como base negociadora; pero el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, ha anunciado 15 reservas, a¨²n oficialmente desconocidas, para empezar a hablar. Y, por a?adidura, ambos coinciden en disentir sobre algo esencial: los palestinos piden que retirada, congelaci¨®n y fin de la violencia sean simult¨¢neos, y Sharon, que el Gobierno palestino desarme al terror y garantice la paz por un periodo indefinido, para que, s¨®lo entonces, Israel empiece a cumplir.
Para complicar a¨²n m¨¢s las cosas, el presidente Arafat ha presionado hasta el ¨²ltimo momento a Abu Mazen para que forme un Ejecutivo que le siga resultando manejable. Y el jefe de Gobierno, todav¨ªa sin equipo ni poderes, sabe que si no hay cumplimiento paralelo, Ham¨¢s se negar¨¢ a cesar en los atentados, con lo que la hoja de ruta amenazar¨ªa con convertirse en un callej¨®n sin salida.
Este enroque de posiciones s¨®lo tiene una salida, que est¨¢ en manos de Bush. Algo del capital pol¨ªtico acumulado en Irak por el presidente norteamericano debe servir para revitalizar el proceso de paz, convenciendo a Sharon de que acepte alguna reciprocidad en los tiempos de cumplimiento. El primer ministro israel¨ª asegur¨® ayer que est¨¢ dispuesto a eliminar asentamientos jud¨ªos en Cisjordania a cambio de la paz con los palestinos. El derechista Sharon lleg¨® a admitir que la continuada ocupaci¨®n de los territorios palestinos es insostenible moral y econ¨®micamente.
La negociaci¨®n inaugurada por la firma de Washington, en septiembre de 1993, muri¨® a manos de la colonizaci¨®n israel¨ª y de los atentados terroristas. Se ha vuelto a la primera casilla. El error de aquel proceso fue dejar la soluci¨®n de los grandes problemas -acuerdo sobre Jerusal¨¦n, regreso de los refugiados palestinos, extensi¨®n ¨²ltima de la retirada israel¨ª- para una mal definida fase final. De todo ello habr¨¢ que comenzar a hablar desde el principio para que sea posible fundar un d¨ªa, lo m¨¢s pronto posible, el Estado al que los palestinos tienen derecho.
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