El Pamesa, a un paso del t¨ªtulo
El Pamesa dio un paso de gigante para ganar la ULEB al imponerse al Novo Mesto en Eslovenia con una gran defensa y un car¨¢cter, por fin, verdaderamente ganador.
El Novo Mesto, eso s¨ª, golpe¨® primero. Mientras el Pamesa enviaba cada bal¨®n al coraz¨®n de la pintura, donde Oberto y Tomasevic eran muy superiores en el cuerpo a cuerpo, los eslovenos revert¨ªan el movimiento. Cada pelota volaba desde el per¨ªmetro por medio de Capin o Maravic, terreno merodeado incluso por los p¨ªvots, especialmente Arnold. Tres triples seguidos dibujaron un 9-2 preocupante. El jovencito Capin, defendido sin ¨¦xito por Luengo, impon¨ªa un ritmo alocado.
As¨ª fue hasta que el Pamesa tapon¨® la mejor v¨ªa ofensiva del Novo Mesto, los tiros lejanos, y Rodilla y Montecchia aparecieron por el encuentro. En cuanto fall¨® varios triples seguidos, el equipo esloveno se qued¨® en blanco, desequilibrado porque en ataque s¨®lo vive de una idea: lanzar desde lejos una y otra vez. El Pamesa sabe jugar dentro y fuera. Por un lado, Oberto y Tomasevic, dos acostumbrados a la presi¨®n, se movieron con soltura en la zona; por otro, Robles y Rodilla demostraron que tambi¨¦n tienen buena mu?eca. El marcador vir¨® hacia un 21-32 y se igual¨® al descanso (44-48), cuando el t¨¦cnico Olmos dio descanso a los titulares. El relevo lo cogi¨® Hopkins, uno que nunca se arruga.
NOVO MESTO 78 - PAMESA VALENCIA 90
Novo Mesto: Capin (20), Duscak (4), Maravic (17), Bader (2), Arnold (28) -cinco inicial-; Gnjidic (7), Balazic, Mathis y Drobnajk.
Pamesa: Rodilla (15), Luengo (9), Para¨ªso (10), Tomasevic (6), Oberto (14) -cinco inicial-; Robles (12), Hopkins (12), Kammerichs (2), Montecchia (8) y Cardinal (2).
Parciales: 21-26, 23-22, 20-23, 14-19.
?rbitros: Pitsilkas, Dorizon y Jocevic.
Lleno en el Leon Stukelj, 3.200 espectadores. La vuelta se juega el jueves 24 en Valencia.
En la segunda parte, el Novo Mesto adelant¨® su defensa para acelerar el choque. Puestos a correr, el Pamesa respondi¨® con inteligencia. Cerr¨® el rebote en defensa y baj¨® el partido de revoluciones, obligando al Novo Mesto a posiciones de tiro muy forzadas y alargando las posesiones. Los ¨²ltimos minutos fueron un recital del Pamesa, que se situ¨® a s¨®lo un paso de su primer t¨ªtulo europeo.
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