Ibarretxe ultimar¨¢ su plan soberanista en funci¨®n del resultado de las municipales

La nueva fotograf¨ªa que del Pa¨ªs Vasco arrojen las pr¨®ximas elecciones municipales y la negociaci¨®n de las propuestas de sus socios de Gobierno, EA e IU, determinar¨¢n la forma final del plan de libre asociaci¨®n que el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, llevar¨¢ al Parlamento en septiembre.

Aunque el borrador -o borradores, ya que existen varios de sus distintos apartados-, est¨¢ muy avanzado, el lehendakari lo ultimar¨¢ en v¨ªsperas del verano,tras recibir de nuevo al colectivo de personas a las que acostumbra a consultar y encargar documentos, y analizar con sus socios de Gobierno las propuestas de ¨¦stos.

Tanto EA como IU han querido hacerse presentes en el proceso. IU anunci¨® ayer mismo que en junio entregar¨¢ a Ibarretxe un texto articulado para un nuevo Estatuto, de corte federalista. IU quiere aparecer como "contrapeso y alternativa" al Plan Ibarretxe, aunque su portavoz, Julia Madrazo, matiz¨® que la propuesta no debe entenderse como "opuesta" al proyecto del lehendakari, sino como enriquecedora del mismo.

La forma final del proyecto depender¨¢ del resultado de las municipales y forales

IU anunci¨® tambi¨¦n su desvinculaci¨®n de cualquier tentaci¨®n de reeditar el Pacto de Lizarra, cuya sombra aparece de nuevo tras la reciente recomposici¨®n de la unidad de acci¨®n de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, que en 1998 preludi¨® aquel acuerdo. EA, por su parte, prepara tambi¨¦n un texto propio de contenido m¨¢s independentista.

Adem¨¢s de los socios, las elecciones tienen mucho que decir. Para junio se habr¨¢n despejado algunas inc¨®gnitas que tienen su importancia, aunque no van a disuadir a Ibarretxe ni le van a condicionar para grandes cambios en su plan, salvo que los movimientos fueran casi s¨ªsmicos.

Las principales son dos, qu¨¦ ocurre con ?lava, dif¨ªcilmente recuperable en principio para el nacionalismo en t¨¦rminos de gobierno, y hasta qu¨¦ punto el voto del independentismo vinculado a ETA pasar a la coalici¨®n PNV-EA y a la peque?a escisi¨®n de Aralar o se mantiene compactado en torno a la alternativa de la izquierda abertzale, aunque sea el voto nulo. Con esas dos interrogantes despejadas, Ibarretxe dar¨¢ el ¨²ltimo empuj¨®n a un texto articulado que ya est¨¢ en fase muy avanzada, seg¨²n reconocen colaboradores del lehendakari que esperan ser convocadas despu¨¦s de los comicios de mayo. Personas que trabajan en apartados concretos del plan admiten que varios de ellos est¨¢n "pr¨¢cticamente cerrados".

Vista la imposibilidad de un acuerdo que le d¨¦ mayor¨ªa parlamentaria en Euskadi y posibilite el consenso en las Cortes como en 1979, la gran pregunta es qu¨¦ futuro aguarda al plan Ibarretxe. La respuesta de un conocido catedr¨¢tico de Derecho Administrativo del Pa¨ªs Vasco, Joseba Aguirreazkuenaga, en un estudio sobre el tema, es la siguiente: "El plan Ibarretxe en cuanto tal plan no tiene ninguna viabilidad en ausencia de un pacto que garantice su posterior aprobaci¨®n en las Cortes generales. Por consiguiente, en ausencia de pacto, est¨¢ abocado al fracaso". El mismo profesor, dibuja cuatro direcciones posibles de salida: la continuidad del marco actual; el aumento de las competencias estatutarias mediante la modificaci¨®n del Estatuto por la v¨ªa del art¨ªculo 150.2 y la disposici¨®n adicional primera de la Constituci¨®n; la suspensi¨®n de la autonom¨ªa o que la mayor¨ªa del censo vasco respalde en una consulta popular la creaci¨®n de un Estado propio independiente de Espa?a.

Transcurridos siete meses dese su anuncio, igual que se reivindica legitimidad del plan, se reconoce su dif¨ªcil viabilidad, dada la relaci¨®n de fuerzas actual. Y lo hacen incluso personas del entorno con el que el lehendakari cuenta. Una de ellas expresaba hace pocos d¨ªas su pesimismo, dada la permanencia del terrorismo, el enquistamiento de posturas y las nulas expectativas de que el PSE var¨ªa la suya: "Si llegaran hasta donde llega Maragall, quitamos el resto en ese mismo momento", se?alaba una de esas personas en una conversaci¨®n privada. La condici¨®n previa de los socialistas, sin embargo, es que Ibarretxe retire la propuesta.

Los malos resultados de los independentistas de Quebec en las elecciones del domingo pasado han decepcionado al nacionalismo vasco, que se mira en ese ejemplo. Si el retroceso de los deseos separatistas se ha producido en una sociedad homog¨¦nea, con un 80% de franc¨®fonos y un proyecto claro, algunas voces en Euskadi se preguntan qu¨¦ no puede llegar a ocurrir en una comunidad como la vasca, partida en tres realidades institucionales diferentes, y la m¨¢s fuerte de ellas dividida luego internamente en territorios con poderes reales, donde s¨®lo un tercio domina la lengua propia y donde las mayor¨ªas cambian seg¨²n la elecci¨®n de que se trate.

El propio Ibarretxe dej¨® esta semana en el aire una convocatoria anticipada de elecciones si ve rechazado su plan en el Parlamento. Algo que s¨®lo puede impedir la abstenci¨®n deliberada de la ilegalizada Batasuna, si esta formaci¨®n, pese a su desacuerdo, desea dejar que siga el juego.