La dif¨ªcil b¨²squeda de la Viagra femenina
Los investigadores creen casi imposible lograr un f¨¢rmaco para la disfunci¨®n sexual en las mujeres
Desde que Viagra lleg¨® al mercado, hace cinco a?os, y se convirti¨® en uno de los f¨¢rmacos con receta m¨¢s vendidos de todos los tiempos, los investigadores est¨¢n buscando un tratamiento similar para las mujeres. Pero algo que resultaba evidente -que los mecanismos sexuales de las mujeres son distintos de los de los hombres- ha resultado ser un obst¨¢culo mayor de lo esperado. Los cient¨ªficos han descubierto que Viagra no act¨²a tan f¨¢cilmente sobre los ¨®rganos sexuales femeninos. El f¨¢rmaco funciona bloqueando una enzima que normalmente inhibe el flujo sangu¨ªneo y, al hacerlo, causa congesti¨®n en el tejido er¨¦ctil. El bloqueo de esa misma enzima en las mujeres no aumenta tan dr¨¢sticamente la circulaci¨®n en el tejido genital. Y en la medida en que lo hace, el cambio no supone necesariamente que la mujer sienta nada. La excitaci¨®n sexual de la mujer no es cuesti¨®n de hidr¨¢ulica.
"Es raro pensar en f¨¢rmacos cuando no sabemos a¨²n c¨®mo funciona la vagina"
"En los hombres, la disfunci¨®n er¨¦ctil es f¨¢cilmente perceptible y un tanto catastr¨®fica", afirma Leonard R. Derogatis, director del Centro de Salud y Medicina Sexual de la Universidad de Maryland, Baltimore (EE UU). "En las mujeres, los problemas son m¨¢s sutiles ", a?ade. "La excitaci¨®n sexual se mezcla con el deseo, y los problemas pueden ser m¨¦dicos y no m¨¦dicos. Y mientras que es dif¨ªcil que un hombre con una erecci¨®n no piense en el sexo, una mujer con un aumento del flujo sangu¨ªneo puede decir que no siente nada". Por supuesto, el deseo se mezcla con la excitaci¨®n sexual tanto en hombres como en mujeres. Y el deseo puede haber alcanzado un punto bajo en ambos sexos, debido a una vida cada vez m¨¢s estresada y ocupada.
Muchos expertos afirman que el deseo desempe?a una mayor funci¨®n sexual en las mujeres que en los hombres. Las cifras var¨ªan de unos estudios a otros; pero en conjunto, Barry W. McCarthy, profesor de la Universidad Americana y coautor del libro Rekindling Desire, calcula que uno de cada seis varones adultos y una de cada tres mujeres adultas sienten poco o ning¨²n deseo sexual.
Debido al papel que el deseo desempe?a en las mujeres y debido a su compleja funci¨®n sexual, quiz¨¢ sea imposible establecer un tratamiento que funcione para la mayor¨ªa de las mujeres, afirman los cient¨ªficos. El principio activo de Viagra por s¨ª mismo s¨®lo ser¨¢ eficaz para un grupo selecto.
Aunque se est¨¢n estudiando otros tratamientos para mujeres, falta mucho para que salgan al mercado. "Me impresionar¨ªa mucho que en el plazo de cinco a?os la FDA [la agencia del medicamento de EE UU] aprobase un producto para tratar la disfunci¨®n sexual en las mujeres", afirma el ur¨®logo Irwin Goldstein, pionero en el estudio de la excitaci¨®n sexual femenina.
Una de las posibles razones por las que Viagra no aumenta igual de bien el flujo sangu¨ªneo en las mujeres, afirma Goldstein, es que la enzima sobre la que act¨²a, la PD-5, s¨®lo parece estar presente en una de las cuatro capas vaginales. Eso puede explicar por qu¨¦ los estudios indican que este f¨¢rmaco no soluciona los problemas de excitaci¨®n femeninos, y por qu¨¦ tantas mujeres que lo han probado dicen que no las ha ayudado.
El ¨²nico tratamiento con receta m¨¦dica actualmente aprobado en EE UU para la disfunci¨®n sexual femenina es el Mecanismo de Terapia Clitoral Eros, una peque?a capucha aspiradora de pl¨¢stico blando, dotada de una bomba que funciona a pilas. Cuando se sit¨²a sobre el cl¨ªtoris, la aspiradora atrae la sangre a los tejidos, congestion¨¢ndolos.
Pero lo cierto es que no se sabe a cu¨¢ntas mujeres podr¨ªa ayudar este u otro tratamiento, porque los expertos todav¨ªa no se han puesto de acuerdo sobre cu¨¢ntas mujeres padecen disfunci¨®n sexual. El estudio de mayor tama?o y m¨¢s ampliamente citado sobre el tema hace referencia a 1.700 hombres y mujeres estadounidenses, y lo llev¨® a cabo en 1992 Edward O. Laumann, soci¨®logo de la Universidad de Chicago. El 43% de las mujeres de entre 18 y 59 a?os (frente al 35% de los hombres mayores de 40 a?os) informaron de que padec¨ªan cierto grado de disfunci¨®n sexual. Aproximadamente la mitad de estas mujeres, el 22% del total, citaron falta de deseo. El resto ten¨ªa dificultades con la excitaci¨®n o con el orgasmo, o le resultaban dolorosas las relaciones sexuales.
John Bancroft, director del Instituto Kinsey, de la Universidad de Indiana, considera que el resultado del 43% es demasiado alto. A los sujetos, se?ala, se les pregunt¨® si carec¨ªan de deseo sexual o si no encontraban placentero el sexo, pero no se les pregunt¨® si lo consideraban un problema. Recientemente ha realizado su propia encuesta en mujeres entre 20 y 65 a?os, y ha llegado a la conclusi¨®n de que s¨®lo el 24% mostraba preocupaci¨®n a causa del sexo.
El trabajo de Bancroft indica que, aunque muchos hombres pierden el inter¨¦s por el sexo cuando est¨¢n deprimidos o ansiosos, la incidencia declarada es menor que en las mujeres. En el estudio de Bancroft, los dos mayores factores que determinaban si una mujer se muestra angustiada eran las emociones que sent¨ªa durante el sexo (la cercan¨ªa con su pareja, por ejemplo) y si estaba deprimida o cansada. Las respuestas sexuales de su cuerpo -como la lubricaci¨®n vaginal o el orgasmo- eran mucho menos importantes, afirma Bancroft.
Incluso en los hombres, la disfunci¨®n sexual no es puramente mec¨¢nica. La mitad de las prescripciones de Viagra nunca se repiten, y los m¨¦dicos sospechan que se debe a que los hombres descubren que las erecciones no son su problema principal.
Debido a que el sexo implica una mezcla de actividad mental y f¨ªsica, no deber¨ªa esperarse que ning¨²n f¨¢rmaco obre milagros, afirma McKarthy. "Los hombres que no tienen ¨¦xito con Viagra son aquellos que piensan que este f¨¢rmaco los va a devolver a los 20 a?os", dice. "Les funciona a los hombres que lo integran en sus relaciones".
F¨¢rmacos en el horizonte
Se espera que este a?o la agencia del medicamento de EE UU (la FDA) apruebe otros dos f¨¢rmacos similares al Viagra: Cialis de Lilly y Levitra de Bayer. Estos f¨¢rmacos tambi¨¦n act¨²an sobre la enzima PD-5, pero ninguno se ha estudiado en mujeres. "Parece probable que los tratamientos hormonales sean ¨²tiles, afirman los investigadores, porque muchas mujeres tienen problemas sexuales cuando llegan a la menopausia y sus ovarios producen cantidades menores de hormonas sexuales. Los niveles m¨¢s bajos de estr¨®genos pueden hacer que el tejido vaginal se seque, y la reducci¨®n del nivel de andr¨®geno conduce a menor deseo y excitaci¨®n sexual. Se est¨¢ considerando la utilizaci¨®n de geles y parches de andr¨®geno para mujeres con disfunci¨®n sexual.
Otra nueva posibilidad son los f¨¢rmacos que act¨²an sobre el cerebro. La apomorfina, que aumenta el nivel del neurotransmisor cerebral dopamina, podr¨ªa utilizarse pronto para la disfunci¨®n sexual. Los estudios indican que tales f¨¢rmacos pueden aumentar el flujo de sangre en el cl¨ªtoris. Pero todav¨ªa no se sabe si este aumento del flujo mejora la respuesta sexual.
Tambi¨¦n se est¨¢ planteando la utilizaci¨®n de cremas que contienen prostaglandinas y otros agentes que aumentan el flujo sangu¨ªneo, y que podr¨ªan aplicarse antes de iniciarse la relaci¨®n sexual.
Demasiado que aprender
A los cient¨ªficos les queda mucho que aprender sobre la fisiolog¨ªa sexual femenina. Desde hace medio siglo, psic¨®logos y psiquiatras estudian la forma en que las emociones, la autoestima, la capacidad para relajarse y la din¨¢mica de la relaci¨®n influye en la vida sexual de las mujeres. Pero el intento de comprender c¨®mo funcionan los genitales femeninos durante la relaci¨®n sexual es relativamente reciente. "Este campo est¨¢ a¨²n en fase embrionaria", afirma el ur¨®logo Irwin Goldstein. "Es raro pensar en f¨¢rmacos cuando ni siquiera sabemos a¨²n c¨®mo funciona la vagina".
En los ¨²ltimos cinco a?os, los cient¨ªficos han observado la respuesta sexual en mujeres y en animales de laboratorio. Otros investigadores est¨¢n utilizando la toma de im¨¢genes ecogr¨¢ficas y de resonancia magn¨¦tica para examinar los cambios que se producen en la vagina y en el cl¨ªtoris de una mujer durante la excitaci¨®n sexual. Les gustar¨ªa comprender c¨®mo se traduce el deseo en excitaci¨®n del tejido genital.
"Sin tener una idea fisiol¨®gica clara de c¨®mo se relacionan todos los sistemas org¨¢nicos, no podemos saber si una mujer tiene un problema genital, si hay algo que interfiera con su procesamiento cerebral o, lo cual es bastante posible, si se dan ambas cosas", afirma Julia Herman, profesora de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Washington.
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