?M¨¢s madera!, ?es la guerra!
Las medidas fiscales y sociales anunciadas el pasado lunes por el Gobierno son, seg¨²n el autor, soluciones "enlatadas" a problemas pendientes y no ser¨¢n eficaces para el crecimiento econ¨®mico y el empleo
El surtido variopinto de medidas econ¨®micas que el presidente Aznar se ha agenciado estos d¨ªas en el supermercado electoral, y la manera como lo ha explicado a la opini¨®n p¨²blica en un acto con dirigentes de su partido, recuerda cada vez m¨¢s a una de esas imitaciones de Groucho Marx en las que parece estar especializ¨¢ndose nuestro presidente de Gobierno.
Alguna de las propuestas anunciadas ahora ya est¨¢ en vigor desde hace tiempo, como la subvenci¨®n de la cotizaci¨®n social para las madres que se reincorporan al mercado laboral. Otras fueron medidas propuestas por el PSOE en el Parlamento y votadas en contra por el PP, como las ayudas a los aut¨®nomos. Otras, en fin, no tienen nada que ver con el objetivo anunciado, como facilitar el acceso a la vivienda de los j¨®venes y las deducciones fiscales a los fondos de inversi¨®n inmobiliaria en alquiler. Da lo mismo. El objetivo era y es distraer el debate pol¨ªtico de una posguerra en Irak donde siguen sin aparecer ni Sadam Husein, ni las armas de destrucci¨®n masiva, ni las vinculaciones con el terrorismo, ni el apoyo entusiasta de los ciudadanos iraqu¨ªes a los libertadores.
Son unas medidas m¨¢s pensadas para el telediario y el mitin que para resolver problemas
Aznar ha vuelto a hacer pol¨ªtica desde su estilo habitual bronco, agresivo y de confrontaci¨®n
Por ello, por la precipitaci¨®n con la que se lo han preparado desde el gabinete de comunicaci¨®n pertinente, no se trata de un necesario plan de reactivaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, ni de medidas para combatir nuestra elevada inflaci¨®n, ni para mejorar nuestra deteriorada productividad, ni tan siquiera para reducir una precariedad laboral a todas luces intolerable. No. El presidente Aznar anuncia a bombo y platillo medidas selectivas en beneficio supuesto de tres colectivos desfavorecidos, mujeres, j¨®venes y aut¨®nomos, de la misma manera distante, autoritaria y prepotente con la que apoy¨® una guerra que el 90% de los espa?oles no quer¨ªan. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo, en un despotismo cada vez menos ilustrado y m¨¢s televisado.
Si Aznar, antes de anunciar sus medidas, hubiera hablado con las mujeres con problemas para compatibilizar su vida familiar y laboral, le habr¨ªan dicho que el principal obst¨¢culo a remover no est¨¢ en las cotizaciones sociales de los empresarios que las quieran contratar o en la normativa laboral, como demuestra el fracaso de los contratos a tiempo parcial pensados para esta eventualidad.
El problema fundamental est¨¢ en la ausencia de guarder¨ªas o ayudas domiciliarias de acceso universal que no se puede resolver con deducciones fiscales, sino con m¨¢s inversi¨®n p¨²blica que eviten que Espa?a se sit¨²e a la cola de Europa en medidas de apoyo a la familia.
Si Aznar hubiera hablado con los aut¨®nomos le habr¨ªan dicho que, adem¨¢s de reducir el plazo para cobrar la baja por enfermedad que anuncia ahora, despu¨¦s de votarlo en contra en el Parlamento, deber¨ªa aprobar un Estatuto del Trabajador Aut¨®nomo que recoja una aproximaci¨®n gradual a las prestaciones del r¨¦gimen general de la Seguridad Social, la posibilidad de contratar familiares o de acceder a un fondo de garant¨ªa que les cubriera en periodos de inactividad forzosa.
Le habr¨ªan dicho, tambi¨¦n, que para facilitar la creaci¨®n de nuevas empresas, en lugar de complicadas f¨®rmulas fiscales es m¨¢s importante quitar tr¨¢mites y papeleo burocr¨¢tico.
Si hubiera hablado con los j¨®venes con problemas de acceso a la vivienda le hubieran dicho que ¨¦l es el responsable principal de esa situaci¨®n, ya que la espectacular subida del precio de los pisos ha sido consecuencia de las reformas legales de la Ley del Suelo aprobadas por el Gobierno que preside el se?or Aznar, unida a la no menos espectacular ca¨ªda en la construcci¨®n de vivienda de promoci¨®n p¨²blica y a la proliferaci¨®n de los contratos temporales que ha acompa?ado su gesti¨®n. Desde esa perspectiva, resultan irrelevantes las ventajas fiscales concedidas a las empresas que inviertan en vivienda en alquiler.
Pero en lugar de hablar con los afectados, interesarse por su situaci¨®n y buscar soluciones compartidas, el presidente Aznar ha vuelto a hacer pol¨ªtica desde su estilo habitual, bronco, agresivo y de confrontaci¨®n. El resultado son unas medidas de dise?o, m¨¢s pensadas para el telediario y el mitin electoral que para resolver de verdad los problemas y de mucho menor calado, por cierto, que las incluidas en cualquier Ley de Presupuestos.Es decir, un fiasco. Un gran fraude a los ciudadanos. Un se?uelo para evitar el necesario debate.
Se apuntan los problemas, se oculta la responsabilidad del Gobierno en la creaci¨®n de los mismos y se anuncian como soluciones enlatadas lo que no pasa de ser un mero apunte marginal dentro de lo que deber¨ªa ser una aut¨¦ntica soluci¨®n. Un puro arbitrismo seg¨²n el cual una deducci¨®n fiscal por aqu¨ª, una desgravaci¨®n por all¨¢ y una subvenci¨®n a la Seguridad Social por acull¨¢, act¨²an de b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s que todo lo cura. Lo importante es hacer como que se hace y lo que se hace, de espaldas a los afectados. Igual que en el caso del Prestige, igual que en la guerra de Irak.
Todo un estilo de malgobierno se trasluce, pues, con las medidas reci¨¦n anunciadas por el presidente Aznar que permiten, adem¨¢s, entrever los muchos y graves problemas que todav¨ªa quedan por resolver en nuestro pa¨ªs. Un estilo de llevar los asuntos p¨²blicos tan bien reflejado en esa famosa escena de la pel¨ªcula de los hermanos Marx en la que Groucho, convertido en maquinista temporal, reclama ?m¨¢s madera!, ?es la guerra!, en una enloquecida huida hacia delante que amenaza con destrozar el tren entero.
Jordi Sevilla es secretario de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Ocupaci¨®n del PSOE.
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