Candidatos

No est¨¢ del todo claro que el poder corrompa; lo que s¨ª es seguro es que atonta. El pasado fin de semana, los peri¨®dicos anunciaban el prop¨®sito de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de "volcarse" en las municipales. Est¨¢ claro que el presidente del Gobierno no ha ca¨ªdo en la cuenta -y nadie se ha atrevido a dec¨ªrselo- de que la valoraci¨®n de los alcaldes del PP supera, e incluso dobla, a la del mism¨ªsimo Aznar. Lo cual, dicho sea de paso, no es nada dif¨ªcil si se tiene en cuenta las profundidades abisales por las que pasea la popularidad del inquilino de la Moncloa.

Es normal que Aznar siga creyendo que su presencia en actos electorales puede beneficiar a los candidatos de su partido: todo gobernante termina expulsando de su entorno a los cr¨ªticos -a los que tilda de agoreros- y se rodea exclusivamente de aduladores. Pero barrunto que m¨¢s de un alcalde del PP s¨ª ha pensado que sus siglas y su presidente pueden costarle el cargo. Quiz¨¢ por eso, a mediados de marzo, cuando las manifestaciones pacifistas estaban en su apogeo, el onubense Pedro Rodr¨ªguez present¨® su candidatura sin hacer uso ni de las siglas PP, ni de la gaviota, animal con la que alg¨²n dise?ador poco versado en zoolog¨ªa trat¨® de identificar a ese partido sin tener en cuenta de que el mencionado bicho es un pertinaz carro?ero.

Quiz¨¢ por la misma raz¨®n, la alcaldesa de C¨¢diz y presidenta del PP andaluz, Te¨®fila Mart¨ªnez, ha hecho desaparecer de su publicidad electoral el nombre de su partido. Pero me temo que tanto Pedro Rodr¨ªguez como Te¨®fila Mart¨ªnez no podr¨¢n evitar que Aznar vaya a visitarlos y se haga una foto con ellos. No es maldad: estoy convencido de que el presidente del Gobierno lo hace con su mejor fe.

Tambi¨¦n el alcalde de Marbella, Juli¨¢n Mu?oz, ha retirado el nombre del GIL de su propaganda radiof¨®nica y s¨®lo lo exhibe, muy fugazmente, al final de los spots de televisi¨®n. En el caso de Mu?oz las razones pueden ser otras: hasta el ¨²ltimo momento ha estado negociando con Jes¨²s Gil el contenido de su lista. El alcalde de Marbella, en caso de desacuerdo, pod¨ªa refugiarse como cabeza de lista en un partido de nueva creaci¨®n auspiciado por un grupo de familiares y amigos. A ¨²ltima hora, Gil y Mu?oz llegaron a un acuerdo y utilizaron la t¨¦cnica de hacer listas que en el PSOE llaman "de cremallera", aunque en vez de alternar chico-chica-chico-chica, han ido repartiendo los puestos -uno para ti, otro para m¨ª- entre ambos bandos -?o cabr¨ªa decir "bandas"?-, el suyo y el de Jes¨²s Gil.

No es improbable que Juli¨¢n Mu?oz -que se ha enriquecido prodigiosamente durante su carrera pol¨ªtica, como la mayor parte de los ediles del GIL- sea inhabilitado antes de que acabe su pr¨®ximo mandato, si es que, como es probable, gana: su nombre sigue apareciendo en muchos sumarios judiciales. En ese caso, ser¨ªa sustituido por el n¨²mero dos: el favorito impuesto por el presidente del Atl¨¦tico, Tom¨¢s Re?ones, antiguo futbolista de ese equipo, del que se dice en la biograf¨ªa de Gil escrita por Juan Luis Galiacho que ejerc¨ªa de topo infiltrado en el vestuario".

Si nos creemos lo que dicen las encuestas, la presencia de Marbella en las p¨¢ginas de Sucesos y Tribunales estar¨¢ garantizada durante cuatro a?os m¨¢s.