'Casi en guerra'
S¨®lo a los dictadores se le permiten este tipo de disparates. Los afectos, porque es una masa acr¨ªtica, viven del momio, r¨ªen la gracia. Otra gran parte de la gente calla por prudencia, s¨®lo quedan unos pocos que se atreven a decir "!vaya burrada!". Precisamente entre ellos los "conversos" del Basta Ya!, que por haber luchado contra una dictadura pasada posiblemente no sean tan "conversos" por oponerse a otra en ciernes, que necesita del franquismo, de su ret¨®rica, de su po¨¦tica, de su milenarismo, de su belicismo. Entonces, y ahora, era y es un problema de libertad, por consiguiente de dignidad humana. Los "conversos" no se han tenido que convertir a nada y, quiz¨¢s, tampoco Arzalluz abandonara nunca el nacionalismo tradicionalista, crease ¨¦l mismo lo que se crea de s¨ª mismo, triunfante en el treinta y nueve.
Aunque a veces el temor que produce este tipo de boutades hiele la sangre, hay que agradecer que los posicionamientos pol¨ªticos e ideol¨®gicos vayan quedando claros, y aunque la mezquina intenci¨®n del PNV se quedara tan s¨®lo en arrebatar todos los votos que pueda a Batasuna, el camino de este partido y del propio lehendakari es sin retorno, se est¨¢n yendo demasiado lejos del marco democr¨¢tico. Muestra de este distanciamiento es el desgraciado documento que este partido present¨® ante la celebraci¨®n del Aberri Eguna, y que, como no pod¨ªa ser de otra manera, legitima la violencia terrorista de ETA de nuevo.
Desautorizando a Aznar por su apoyo a la guerra en Irak no se puede acabar justificando a ETA, m¨¢xime cuando el mismo documento olvida mencionar a las miles de personas amenazadas por ella. Y la referencia, en canto milenarista a la construcci¨®n del pueblo vasco, remiti¨¦ndose a la Biblia y compar¨¢ndolo -err¨®neamente como aclaran Gonz¨¢lez y Aguirre- a la construcci¨®n de Jeric¨®, "con una mano en el pico y la otra en la espada", se formula una ¨¢ulica declaraci¨®n donde las haya y denotativa de una actitud b¨¦lica. Y, ?qui¨¦n mejor que ETA usa la espada cuando, por lo visto, los del pico -no precisamente de plata- son los del PNV?. La espada para defender, con una po¨¦tica almibarada digna de Blas Pi?ar, "este pueblo ancestral y noble, a esta tierra verde de mar y monta?a...".
El documento no s¨®lo declara la patria vasca incompatible con cualquier otra, sino que, siguiendo su sustancial sectarismo, manifiesta que la transici¨®n democr¨¢tica fue un invento para contentar a todos. Una virtud pol¨ªtica que el PNV convierte en vicio. No estaba el PNV entonces, que yo sepa, por la encarnizada venganza, y le recuerdo hasta feliz viendo que se contentaba a todos los que estuvieran por apoyar una salida democr¨¢tica, ?o quer¨ªa otra guerra civil?. Con esta visi¨®n que posee en la actualidad resulta l¨®gico que rechace el Estatuto y la Constituci¨®n y, en coherencia, debiera, algo que no hace, rechazar a la UE.
Acusar al PSE y al PP de s¨®lo tolerar y no aprender el euskara constituye un entrometido exceso que roza los malos procedimientos difusores de Goebels. La ¨²ltima v¨ªctima de ETA era euskaldun por los cuatro costados, de Basta Ya! y del PSE. Pero m¨¢xime cuando fue el PSE, porque no quer¨ªa o no pod¨ªa hacerlo el PNV, el que democratiz¨® el acceso de la ciudadan¨ªa al euskara con la Ley de la Escuela Vasca, y a cuyos dos consejeros promotores uno lo mat¨® ETA y al otro casi lo mata. As¨ª se cuenta la historia, pero de lo se que trata es de poner a todo no nacionalista contra el euskara y que s¨®lo el nacionalismo se sienta portador de ¨¦l.
Todo un excesivo ejercicio involutivo respecto a los valores democr¨¢ticos y la aceptaci¨®n, por el contrario, de un discurso y unas formas muy reconocibles en la dictadura pasada. El PNV est¨¢ huyendo de las convenciones previas (la transici¨®n) que hacen posible la democracia. Todo el mundo debe ser igual ante la ley, nadie puede violentamente atentar contra ella, una serie de principios que se articulan en un corpus legal. Cuando no se respeta la ley, el respeto a la representaci¨®n mayoritaria, tambi¨¦n recogido en ley, no tiene sentido. As¨ª el PNV se est¨¢ metiendo en la boca del lobo. Negando la ley, la ley extranjera, es decir, la espa?ola, ?qu¨¦ va a hacer cuando un candidato de la muy probable ilegalizada AuB se arrogue por medio de papeletas nulas el resultado mayoritario en un pueblo?.
Lo que vaya a hacer casi nos da igual. El problema reside en lo que ya est¨¢ haciendo con su discurso ¨¦tnico-populista: creando todas las condiciones para la inestabilidad pol¨ªtica, la legitimaci¨®n del terrorismo, el odio, el rencor y la insatisfacci¨®n que todos los milenarismos conllevan, aunque se pase por encima de los cad¨¢veres de los cada d¨ªa m¨¢s numerosos e inventados enemigos de Euskal Herria. Esos sentimientos e insatisfacciones ni con sangre son satisfechos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.