Contra la entrop¨ªa
La herej¨ªa -escribi¨® Zamiat¨ªn- es el ¨²nico remedio contra la entrop¨ªa del pensamiento humano. A Garc¨ªa Calvo, hereje de nuestras letras -que tampoco lo es tanto, pero lo que importa es que ¨¦l quiere serlo-, hay que leerlo as¨ª, como remedio contra cualquier forma de entrop¨ªa intelectual. De hecho, le resultan m¨¢s adecuadas las met¨¢foras tomadas del idioma de la f¨ªsica que del de la religi¨®n. El lector que se adentre en este Registro de recuerdos encontrar¨¢ numerosas referencias a los modelos f¨ªsicos, desde Lucrecio hasta Einstein, pues no en vano la f¨ªsica se ocupa de la gran contrincante de este poeta: la Realidad. Si en estas p¨¢ginas hubiera que elegir un lema para este gran contrariador, yo propondr¨ªa ¨¦ste: "La Realidad es al rev¨¦s".
REGISTRO DE RECUERDOS (CONTRANOVELA)
Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo
Lucina. Zamora, 2003
319 p¨¢ginas. 14 euros
L¨®gico que el libro se presente como contranovela (contramemorias, contrabiograf¨ªa) heredera de las antinovelas de hace un siglo. Los cap¨ªtulos han ido viendo la luz en la prensa durante dos a?os. ?sa es la raz¨®n por la que el relato se desgrana en una suerte de p¨¢rrafos, intermedios entre el verso ("cu¨¢nta voz de sereno desenga?o") y la prosa r¨ªtmica ("vender vida por dinero, ganar la muerte"). Narrativo, descriptivo, reflexivo, y en ese orden, Garc¨ªa Calvo ha puesto aqu¨ª su vida. Su nombre (como autor) lo ha puesto entre interrogaciones en la portada y en los encabezamientos. L¨¢stima que no haya podido hacerlo en el copyright, porque hubiese contrariado con este registro personal todos los registros institucionales, incluidos el civil y los de la propiedad.
Por ser muy verbal, esta contranovela resulta muy temporal y muy poco espacial. "Novela a contratiempo", concentra sus lugares en Zamora y Par¨ªs. Intercalada, Salamanca. Pertenece a lo verbal su ortograf¨ªa: "Esactamente, esterno, istant¨¢nea, t¨ª". Obsesionado por desenmascarar la mentira, desciende hasta las letras y los acentos, en una coherencia implacable que a veces, para qu¨¦ enga?arnos, molesta a la vista o al o¨ªdo, cosa que seguramente le complace ("Heraclito", "Saf¨®"). Su propia distribuci¨®n de las may¨²sculas (el Jefe, la Tele, el Bienestar, el Auto) muestra su alergia (algo ingenua) al orden convencional del mundo. En fin, unamuniano hasta la m¨¦dula.
Calificar un libro de imprescindible parece hip¨¦rbole. Sin embargo, algunos cap¨ªtulos o art¨ªculos o poemas o lo que quiera que sean no pueden ser omitidos en el balance de nuestra literatura, como su elogio a contrario de la feminidad: "No, no: estoy harto y cansado de ser activo, de obedecer a la Ley de divisi¨®n de los sexos y sus funciones, de sentirme obligado a ser el que lo hace, el que se lanza, enhiesto, a romper tu desv¨ªo de ni?a sabia". Se dirige este ateo -por necesidad metaf¨ªsica- a la virgen Mar¨ªa. "M¨¢s all¨¢ de mis angustias de ni?o masculino", pregunta: "?C¨®mo nos libraremos de esta peste masculina de la agencia, la autor¨ªa, la paternidad y la autoridad?". En Mar¨ªa se cumple "la gracia del rechazo de la Realidad", es decir, ¨¦l mismo. La primera sonrisa, una meditaci¨®n simult¨¢nea sobre la Navidad y la Buc¨®lica IV, deleitar¨¢ a paganos y a cristianos y a los que hasta ese momento creyeran ser indiferentes. En una sola l¨ªnea caben todos los que Garc¨ªa Calvo es o ha sido: el fil¨®sofo, el latinista, el traductor, el dramaturgo, el poeta. Est¨¢ hablando de los cinco sentidos y de pronto nos recuerda "lo que Lucrecio sabe: que todos son tacto". Mezclado con esa sabidur¨ªa aparece lo coloquial, lo vulgar y lo raro, tanto que parece incompartible. Sigue siendo esa especie de cascarrabias metaf¨ªsico que siempre ha sido: "Estoy contra el Auto, porque estoy contra el futuro". Claro que el futuro, en su idioma, es sin¨®nimo de muerte. Y el pasado, de vida, por eso lo guarda. En la dulzura de algunos argumentos, su pesimismo limita con la inocencia: "El agua es buena, por lo tanto no puede ser real".
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