Fiesta 'taronja' en Valencia
Los jugadores del Pamesa celebran junto a unos 1.500 aficionados el t¨ªtulo de campe¨®n de Europa de baloncesto
Despu¨¦s de celebrar en privado y hasta altas horas de la madrugada el t¨ªtulo de campe¨®n de la Copa ULEB de baloncesto, conseguido el jueves en Valencia, los jugadores y t¨¦cnicos del Pamesa se lanzaron ayer a la calle para compartir el trofeo con los aficionados. Hasta unos 1.500 acompa?aron al equipo en su trayectoria por diversos puntos de la ciudad. Los jugadores acudieron en autob¨²s desde el pabell¨®n de la Font de Sant Llu¨ªs hasta la Bas¨ªlica de la Virgen de los Desamparados, la Generalitat y el Ayuntamiento. A su paso fueron saludados y vitoreados por unos aficionados ataviados en su mayor¨ªa con bufandas y camisetas de color naranja, el que viste el Pamesa.
"Muchas veces nos ha tocado llorar de tristeza, y ahora nos toca llorar de alegr¨ªa", dijo el base Nacho Rodilla, uno de los s¨ªmbolos de la afici¨®n. Tras ganar la Copa, Rodilla y Luengo se fundieron en un abrazo y empezaron a llorar. Ya hab¨ªan perdido tres finales, y ayer celebraron por fin un triunfo. "?El a?o que viene Europa temblar¨¢!", grit¨® Luengo, bufanda al aire, desde el balc¨®n del Ayuntamiento. El Pamesa jugar¨¢ la pr¨®xima temporada la Euroliga, la m¨¢xima competici¨®n internacional de clubes, y ¨¦se fue uno de los argumentos m¨¢s utilizados por la afici¨®n, deseosa de nuevos ¨¦xitos tras celebrar su primer t¨ªtulo europeo. "El a?o pasado prometimos que ser¨ªamos campeones de Europa, y aqu¨ª estamos. ?Ahora a por la ACB y a por la Euroliga!", afirm¨® un emocionado Juan Roig, el presidente del Pamesa.
No faltaron por supuesto los t¨ªpicos c¨¢nticos a los campeones. Desde el tradicional Xe qu¨¨ bo hasta el m¨¢s actual We are the champions, el repertorio fue amplio. "Vosotros sois los verdaderos campeones de Europa, y ahora vamos a intentar traeros la liga", dijo desde el Ayuntamiento el entrenador del equipo valenciano, Paco Olmos, af¨®nico despu¨¦s de tanto ajetreo. En la Generalitat, los aficionados corearon uno por uno el nombre de los jugadores, que salieron a saludar. Oberto, Montecchia, Para¨ªso, Robles... Hasta Hopkins se atrevi¨® a pronunciar algunas palabras, medio en espa?ol medio en ingl¨¦s, mientras no se perd¨ªa detalle con su minic¨¢mara. Abbio, ya sin muletas por su operaci¨®n del tend¨®n de Aquiles, brome¨® con la prensa. "Yo salto", dijo el escolta italiano.
Y Kammerichs se tom¨® el desaf¨ªo al pie de la letra. Tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento sac¨® una pierna por el balc¨®n como si fuera a lanzarse encima de la gente. "Esto es para ustedes", dec¨ªa el argentino ya en la calle, al tiempo que acercaba la copa a los aficionados, que se agolpaban para tocarla. "Pues ¨¦sto es s¨®lo el principio", dijo Abbio. "?Campeoooones, campeooones!", se o¨ªa en la calle. Despu¨¦s de varias derrotas, la fiesta fue por fin taronja.
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