Una vida m¨¢s barata y eliminar la corrupci¨®n
Las razones por las que los ciudadanos argentinos dec¨ªan elegir ayer entre los cinco candidatos que pod¨ªan llegar a la presidencia no abundaban en cuestiones program¨¢ticas: "Vot¨¦ a Menem para que el peso vuelva a valer igual que el d¨®lar; con Carlitos est¨¢bamos mejor", explicaba Ludovico Gonz¨¢lez, 22 a?os, experto en el montaje y la reparaci¨®n de ordenadores. "?A Menem? ?Ni loca!", se exalt¨® Elvira Isabel Gim¨¦nez cuando fue consultada. "Elvis", como la llaman, es peluquera en el local de una popular cadena del centro de Buenos Aires y, hasta el pasado viernes, iba a votar a su gato, Tom¨¢s. Le hab¨ªa tomado una foto y la llevaba en la cartera, pero en el ¨²ltimo momento se enter¨® de que esta vez los sufragios nulos o impugnados s¨®lo servir¨ªan para aumentar el porcentaje del candidato que resultara ganador; entonces cambi¨® el in¨²til voto "bronca" por su m¨¢xima aspiraci¨®n: "Apoyar a cualquiera que no sea Menem".
En cambio, Rodolfo, 55 a?os, un profesional de clase media que se considera a s¨ª mismo "antimenemista", esta vez votar¨ªa al ex presidente "porque todos los otros son o han sido un desastre". Rodolfo opina que el resultado del escrutinio en algunos distritos "va a sorprender a muchos". Seg¨²n cuenta, en la provincia de Santiago del Estero, controlada por el peronista Ju¨¢rez, "todos los carteles avisaban: Ju¨¢rez vota a Kirchner; pero la gente en la calle dec¨ªa que votar¨ªa a Menem".
Por debajo de los que parec¨ªan motivos leves o superficiales se advert¨ªan las hondas pulsiones inconscientes. El ex presidente Menem representaba para sus votantes un periodo de bienestar econ¨®mico en el que "todo era barato", viajaron al exterior, compraron electrodom¨¦sticos, cambiaron el coche y "no hab¨ªa tanta inseguridad ni gente pidiendo en las calles".
La crisis de finales de 2001
Los votantes del candidato L¨®pez Murphy, cr¨ªticos de la "corrupci¨®n del menemismo", optaban por la que consideraban una versi¨®n "honesta" del mismo modelo. La valoraci¨®n no relacionaba causas y consecuencias de una pol¨ªtica econ¨®mica determinada. La crisis de finales de 2001 se adjudicaba "al desastroso Gobierno" de Fernando de la R¨²a.
Las bromas sobre los candidatos aliviaban la desesperaci¨®n y el desencanto. El bizco Kirchner y su segundo en la f¨®rmula, el manco Daniel Scioli, eran llamados "la Solidaria", como la loter¨ªa que venden los discapacitados. "Pero al menos Scioli, si gana, va a robar la mitad porque le falta un brazo", contestaban sus votantes.
?Qu¨¦ resultar¨ªa de un posible acuerdo entre el bizco Kirchner y la diputada Elisa Carri¨®, conocida popularmente como "la gorda", para la segunda vuelta?, se preguntaba Andrea Cusa. Luego de unos segundos, respond¨ªa: "Yo creo que de ah¨ª saldr¨ªan unos ricos bizcochitos de grasa para acompa?ar el mate (infusi¨®n de hojas de hierba) a la ma?ana y a la tardecita".
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