A clase con autoestima, ganas e ilusi¨®n
El colegio Andaluc¨ªa de Sevilla aplica planes innovadores para motivar a los escolares gitanos
Lectura, teatro y una pizca de diversi¨®n. ?sta es la f¨®rmula magistral que por segundo a?o consecutivo est¨¢ aplicando Natalia Arjona entre los escolares del colegio p¨²blico Andaluc¨ªa, ubicado en el Pol¨ªgono Sur de Sevilla, una de las zonas m¨¢s desfavorecidas de la capital andaluza, para conseguir que su asistencia a clase y su rendimiento escolar sigan una pauta de normalidad similar, en lo posible, a la de los alumnos de cualquier otro centro de la ciudad. Un reto nada f¨¢cil si se tiene en cuenta que m¨¢s del 80% del alumnado de este colegio ha de enfrentarse a diario con los problemas propios de un barrio de esos que en el argot administrativo se se?alan como "de exclusi¨®n social".
Pero Natalia Arjona, monitora de la Uni¨®n Roman¨ª, y los profesores del colegio Andaluc¨ªa parecen haber encontrado el remedio. "Esto es el arte de la innovaci¨®n", afirmaba entre risas Arjona mientras ayudaba a poner la mesa para la comida que, con motivo de la Feria de Abril, sirvi¨® ayer de excusa para acercar a los padres de los escolares gitanos al colegio con el objetivo de lograr su implicaci¨®n en la vida del centro.
"El teatro y la lectura se han revelado como los mejores ant¨ªdotos contra el desinter¨¦s que muestran estos ni?os por la escuela y como un m¨¦todo muy ¨²til para fomentar su autoestima, la participaci¨®n en grupo y como v¨ªa para la resoluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos", afirma Arjona. Ant¨ªdotos que esta monitora y los profesores administran a sus alumnos a trav¨¦s de los talleres de animaci¨®n a la lectura o de teatro, entre otros, que componen el programa Aula Abierta que impulsa la Uni¨®n Roman¨ª de Andaluc¨ªa a trav¨¦s de unos programas educativos que cuentan con el respaldo econ¨®mico de la Uni¨®n Europea y la consejer¨ªa de Asuntos Sociales.
Esta innovadora iniciativa conjuga una serie de elementos que la hacen muy atractiva para estos chavales. En esta actividad, ellos, y no los libros de texto, son los protagonistas. Se persigue fomentar su creatividad y despertar la curiosidad por aprender. Para ello se usan m¨¦todos art¨ªsticos y l¨²dicos que le hagan m¨¢s amenas las tareas. Algo que se puede apreciar en el taller de animaci¨®n a la lectura destinado a los alumnos de primaria. En ¨¦l, los alumnos, guiados por un patr¨®n, elaboran sus propios cuentos o historias a partir de vivencias propias, relatos que m¨¢s tarde son expuestos por sus autores ante el resto de los escolares del colegio. Algo similar ocurre con el taller de teatro, donde la rica cultura de la comunidad gitana o las propias vivencias personales son un fil¨®n inagotable de historias e ideas sobre las que hacer girar la obra de teatro que ellos mismo elaboran y representan. Todos los trabajos de los alumnos, apunta Arjona, "se recopilan despu¨¦s en un libro para que sirva de material did¨¢ctico en cursos posteriores".
Otro de los objetivos que se aborda con estas actividades es implicar a los padres de los ni?os en la vida escolar de sus hijos, dado que la mayor¨ªa de los peque?os recurren a sus mayores para que les cuenten historias de la familia con las que aportar su granito a la elaboraci¨®n de las historias. "Esto es muy importante, porque la asistencia a clase de los ni?os no depende de ellos, sino de sus padres. Nosotros no hablamos de absentismo, hablamos de 'ni?os fantasma', aquellos que no vienen nunca a clase y que incluso no llegamos a conocer pese a estar matriculados o aquellos que lo hacen de forma intermitente debido a que, en muchos casos, por problemas familiares, son los que asumen las cargas dom¨¦sticas, como el cuidado de sus hermanos peque?os", se?ala Arjona.
Si bien en estos dos a?os de aplicaci¨®n del programa a¨²n no se han producido resultados deslumbrantes en la lucha contra el absentismo, Arjona se muestra m¨¢s que satisfecha con los avances logrados. "El cambio en la actitud de estos ni?os s¨ª se nota. Vienen a clase motivados, con mayor ilusi¨®n y ganas".
Implicaci¨®n docente y formaci¨®n
Ejercer de maestro en centros como el colegio Andaluc¨ªa de Sevilla est¨¢ re?ido con la monoton¨ªa. Cada d¨ªa del curso es una nueva experiencia. Las condiciones sociales de muchas de las familias que viven en la zona del Pol¨ªgono Sur, ¨¦ste que ha saltado a la gran pantalla a trav¨¦s de la pel¨ªcula hom¨®nima de la directora Dominique Abel, hacen que estos docentes se enfrenten a diario a interrogantes como saber cu¨¢ntos alumnos acudir¨¢n ese d¨ªa a clase y, si asisten, ver en qu¨¦ condiciones lo hacen. La capacidad de empat¨ªa de los ni?os con los problemas que se viven en su hogar y el hecho de que muchos de ellos, a edades muy tempranas, deban asumir cargas dom¨¦sticas provocan que las faltas a clase sean una constante. Para combatir este absentismo inducido, el colegio Andaluc¨ªa cuenta con la ayuda de la asociaci¨®n Entreamigos, en la que intermediadores culturales se encargan de vencer las reticencias que los padres de muchos escolares tienen a la hora de permitir la correcta escolarizaci¨®n de sus hijos.
Una vez vencida esta primera barrera, la labor docente toma el relevo. Aulas flexibles, en las que alumnos de distintas edades reciben clases de refuerzo seg¨²n su capacidad, los talleres del Aula Abierta y las actividades extraescolares consiguen, con mucho esfuerzo de un profesorado en el que abundan los interinos, que estos alumnos acaben identific¨¢ndose con la escuela y comprendan que jugar y aprender son conceptos compatibles.
Iniciativas que la Uni¨®n Roman¨ª considera imprescindibles para combatir el absentismo y conseguir que estos peque?os culminen con ¨¦xito la etapa de educaci¨®n obligatoria.
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