Bush asegura ante los musulmanes de EE UU que no quiere imponer sus valores en Irak
Rumsfeld anuncia la reducci¨®n de tropas en el Golfo y el cierre de bases en Arabia Saud¨ª
"Irak ser¨¢ democr¨¢tico", prometi¨® George W. Bush ante varios centenares de inmigrantes iraqu¨ªes en Detroit. Bush se acerc¨® a la comunidad musulmana en Estados Unidos, con la que mantiene una relaci¨®n ambigua, y asegur¨® que su Gobierno carec¨ªa de ambiciones imperiales: "No tenemos intenci¨®n de imponer a nadie nuestras instituciones o nuestra cultura", dijo. Su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, anunci¨® en Qatar una sustancial reducci¨®n de la presencia militar estadounidense en Oriente Pr¨®ximo y en el golfo P¨¦rsico, y el cierre de bases en Arabia Saud¨ª.
?sta es, para Washington, la semana de la victoria. Rumsfeld realiza una gira triunfal por los pa¨ªses vecinos de Irak y Bush se dispone a anunciar, posiblemente el jueves, el triunfo militar sobre el r¨¦gimen de Sadam Husein, aunque todav¨ªa no el fin de la guerra. El presidente viaj¨® ayer a Dearborn, un distrito de Detroit (Michigan) en el que un 30% de la poblaci¨®n es de origen ¨¢rabe y en el que residen miles de inmigrantes iraqu¨ªes. El objetivo inmediato de la visita era celebrar el ¨¦xito de la invasi¨®n, pero Bush miraba tambi¨¦n un poco m¨¢s all¨¢: quer¨ªa reforzar su popularidad en Michigan, donde Al Gore le derrot¨® en las pasadas elecciones, y atraerse a los musulmanes, una comunidad de tendencias conservadoras que la Casa Blanca quiere adherir a la causa republicana.
"Hab¨ªa algunos en nuestro pa¨ªs que dudaban de que el pueblo iraqu¨ª quisiera la libertad y no pod¨ªan imaginar siquiera que los iraqu¨ªes dieran la bienvenida a una fuerza liberadora", proclam¨® Bush ante una audiencia entusiasta. El presidente prometi¨® democracia, libertad y prosperidad, pero no se adentr¨® en matices, como Donald Rumsfeld, quien advirti¨® la semana pasada de que no se tolerar¨ªa que la libertad de voto desembocara en un r¨¦gimen isl¨¢mico. Antes de pronunciar su discurso en un acto p¨²blico, Bush se reuni¨® en privado con 17 notables de la comunidad iraqu¨ª en Detroit y comprob¨® las dificultades del proceso de reconstrucci¨®n institucional en Irak: el debate tuvo que ser bruscamente abreviado cuando los participantes se enfrascaron en una discusi¨®n sobre si el pa¨ªs ten¨ªa que ser dividido en regiones aut¨®nomas. "Eso se discutir¨¢ en Irak, no aqu¨ª", cort¨® el presidente.
Varios iraqu¨ªes de Detroit han viajado a Irak para asumir funciones de importancia en la nueva administraci¨®n tutelada por Washington. Entre ellos, Emad Dhia, un ingeniero que asumir¨¢ el cargo de principal asesor del virrey Jay Garner. Pero algunos inmigrantes iraqu¨ªes se negaron a ir a Bagdad. Como el escritor Jafar al Musawi, quien ayer explic¨® sus razones: "?Qu¨¦ pod¨ªa yo decirle a la gente en Irak? ?Escuchadme, porque he vivido en Am¨¦rica y s¨¦ lo que necesit¨¢is? Nadie iba a escucharme, ni escuchar¨¢ a los otros [exiliados], porque carecemos de la autoridad de que dispone el clero".
Mientras, en Qatar, Donald Rumsfeld daba por enterrado el r¨¦gimen de Sadam Husein y se mostraba convencido de que Irak ser¨ªa, en adelante, un "buen socio" de Estados Unidos. "Irak era una amenaza en la regi¨®n, pero ya no lo es y, por tanto, podremos reorganizar nuestras fuerzas", dijo. Rumsfeld y el general Tommy Franks, m¨¢ximo jefe militar de la invasi¨®n, dijeron que el n¨²mero de tropas estadounidenses en la zona se reducir¨ªa y que la base saud¨ª Pr¨ªncipe Sult¨¢n, la m¨¢s importante hasta ahora, ser¨ªa desmantelada y trasladada a Qatar. Rumsfeld se?al¨® que la relaci¨®n de Washington con Arabia Saud¨ª era "buena", pero a?adi¨® que no quer¨ªa mantener tropas donde no eran "bienvenidas". La presencia militar estadounidense en territorio saud¨ª, junto a los lugares m¨¢s sagrados del islam, fue una de las razones por las que Osama Bin Laden cre¨® Al Qaeda tras la guerra de 1991.
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