Eloy de la Iglesia estrena en M¨¢laga 'Los novios b¨²lgaros' tras 15 a?os alejado del cine
"Mantengo conexi¨®n con mi obra, pero el lenguaje es m¨¢s desprejuiciado", dice el director
El regreso al largometraje del realizador guipuzcoano Eloy de la Iglesia tras 15 a?os alejado de la gran pantalla era uno de los acontecimientos del sexto Festival de Cine Espa?ol de M¨¢laga. Autor de t¨ªtulos se?eros de los a?os ochenta como El Pico o La estanquera de Vallecas, la nueva pel¨ªcula de De la Iglesia, Los novios b¨²lgaros, que se present¨® ayer, pasea, seg¨²n el director, por un tema ya tratado en su filmograf¨ªa; las relaciones homosexuales, pero con un tono m¨¢s desprejuiciado. "El lenguaje ha cambiado porque en la Espa?a de la transici¨®n no se hubieran entendido ciertas cosas, y ahora s¨ª", explica.
Los novios b¨²lgaros, basada en la novela hom¨®nima de Eduardo Mendicutti, es una comedia dram¨¢tica que narra la pasi¨®n de Daniel (Fernando Guill¨¦n Cuervo), un consultor de posici¨®n econ¨®mica desahogada, por Kyril (Drit¨¢n Biba), un joven y atractivo b¨²lgaro reci¨¦n llegado a Espa?a que trapichea con lo que puede para sobrevivir. La pel¨ªcula se desarrolla entre el Madrid de los ejecutivos, donde Daniel tiene su pr¨®spero bufete de abogados, y el ambiente gay de Chueca, peque?o para¨ªso del protagonista y su c¨ªrculo de amigos.
Tanto Guill¨¦n Cuervo como Pep¨®n Nieto, que encarna a la entra?able locaza en cuyo hombro llora sus penas de amor el protagonista, derrochan pluma en la pel¨ªcula. "Ah¨ª radica el principal cambio de enfoque de esta obra con respecto a otras anteriores donde trato el tema de la homosexualidad, como Los placeres ocultos, explica De la Iglesia.
"Me he esmerado en que los personajes tengan pluma cuando tengan que tenerla, cuando est¨¢n en su ambiente, donde todo est¨¢ permitido. Eso parece no haberle gustado mucho a cierta parte de la cr¨ªtica, pero es que parece que algunos cr¨ªticos tienen amigos gays muy serios y envarados. Para m¨ª, la verdadera liberaci¨®n es que ese lenguaje est¨¦ presente", a?ade.
De la Iglesia no le da importancia a su largo periodo alejado del cine. "He vuelto cuando he cre¨ªdo que han llegado el momento y la historia adecuados. Esta pel¨ªcula est¨¢ realizada en un momento de la vida donde los a?os ya no pesan, donde los recuerdos ya no duelen, y est¨¢ relacionada con todo eso", dice.
El realizador asegura que se ha sentido "muy arropado" por las personas que han apostado por el proyecto, en particular por Pedro Olea -quien tambi¨¦n ha roto su silencio en el Festival de M¨¢laga con Tiempo de tormenta- y por Fernando Guill¨¦n Cuervo, quien, adem¨¢s de protagonizar la pel¨ªcula, se ha enrolado en el gui¨®n y en la direcci¨®n. "Para m¨ª ha sido un honor trabajar con Eloy. Ni siquiera le dej¨¦ terminar la frase cuando me pregunt¨® si quer¨ªa trabajar con ¨¦l. Dije que s¨ª sin saber de qu¨¦ se trataba", comenta.
Experimentos de c¨¢mara
It's for you, dirigida por Bruno L¨¢zaro Pacheco y rodada entre Toronto y Barcelona, fue ayer la otra pel¨ªcula presentada dentro de la secci¨®n oficial a concurso y, hasta ahora, ha constituido tambi¨¦n la apuesta m¨¢s arriesgada y novedosa que se ha presentado en el VI Festival de M¨¢laga.
El tercer largometraje de L¨¢zaro Pacheco, en el que el director tambi¨¦n firma como guionista y operador de c¨¢mara, narra la obsesi¨®n de Juli¨¢n, un estudiante canadiense, por Sundra, una chica que reside en Barcelona y con la que tan s¨®lo ha compartido dos d¨ªas de su vida. Para mantener en la distancia lo que Juli¨¢n considera ya una relaci¨®n, el joven comienza a grabar cartas en v¨ªdeo.
La c¨¢mara se convierte en la mirada de la propia Sandra, a miles de kil¨®metros de distancia, y en el ojo del espectador, que descubre poco a poco detalles de la intimidad del protagonista. Sus amigos, sus costumbres, su trabajo o sus relaciones sexuales con otras mujeres van pasando por delante de su objetivo.
La cinta se rod¨® ¨ªntegramente en v¨ªdeo digital con un presupuesto de unos 400.000 euros. "Estuve mucho tiempo pensando si de verdad ser¨ªa posible mantener toda la pel¨ªcula con la imagen de la c¨¢mara que lleva el protagonista", dice Bruno L¨¢zaro Pacheco. "Cre¨ª que ser¨ªa m¨¢s interesante si no mezclaba enfoques, si todo el desarrollo del filme se ve¨ªa por la misma lente", a?ade el cineasta.
El protagonista es el responsable de lo que puede ver y no el espectador. ?l es el narrador subjetivo, el que controla la acci¨®n cuando enfoca, cuando apaga su videoc¨¢mara o la deja en un ¨¢ngulo muerto. "Es una pel¨ªcula arriesgada y novedosa. Los dos protagonistas persiguen una utop¨ªa. Valeria desea que su novio, que est¨¢ en coma, despierte y Juli¨¢n sue?a con Sundra, que vive en Espa?a", dice el productor Eduardo Ram¨®n Esteve.
L¨¢zaro Pacheco comenz¨® a escribir el gui¨®n en Barcelona, donde conoci¨® a Sundra Ros, la actriz que interpreta a Sundra. Termin¨® de idear la historia en Toronto, donde rod¨® la mayor¨ªa de la cinta. Seg¨²n el director de la cinta, It's for you es un reflejo del nuevo fen¨®meno conocido como "vida en directo".
'Aymara', el orgullo de los desheredados
El concurso de documentales del Festival de M¨¢laga acogi¨® ayer la proyecci¨®n de Aymara, la ¨²ltima apuesta en el g¨¦nero del productor El¨ªas Querejeta. Dirigida por Juan Lucas Romani, fot¨®grafo madrile?o que decidi¨® aventurarse en el documental tras contactar con la etnia en Bolivia, la pel¨ªcula rinde homenaje a la dignidad de un pueblo expoliado y condenado a la exclusi¨®n social.
"Conoc¨ª a Max Paredes, l¨ªder aymara, mientras hac¨ªa en Bolivia un reportaje general sobre el pa¨ªs, y descubr¨ª una realidad fascinante que s¨®lo el documental me permitir¨ªa retratar como quer¨ªa hacerlo. El¨ªas Querejeta, al que hab¨ªa conocido hace unos a?os, se interes¨® por el proyecto y me dio libertad total para actuar", agradece el director.
Romani tuvo muy claro desde el principio c¨®mo quer¨ªa abordar la historia. "Dado el rencor que este pueblo siente hacia el hombre blanco, la ¨²nica manera de penetrar en su mundo era viajar a Bolivia con un equipo m¨ªnimo y desaparecer totalmente tras la c¨¢mara, dejarlos hacer y hablar", explica. Y as¨ª lo hizo. Con una c¨¢mara de video digital al hombro, un t¨¦cnico de sonido y un asistente, el director logr¨® lo que ¨¦l llama "una foto de familia" de los actuales incas, que, desde sus chabolas y sus infraempleos, reivindican su cultura milenaria y la tierra que les fue arrebatada.
El documental prescinde de la voz del narrador para dejar que la historia fluya por obra y palabra de sus propios protagonistas. La radio de un taxi va escupiendo datos sobre la m¨ªsera realidad de los herederos de una cultura milenaria mientras que sus discursos los elevan sobre sus opresores. Como en la arenga de Paredes a los reci¨¦n elegidos miembros del parlamento aymara, que representa extraoficialmente los intereses del colectivo: "Ten¨¦is la responsabilidad de representar a la comunidad. No hag¨¢is como el pol¨ªtico blanco, que dice que trabaja para los dem¨¢s y s¨®lo se preocupa de llenarse los bolsillos".
Ni?os de la calle, ancianas cargadas de sufrimiento y sabidur¨ªa, un maestro que se juega el puesto de trabajo por descubrir a sus alumnas la cultura a la que pertenecen, campesinos sin tierra que reivindican entre gritos y llanto que se les devuelva lo que les fue arrebatado, escenas ¨ªntimas y callejeras componen un collage que trata de representar la realidad y los sue?os de seis millones de aymaras. Una pintada en la pared resume el orgullo de los oprimidos: "Nuestra venganza es ser felices". Aunque la realidad en que viven se lo pone dif¨ªcil.
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