Bodas simbi¨®ticas frente al neodarwinismo
La Universitat presenta 'Una revoluci¨®n en la evoluci¨®n' de Margulis, codirectora de Biolog¨ªa Planetaria de la NASA
Su inter¨¦s por los patrones de la herencia celular ya era considerado como "antisocial" en la d¨¦cada de los rebeldes a?os sesenta, cuando ingres¨® en el doctorado en Bercley, en un momento en que ¨¦ste era precisamente un exponente de progresismo y modernidad. De forma que Lynn Margulis (Chicago, 1938) ha sido desde siempre -tal vez por ese mismo impulso gen¨¦tico que le ha llevado a demostrar el origen celular de la vida en oposici¨®n a las "tesis neodarwinistas en crisis"-
una especie de hereje cient¨ªfica.
El tiempo le ha acabado dando la raz¨®n a su verdad cient¨ªfica. Aquella que ha logrado demostrar que "la c¨¦lula eucariota se form¨® hace unos 1.500 millones de a?os sumando los genomas de tres microbios". Su primera ruptura con el establishment acad¨¦mico fue precisamente en los setenta, cuando esta brillante microbi¨®loga, hoy codirectora del Departamento de Biolog¨ªa Planetaria de la NASA, "puso la carne en el esqueleto de la Hip¨®tesis Gaia" y aport¨® las bases biol¨®gicas al controvertido modelo del f¨ªsico brit¨¢nico James Lovelock, sobre todo, en lo referente a "las caracter¨ªsticas f¨ªsico-qu¨ªmicas de la Tierra (fundamentalmente debido a la composici¨®n de la atm¨®sfera)". Como afirma la propia Margulis: "La idea de Gaia requiere que los ge¨®logos, los geoqu¨ªmicos, los qu¨ªmicos atmosf¨¦ricos e, incluso, los meteor¨®logos entiendan la ciencia que se entiende fuera de sus propios campos, han de estudiar biolog¨ªa, especialmente microbiolog¨ªa... porque aceptar Gaia nos conducir¨ªa a acciones que los cient¨ªficos de campos tan relacionados se resisten a aceptar".
Y as¨ª ha sido. Aunque para ello, Margulis tuvo que pasar por un viacrucis de rechazos. La primera versi¨®n completa de su "teor¨ªa de la endosimbiosis seriada" fue publicada en 1967 bajo el t¨ªtulo de Origin of mitosing cells en la revista Journal of theoretical biology, depu¨¦s de haber sido rechazado quince veces. Despu¨¦s de tres d¨¦cadas de investigaci¨®n, hoy es aceptada sin cr¨ªticas. De hecho, Margulis es dada a presumir del hecho de que ha ganado "tres de las cuatro batallas" de su teor¨ªa. Una teor¨ªa que le ha llevado a afirmar que los dos microbios que crearon el n¨²cleo eucari¨®tico son la arqueobacteria Thermoplasma y la bacteria Spirochaeta. Un detalle ¨¦ste ¨²ltimo del que discrepa su colega canadiense y tambi¨¦n rival, Radhey Gupta, que niega la firma gen¨¦tica de la Thermoplasma. Ambos tambi¨¦n discrepan en algo m¨¢s fundamental: mientras Gupta sostiene que el origen de la c¨¦lula eucariota ocurri¨® en un suceso excepcional, Margulis cree que ese tipo de bodas simbi¨®ticas son la esencia de la evoluci¨®n de las especies a todas las escalas. ?sa es, quiz¨¢s, su cuarta batalla.
Margulis, que compagina su trabajo cient¨ªfico con la c¨¢tedra de Geociencia en la Universidad de Massachusetts, adem¨¢s de pertenecer a los comit¨¦s cient¨ªficos m¨¢s importantes del mundo, colabora desde 1985 con la Universitat de Val¨¨ncia, donde ha sido investida doctora honoris causa. En su visita a la C¨¢tedra Ca?ada Blanch de Divulgaci¨®n Cient¨ªfica, Margulis ha presentado su ¨²ltimo ensayo Una revoluci¨®n en la evoluci¨®n, editado por la Universitat, que anoche present¨® el escritor y periodista valenciano Emili Piera en la Casa del Libro.
Piera asumi¨® que: "Margulis, para no ser menos, tambi¨¦n nos quita a los hombres la supuesta corona de reyes y pin¨¢culos de la evoluci¨®n" para proponer "un paradigma, sujeto a comprobaciones, bioc¨¦ntrico". "Lynn", resume Piera, "no presenta la simbiog¨¦nesis como un sistema complementario o reparador de la visi¨®n darwiniana de la evoluci¨®n, sino como una alternativa radical, como una partida sin l¨ªmite en las apuestas".
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