Licencia para colarse
El jugador debe introducirse en las bases enemigas y acabar con un tr¨¢fico ilegal de armas
Observar sin ser visto. Actuar sin levantar sospechas. Pasar como una sombra sin dejar huellas. Los juegos basados en la infiltraci¨®n cada vez ganan m¨¢s adeptos. Tras Metal Gear Solid 2 y Splinter Cell le toca el turno a I.G.I. 2: Covert Strike. Es la segunda oportunidad que Codemasters ofrece a los programadores de Innerloop para demostrar que son capaces de mejorar lo que el primer I.G.I. promet¨ªa pero que no cumpl¨ªa al cien por cien.
Varias horas de angustiantes pruebas y unas cuantas misiones superadas parecen apuntar que, en efecto, lo han conseguido. Los incesantes problemas de inteligencia artificial que acusaba la primera entrega, que provocaban incluso que un soldado ni se inmutase al ver caer muerto al compa?ero con el que estaba charlando, han desaparecido y adem¨¢s se ha a?adido un interesante modo para varios jugadores que alargar¨¢ considerablemente el uso de la inversi¨®n realizada.
'I.G.I. 2: Covert Strike'
Desarrolla: Innerloop
Distribuye: Codemasters
Plataforma: Windows
G¨¦nero: Acci¨®n
Edad recomendada: Mayores de 16 a?os
Precio: 48 euros
Internet: www.codemasters.com /igi2
El gui¨®n sit¨²a a David Jones, que mantiene el protagonismo en esta secuela, al frente del equipo del Instituto de Geot¨¢ctica e Inteligenca (I.G.I.) para desenmascarar un sucio tr¨¢fico de armas entre distintos pa¨ªses, entidades privadas e incluso grupos terroristas de alcance mundial. Gracias a su experiencia en las fuerzas especiales S.A.S. brit¨¢nicas, que tuvo que abandonar por un accidente al saltar en paraca¨ªdas, Jones es capaz de inmiscuirse en las bases camufladas en forma de simples industrias sin que nadie se percate de su presencia. El uso de la alta tecnolog¨ªa tambi¨¦n le permite jugar con cierta ventaja.
El jugador controla la acci¨®n desde un punto de vista de primera persona. Frente a ¨¦l ver¨¢ el arma actualmente en uso, normalmente el cuchillo o la pistola con silenciador por su capacidad letal sin levantar sospechas. Mediante la tecla M accede al PDA, en el que puede observar un mapa generado en tiempo real desde un sat¨¦lite. De esta forma es capaz de localizar la posici¨®n del enemigo en cada momento, a no ser que se halle en el interior de un edificio, y dibujar la t¨¢ctica para pasar sin ser visto. Desde el PDA puede tambi¨¦n comprobar el estado de los objetivos y guardar la partida, aunque s¨®lo podr¨¢ hacerlo tres veces durante cada misi¨®n. ?sta es una excelente forma de permitir guardar los avances sin eliminar del todo la tensi¨®n.
Otros gadgets muy utilizados son los prism¨¢ticos, que permiten aumentar la visi¨®n hasta 20 veces, y el visor t¨¦rmico, con el que es posible ver, en un color rojo y amarillo que destaca sobre el resto del escenario, los cuerpos de los enemigos. Si no hay paredes met¨¢licas que se interpongan entre Jones y los vigilantes, el visor t¨¦rmico es una forma ideal de tener conciencia del peligro real que se esconde en el interior de los edificios.
En algunas misiones se cuenta con la ayuda de un designador l¨¢ser, un dispositivo que tras apuntar unos 20 segundos sobre un objetivo, lo marca y ¨¦ste es bombardeado con precisi¨®n milim¨¦trica por el apoyo a¨¦reo.
Un indicador en pantalla avisa de la exposici¨®n del cuerpo de Jones a la vista de los enemigos y las c¨¢maras de seguridad, seg¨²n est¨¦ en pie, agachado o tumbado en el suelo y seg¨²n tambi¨¦n la cantidad de luz que reciba. Esta herramienta es imprescindible para saber si estando quieto en un lugar el protagonista ser¨¢ detectado o no por los vigilantes en sus rondas.
La punter¨ªa var¨ªa seg¨²n se est¨¦ inm¨®vil y tumbado o corriendo y se indica con un punto de mira m¨¢s dilatado o menos. A pesar de estas pinceladas de realismo Innerloop han dejado margen para la diversi¨®n. As¨ª no es necesario ser un experto tirador para acertar los objetivos, incluso los peque?os como las c¨¢maras de seguridad, desde largas distancias. Las misiones pueden resolverse de distintas formas y por distintos caminos, aunque siempre es conveniente no ser detectado y evitar que salten las alarmas, tras lo cual las misiones se complican enormemente.
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