El empleo de los j¨®venes en campa?a electoral
Las campa?as electorales no son precisamente el campo propicio para el an¨¢lisis detallado de los principales problemas que tiene la sociedad o las propuestas ajustadas a la soluci¨®n de los mismos. Ni lo son, ni nadie lo pretende. Estas son m¨¢s propicias a la elaboraci¨®n de mensajes sint¨¦ticos que pongan en evidencia alg¨²n aspecto positivo de la actuaci¨®n del que lo propone o negativo de los contrincantes. Todo esto se admite, incluso la exageraci¨®n de los mismos que, en algunos casos, m¨¢s que convencer a alg¨²n incauto lo que pueden provocar es la indignaci¨®n de las personas afectadas o, m¨¢s afectuosamente, serios ataques de risa compulsiva.
Lo anterior puede tener una lectura inmediata en los carteles publicitarios y cu?as de propaganda en la radio que el PP est¨¢ utilizando para demostrar los efectos de su pol¨ªtica sobre el empleo de los j¨®venes. ?60.000 puestos de trabajo creados para los j¨®venes durante su gobierno en la Generalitat Valenciana!
Como ¨¦ste no es tema novedoso, ya que es utilizado de forma recurrente y propagand¨ªstica por parte de la propia Generalitat y por supuesto, por el PP en campa?a electoral, conviene que nos detengamos un poco en lo que dicen los datos sobre el empleo juvenil en la Comunidad Valenciana.
Hemos utilizado para ello los datos provenientes de la EPA para una dilatada serie de a?os que van desde 1980 hasta diciembre de 2002. Aunque los sucesivos cambios metodol¨®gicos de la confecci¨®n de la misma hacen discutible la comparaci¨®n coyuntural de los mismos (en beneficio de una interpretaci¨®n m¨¢s desfavorable para el PP), para nuestros efectos puede ser ¨²til para demostrar el comportamiento fundamental de las variables del empleo de los j¨®venes.
La utilizaci¨®n de la EPA, por otra parte, nos da la seguridad de utilizar un indicador aceptado internacionalmente, aunque no nos deja ver, y ser¨ªa muy importante, aspectos como el tipo de contratos, temporalidad y retribuciones que tienen estos j¨®venes en el mercado de trabajo. Pero eso puede ser objeto de otro an¨¢lisis.
Lo que salta a la vista en primer lugar es el cambiante n¨²mero de j¨®venes en esos a?os. El a?o de mayor poblaci¨®n juvenil fue, precisamente 1995: 588.180 j¨®venes, mientras que a finales de 2002, solamente hab¨ªa 506.500 j¨®venes de entre 16 y 24 a?os. A nuestros efectos, m¨¢s de 80.000 j¨®venes entre una y otra fecha. Este important¨ªsimo descenso se ha distribuido entre una menor poblaci¨®n activa, que ha pasado de 309.660 a 271.980 (37.000 menos), 21.000 nuevos empleos y un descenso de 63.000 parados.
En una fase de crecimiento econ¨®mico como la que hemos vivido durante los ¨²ltimos a?os, vemos que el principal destructor del desempleo es... ?la tasa de natalidad! Si se hubiese mantenido la misma poblaci¨®n activa que en 1995, ?los j¨®venes parados ser¨ªan 37.000 m¨¢s!
Lo verdaderamente sorprendente es que, tras el fuerte descenso de la natalidad, hubi¨¦semos mantenido la misma cantidad de parados. La crisis de principio de los a?os 90, adem¨¢s de los factores econ¨®micos de la misma, tuvo que soportar el mayor crecimiento poblacional de Espa?a, por lo que su repercusi¨®n en el desempleo fue notoria.
Las diferencias entre una y otra situaci¨®n de bonanza econ¨®mica se pueden ver en los datos sobre el empleo de los j¨®venes en 1990 y en 2002: ?40.000 j¨®venes empleados m¨¢s en la primera fecha (en la que gobernaba el PSOE) que en la segunda con el gobierno del PP! La creaci¨®n de empleo joven asociada a las mejores condiciones econ¨®micas no le es muy favorable a los gobiernos del PP.
Son muchos los aspectos adicionales que se pueden mencionar sobre los problemas del empleo joven (aplicaci¨®n de la LOGSE, pr¨¢cticas en empresas, nivel salarial, sobreeducaci¨®n en algunos casos, problem¨¢tica de la formaci¨®n profesional, becarios de las universidades, etc.), pero lo que no cabe duda es de que la utilizaci¨®n de los datos en la campa?a electoral por parte del PP, no puede ocultar una realidad que no le favorece.
Ni han creado m¨¢s empleo y es falso que los j¨®venes que acaban sus estudios tienen un salario decente y un trabajo fijo.
Mart¨ªn Sevilla es catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Alicante.
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