Efectos colaterales de disuasi¨®n masiva
El autor repasa la fragilidad de la libertad de expresi¨®n y la impunidad con la que act¨²an en su contra cuarenta dictaduras.
El pasado 18 de marzo, en v¨ªsperas de la guerra rel¨¢mpago anglo-estadounidense contra Irak, en la que morir¨ªan nueve periodistas (dos de ellos espa?oles) y un auxiliar, desaparecer¨ªan otros dos informadores y diez resultar¨ªan heridos, el r¨¦gimen cubano lanzaba su propia ofensiva "colateral" contra la prensa, encarcelando en una semana, junto a otro medio centenar de disidentes, a 25 periodistas.
De los nueve reporteros muertos en Irak en veinte d¨ªas (nunca cayeron tantos en tan poco tiempo), tres perecieron v¨ªctimas del fuego, no tan amigo, estadounidense en Bagdad: uno, jordano, en el bombardeo de las instalaciones, perfectamente identificadas, de las televisiones ¨¢rabes Al Yazira y Abu Dabi, y dos, un espa?ol y un ucranio, en el ataque de un blindado estadounidense al hotel Palestina, ocupado, pac¨ªfica y notoriamente, por periodistas de todo el mundo. ?Es mera coincidencia que estos ataques perpetrados el 8 de abril lo fueran contra informadores de televisi¨®n, tras haber sido silenciada una semana antes por las bombas estadounidenses la televisi¨®n iraqu¨ª?
Cuba se ha convertido en la mayor prisi¨®n del mundo para los periodistas
De los reporteros muertos en Irak, tres perecieron v¨ªctimas del fuego de EE UU
Los periodistas detenidos en Cuba (a dos de los cuales, Ra¨²l Rivero y Ricardo Gonz¨¢lez, corresponsal de Reporteros sin Fronteras, condenados a 20 a?os cada uno, se les acusaba, entre otras cosas, de colaborar con Reporteros sin Fronteras, descrita como ?"agencia de prensa subversiva francesa"!), fueron condenados, en juicios/farsa sumar¨ªsimos, a penas de 14 a 26 a?os y han pasado a sumarse a los otros cuatro que ya estaban encarcelados.
Cuba se ha convertido as¨ª en la mayor prisi¨®n del mundo para periodistas, reteniendo a uno de cada cuatro que en el mundo sufren c¨¢rcel: 29 de los 126 censados por RsF, contra 18 en Eritrea, 15 en Birmania, 11 en Nepal, 11 en China, 9 en Ir¨¢n, 5 en Turqu¨ªa... Y la oleada represiva cubana ni siquiera ha sido mencionada en la ¨²ltima y benigna resoluci¨®n sobre Cuba de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU, presidida por... ?Libia!
Desde Estados Unidos y Cuba, dos pa¨ªses tan alejados en lo pol¨ªtico como geogr¨¢ficamente cercanos (los extremos casi se tocan), se atentaba as¨ª contra la libertad de prensa: contra la vida de quienes son sus depositarios profesionales, en un caso; contra su libertad, en el otro. Otra coincidencia entre extremos: tanto EE UU como Cuba aducen razones de seguridad (de sus tropas, en el primer caso; del propio Estado, en el segundo) para cometer esos atentados.
Unos disuasorios barrotes de acero, cruzados en el ventanuco de una oscura celda o sobre una fosa an¨®nima, son demasiado a menudo en el mundo la ¨²nica opci¨®n que se ofrece a los periodistas molestos que pretenden responder con su trabajo al derecho de los pueblos a hacerse o¨ªr y estar informados libremente, as¨ª en la paz como en la guerra, para poder ser libres.
A lo largo de 2002, 25 periodistas fueron asesinados, 692 detenidos y 1.420 sufrieron amenazas de muerte, mientras 389 medios de comunicaci¨®n hab¨ªan sido sometidos a censura. A finales del a?o, m¨¢s de un centenar de profesionales segu¨ªan en prisi¨®n. La cuerda de presos se alarga hoy por el extremo cubano. El agravamiento (en todos los cap¨ªtulos, salvo en los asesinatos, que fueron 31 en 2001) de la represi¨®n contra la prensa se produjo dentro de un aumento de las tensiones internacionales y un retroceso del respeto a los derechos humanos.
Tensiones y guerras, ya no fr¨ªas, sino calientes, secuelas de la mutaci¨®n del equilibrio del terror en el terror del desequilibrio y provocadas por explosiones incontroladas de venganzas patri¨®ticas, odios irracionales, nacionalistas, religiosos, raciales, ¨¦tnicos, tribales, que no conmueven a la opini¨®n p¨²blica internacional, sino cuando quienes las sufren se mueren o mueven en masa; generalizaci¨®n de la corrupci¨®n, que crece como los champi?ones en la oscuridad informativa, dentro de un mundo en el que se globaliza la "moral" del lucro que produce cada vez m¨¢s ricos en pa¨ªses cada vez m¨¢s pobres y m¨¢s pobres en pa¨ªses cada vez m¨¢s ricos; endurecimiento, ante la indiferencia universal, de las cuarenta dictaduras depredadoras de la libertad de prensa, al socaire del reblandecimiento del respeto a las libertades (parad¨®jicamente, en defensa de la Libertad) en algunas grandes democracias, en aras de la seguridad y de la lucha contra el terrorismo...
Ante la indiferencia general y la no competencia casi universal de la justicia, siguen campando impunemente por sus irrespetos del derecho a la informaci¨®n los 43 Depredadores de la Libertad de Prensa catalogados por Reporteros sin Fronteras. Entre ellos figuran (adem¨¢s de ETA, l¨ªderes paramilitares y guerrilleros colombianos, y los Servicios de Seguridad palestinos y fuerzas de seguridad filipinas, grupos terroristas isl¨¢micos y mao¨ªstas nepal¨ªes, la mafia chechena del secuestro...), jefes de Estado y altos indignatarios estatales o militares, como: Abdal¨¢ Ibn Saud (Arabia Saud¨ª), Alexander Lukachenco (Bielorrusia), Altaf Hossain (Bangladesh), Than Shwe (Birmania), Fran?ois Campaor¨¦ (Burkina Faso), Kim Jong Il (Corea del Norte), Fidel Castro (Cuba), Hu Jintao (China), Isa¨ªas Afeworki (Eritrea), Meles Zenawi (Etiop¨ªa), Teodoro Obiang Ngema (Guinea Ecuatorial), Jean-Bertrand Aristide (Hait¨ª), Sadam Husein (Irak), Al¨ª Jamenei (Ir¨¢n), Ariel Sharon (Israel), Nursultan Nazarbaies (Kazajist¨¢n), Jamtai Sifandom (Laos), Charles Taylor (Liberia), Muammar el Gaddafi (Libia), Kirsam Iliumyinof (Rep¨²blica de Kalmukia), Mahatir Mohamad (Malaisia), el rey Gyanendra (Nepal), Joseph Kabila (Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo), Paul Kagame (Ruanda), Vlad¨ªmir Putin (Rusia), Gochok Tong (Singapur), Bachar el Asad (Siria), Mawati III (Suazilandia), Gnasinge Eyadema (Togo), Zin al Abid¨ªn Ben Al¨ª (T¨²nez), Saparmurat Niyazof (Turkmenist¨¢n), Hilmi Ozkok (Turqu¨ªa), Leonid Kuchma (Ucrania), Islam Karimov (Uzbekist¨¢n), Nong Duc Manh (Vietnam), Robert Mugabe (Zimbabue)... Nombres a menudo impronunciables, no s¨®lo por su dif¨ªcil pronunciaci¨®n.
En los ¨²ltimos diez a?os, miles de periodistas han pasado por las c¨¢rceles y 553 fueron asesinados en el mundo, 271 de ellos en zonas de conflicto armado: 60 en Argelia, 49 en los Balcanes, 52 en Ruanda, 43 en Colombia, 14 en Sierra Leona, 13 en Chechenia, 8 en Afganist¨¢n, 9 en Irak..., sin que en un 95% de los casos se haya detenido, ni siquiera buscado, a los culpables. ?stos siguen gozando de la impunidad generalizada que anima a asesinos, secuestradores y torturadores de periodistas, y a sus protectores e inductores inmunes, especialmente en los pa¨ªses que componen la Lista Negra de la Impunidad, establecida por la Red Damocles, brazo judicial de Reporteros sin Fronteras, que preside honor¨ªficamente el juez Baltasar Garz¨®n: Argelia, Bangladesh, Birmania, Brasil, Burkina Faso, Camboya, China, Colombia, Federaci¨®n de Rusia, Hait¨ª, Ir¨¢n, Kosovo, Nepal, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Siria, Tayikist¨¢n, Ucrania... ?Lista negra a la que habr¨¢ que a?adir a los EE UU si se demuestra que hubo en Bagdad cr¨ªmenes de guerra contra la prensa y siguiesen impunes los responsables?
La celda o la fosa son armas de disuasi¨®n masiva que se esgrimen ante miles de periodistas que en una cuarentena de pa¨ªses intentan ejercer su misi¨®n de informar u opinar libremente, contra la "verdad" y la ideolog¨ªa oficiales, f¨¦rreamente impuestas, de poderes tir¨¢nicos, arbitrarios, corruptos, conniventes o pasivos con el crimen organizado. Muerte, prisi¨®n o exilio, un exilio exterior, m¨¢s duro todav¨ªa que el interior, que es la autocensura forzosa y por el que optan cada vez m¨¢s periodistas.
Habr¨¢ tambi¨¦n que levantar estad¨ªsticas oscuras de este otro da?o colateral que sufren los periodistas al comienzo de un milenio negro para la libertad de prensa, en el que todos deberemos movilizarnos para defenderla en el mundo, sin esperar a que se nos prive de ella. RsF pidi¨® a la Comisi¨®n Internacional Humanitaria de Esclarecimiento de Hechos la investigaci¨®n de las aparentes violaciones de las Convenciones de Ginebra cometidas contra periodistas y medios en Irak. Sir Kenneth J. Keith, su presidente, nos ha respondido confesando, pese a admitir que "algunas acciones de las partes en conflicto revisten una gravedad que justificar¨ªa una investigaci¨®n", su impotencia para actuar, pues ninguno de los pa¨ªses en guerra, como es preceptivo, "ha manifestado su inter¨¦s en recurrir a los servicios de la Comisi¨®n".
A nuestra petici¨®n de que el Pent¨¢gono abriera una investigaci¨®n a su vez, Victoria Clarke, adjunta a Donald Rumsfeld, nos ha respondido, tras deplorar la muerte de periodistas, que ¨¦stos "no son nunca deliberadamente tomados como blanco" y que "la guerra en s¨ª misma es una tragedia".
Reporteros sin Fronteras y su filial Damocles estudian la adopci¨®n de otras v¨ªas menos cegadas para el esclarecimiento y persecuci¨®n judicial de los posibles cr¨ªmenes de guerra en Irak. Tambi¨¦n nos hemos dirigido a la Uni¨®n Europea para que rechace la pretensi¨®n de Fidel Castro de beneficiarse de los acuerdos preferenciales de Coton¨², en tanto (ya que ser¨ªa demasiado exigir al taumaturgo cubano que haga resucitar a los tres tr¨¢nsfugas a los que, ¨¦mulo de Franco en sus ¨²ltimos estertores, hizo fusilar al amanecer del pasado 11 de abril) no libere a los periodistas y opositores encarcelados.
Fernando Castell¨® es presidente de la organizaci¨®n internacional Reporteros sin Fronteras y directivo de la Red Damocles contra la impunidad.
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/ AP"
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