"Estados Unidos quiere moldear el mundo ¨¢rabe seg¨²n sus valores"
Nader Fergany es una celebridad an¨®nima. El nombre de este investigador egipcio es poco conocido m¨¢s all¨¢ de los c¨ªrculos intelectuales del mundo ¨¢rabe, en los que goza de gran prestigio; pero uno de sus trabajos ha sido primera p¨¢gina de los principales peri¨®dicos del mundo y ha dado pie a innumerables debates. Fergany es el coordinador del famoso informe sobre el mundo ¨¢rabe encargado por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (www.undp.org) y publicado en julio.
En el documento traza un panorama desolador de toda una regi¨®n, que se extiende desde Irak hasta Marruecos, estancada en la pobreza, con un crecimiento demogr¨¢fico explosivo y en la que la mitad de los j¨®venes desean emigrar porque la sociedad en la que viven no les ofrece oportunidades.
"Todos los pa¨ªses de la zona, excepto Israel, tienen algo que temer de lo que llamo el aut¨¦ntico 'eje del mal': el Pent¨¢gono, la Casa Blanca y el Departamento de Estado"
"Francamente, no creo que Irak vaya a evolucionar como los derrotados de la II Guerra Mundial, Jap¨®n o Alemania. Est¨¢ m¨¢s bien maduro para una larga etapa colonial"
"Cuantos m¨¢s estorbos regionales sean eliminados por EE UU -Irak era uno e Ir¨¢n a¨²n lo es- mayor ser¨¢ la latitud de Israel para resolver a su manera la cuesti¨®n palestina"
"La crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que atraviesa Oriente Pr¨®ximo se va a ahondar. Los reg¨ªmenes ¨¢rabes corren el riesgo de ser derrocados si no son capaces de reformarse"
"Europa ha interiorizado, desde hace tiempo, una imagen de debilidad y ha abdicado, en beneficio de EE UU, de su papel en el mundo y, especialmente, en Oriente Pr¨®ximo"
Fergany, doctorado en econom¨ªa por la Universidad de Carolina del Norte, dirige en la capital egipcia el centro independiente de investigaci¨®n Al Mishkat (www.almishkat.org), el nombre que lleva en el Cor¨¢n la alcoba en la que ha sido colocada una l¨¢mpara que simboliza la luz de Dios.
Pese al nombre del instituto, los estudios y los art¨ªculos de Fergany no tienen connotaciones religiosas. Aprovechan a fondo los m¨¢rgenes de libertad que conceden algunos reg¨ªmenes ¨¢rabes prooccidentales para criticar sus pol¨ªticas. Se cuidan de franquear la tenue l¨ªnea roja que proh¨ªbe hacer reproches al jefe del Estado y a su entorno. Arremeten, ya sin cortapisas, contra Estados Unidos e Israel.
Pregunta. ?En qu¨¦ situaci¨®n nos encontramos tras el final de la guerra de Irak?
Respuesta. Yo la llamo de "dominaci¨®n sin representaci¨®n". Un presidente norteamericano sin un aut¨¦ntico mandato popular -su elecci¨®n estuvo envuelta en la pol¨¦mica- renuncia a buscar el consenso y pr¨¢cticamente gobierna por decreto no s¨®lo sobre EE UU, sino sobre todo el mundo. Su m¨¦todo de gobierno tiende a ser tan represivo como las dictaduras del Tercer Mundo, pero con una diferencia sustancial: es global.
P. ?Era Irak un eslab¨®n importante de ese dominio global?
R. Las armas de destrucci¨®n masiva que tuvo, la liberaci¨®n de su poblaci¨®n, la instauraci¨®n de un sistema pol¨ªtico que respete los derechos humanos no son m¨¢s que pretextos invocados por la coalici¨®n de invasores. Con su intervenci¨®n militar, EE UU ha infringido la legalidad internacional para provocar un cambio de r¨¦gimen en Bagdad y asentar la hegemon¨ªa norteamericano-israel¨ª sobre la regi¨®n. Ello conlleva, pero no era eso lo primordial, el acceso al petr¨®leo y, m¨¢s importante a¨²n, a los recursos h¨ªdricos de Irak. Tambi¨¦n remata, de paso, el desmantelamiento de las capacidades tecnol¨®gicas y militares de lo que fue, a escala ¨¢rabe, una gran potencia.
P. ?Es compatible el control de Irak por EE UU y el fomento de una democracia de corte occidental?
R. No quiero hacer muchas predicciones, pero no creo que se produzca una transferencia r¨¢pida del poder de los militares a civiles iraqu¨ªes representativos. Las primeras indicaciones apuntan a que la Administraci¨®n norteamericana en Bagdad se inclina por manipular, en lugar de permitir, a los iraqu¨ªes optar, cuanto antes y libremente, por el sistema pol¨ªtico que prefieran. Por de pronto, la autoridad ocupante ya ha descartado que pueda haber un Gobierno islamista, aunque goce de las preferencias de los iraqu¨ªes. El proc¨®nsul norteamericano Jay Garner ya tom¨® posesi¨®n y Paul Wolfowitz [secretario de Defensa adjunto] est¨¢ a punto de soltar sobre el pa¨ªs a los equipos de iraqu¨ªes que amamant¨® en Michigan. Los militares norteamericanos disparan sin titubeos cuando los iraqu¨ªes se manifiestan contra su presencia. Francamente, no creo que Irak vaya a evolucionar como los derrotados de la II Guerra Mundial, Jap¨®n o Alemania. Est¨¢ m¨¢s bien maduro para una larga etapa colonial.
P. ?Cu¨¢les son los siguientes pasos que EE UU dar¨¢ en la regi¨®n despu¨¦s del derrocamiento de Sadam Husein?
R. Desde luego la contenci¨®n de Ir¨¢n figura en un lugar preferente entre sus prioridades. Otros pa¨ªses ¨¢rabes, como Siria o su aliado liban¨¦s, pueden verse en el ojo del hurac¨¢n desatado por EE UU. Israel milita porque as¨ª sea. Arabia Saud¨ª, Egipto, Sud¨¢n y Yemen son tambi¨¦n candidatos a ser sometidos a reformas m¨¢s suaves por parte de la superpotencia, siempre que se muestren dispuestos a cooperar. En definitiva, todos los pa¨ªses de la zona, excepto Israel, tienen algo que temer de lo que llamo el aut¨¦ntico eje del mal: el Pent¨¢gono, la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
P. Irak es s¨®lo una etapa en la remodelaci¨®n de la regi¨®n emprendida por EE UU.
P. ?Por qu¨¦ ese redise?o de la zona va a beneficiar a Israel?
R. Cuantos m¨¢s estorbos regionales sean eliminados por Estados Unidos -Irak era uno importante e Ir¨¢n tambi¨¦n lo es-, menores ser¨¢n los apoyos efectivos con los que cuentan los palestinos. En consecuencia, mayor ser¨¢ la latitud de Israel para solucionar a su manera, seg¨²n sus intereses, la cuesti¨®n palestina.
P. Los autores del famoso informe que usted coordin¨® para la ONU sostienen que el conflicto con Israel es un serio obst¨¢culo al desarrollo regional.
R. La ocupaci¨®n detrae energ¨ªa y destruye capacidades no s¨®lo en los territorios palestinos, sino en toda la zona. A eso se a?ade que la respuesta de Estados Unidos al 11-S ha sido tambi¨¦n nociva para el desarrollo humano de la regi¨®n ¨¢rabe. Por eso, el mensaje principal del informe, que es un llamamiento a la ampliaci¨®n de las libertades, est¨¢ dirigido no s¨®lo a los reg¨ªmenes ¨¢rabes, sino tambi¨¦n a la Administraci¨®n norteamericana. Hay que evitar, sin embargo, achacar nuestro d¨¦ficit de desarrollo a factores externos. Nuestra mejor respuesta al conflicto es tratar de fomentar el progreso.
P. ?Cu¨¢l ha sido el impacto de la invasi¨®n de Irak sobre las opiniones p¨²blicas ¨¢rabes?
R. Incrementar, hasta un nivel sin precedentes, el odio hacia EE UU y las potencias que le secundan. Cualesquiera que fueran las fechor¨ªas de Sadam, el hombre de la calle se siente agredido por EE UU. ?Significa esto que vaya a haber brotes de violencia? De nuevo, no soy partidario de hacer pron¨®sticos. Me limito a decir que las injusticias que no pueden ser aliviadas por medios pac¨ªficos y eficaces inducen a la violencia. EE UU y varios pa¨ªses europeos infligen tremendas injusticias al mundo ¨¢rabe, y, en general, a los musulmanes.
P. Casi todos los reg¨ªmenes ¨¢rabes han vuelto a verse atrapados entre su opini¨®n p¨²blica, visceralmente antiamericana, y sus alianzas con EE UU. ?Hasta cu¨¢ndo podr¨¢n ir tirando as¨ª?
R. O son capaces de reformarse, o los ciudadanos acabar¨¢n derroc¨¢ndolos. Si permanecen de brazos cruzados se multiplicar¨¢n los conflictos sociales. La crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que atraviesa la regi¨®n se va a ahondar. Vamos a vivir nuevas convulsiones. Su desenlace depender¨¢ de la disposici¨®n de los reg¨ªmenes a reformarse y de la vitalidad de la sociedad civil, as¨ª como de los apoyos que ¨¦sta recibir¨¢ del exterior. Lo mejor que pod¨ªa hacer Europa es volcarse en el desarrollo humano de la naci¨®n ¨¢rabe.
P. Usted ha emprendido su particular cruzada contra la superpotencia preconizando el boicoteo de sus productos y de los de Israel.
R. Es una idea que germin¨® entre las capas humildes de la poblaci¨®n, pero a la que las ¨¦lites brindan una buena acogida. Pone de manifiesto una cierta vitalidad de la opini¨®n p¨²blica y fortalece la eficacia pol¨ªtica de la calle ¨¢rabe. Es dif¨ªcil medir su impacto. Var¨ªa en funci¨®n de la actualidad en Palestina. Pero no debe de ser del todo ineficaz, a juzgar por las protestas de todos aquellos que est¨¢n vinculados a los intereses norteamericanos. Observo que el movimiento cobra fuerza en el Golfo. En Bahrein y en los Emiratos ?rabes Unidos se han celebrados congresos para alentar el boicoteo.
P. Sea con los criterios de Bush o con otros, el mundo ¨¢rabe necesita ponerse al d¨ªa. En el informe que le encarg¨® la ONU, usted recalca que es, junto con el ?frica subsahariana, el ¨¢rea del mundo m¨¢s rezagada.
R. Por supuesto que urge una reforma. Pero los ¨¢rabes y los musulmanes deben decidir por s¨ª mismos si desean regirse por un sistema democr¨¢tico de corte occidental. Si EE UU fuese aut¨¦nticamente democr¨¢tico se abstendr¨ªa de imponer su visi¨®n a los ¨¢rabes. S¨®lo una reforma iniciada desde dentro puede tener apoyos y ser un ¨¦xito. Tenemos sobrados motivos para ser esc¨¦pticos sobre transformaciones fomentadas por una Administraci¨®n norteamericana que tiene un enfoque sesgado del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.
P. ?Por qu¨¦ son las sociedades ¨¢rabes tan al¨¦rgicas a la democracia de corte occidental?
R. Porque se les intenta imponer; porque no est¨¢n exentas de corrupci¨®n; porque las libertades, la representatividad y la responsabilidad de los gobernantes elegidos est¨¢ siendo constantemente erosionada. Occidente est¨¢ perdiendo sus credenciales para poder predicar los valores democr¨¢ticos al resto del mundo. No s¨®lo lo digo yo. El ¨²ltimo informe del Comit¨¦ de Abogados para los Derechos Humanos de EE UU conclu¨ªa con esta frase: "En el ¨²ltimo a?o, el Gobierno estadounidense ha tomado una serie de iniciativas que han erosionado, de forma progresiva, la protecci¨®n de los derechos humanos fundamentales en Estados Unidos (...)". As¨ª ha reaccionado a los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. En el mundo ¨¢rabe ha sucedido otro tanto. Los reg¨ªmenes que eran ya represivos antes de esa fecha lo son ahora m¨¢s. Ni ellos ni Estados Unidos han aprendido la lecci¨®n del 11-S.
P. ?Hay una cierta incompatibilidad entre el islam y la democracia, entre la interpretaci¨®n predominante de la religi¨®n musulmana y el desarrollo econ¨®mico?
R. Es una pregunta fuera de prop¨®sito. Hay que disociar la religi¨®n de las instituciones o de las jerarqu¨ªas que hacen interpretaciones desajustadas. S¨®lo as¨ª se puede explicar que Malaisia, un pa¨ªs musulm¨¢n, sea relativamente pr¨®spero. Es m¨¢s, sostengo que entre islam y acceso y difusi¨®n del conocimiento hay una profunda sinergia, como qued¨® demostrado en determinadas etapas hist¨®ricas. Dicho esto, la supervivencia de algunos Gobiernos ¨¢rabes pasa por la propagaci¨®n de un islam orientado o desviado.
P. L¨ªbano es, probablemente, el pa¨ªs m¨¢s libre de la regi¨®n. ?Es as¨ª porque las riendas del poder est¨¢n, en parte, en manos de cristianos ¨¢rabes?
R. Estoy en desacuerdo. L¨ªbano es un pa¨ªs relativamente libre, pero exhibe algunos de los peores rasgos de las democracias occidentales. Reconozco, no obstante, una singularidad positiva en el sistema pol¨ªtico liban¨¦s: ninguna facci¨®n religiosa domina hoy d¨ªa a otra. Si hubiese que se?alar a pa¨ªses ¨¢rabes que se acercan a la democracia occidental, mencionar¨ªa, acaso, primero a Bahrein y a Marruecos. En este ¨²ltimo sigue en marcha, con retoques, una alternancia pol¨ªtica. Las elecciones legislativas de septiembre han sido, en t¨¦rminos generales, limpias, y han permitido la entrada de nada menos que 35 mujeres en el Parlamento.
P. En t¨¦rminos generales, el mundo ¨¢rabe y el ?frica subsahariana son las zonas del planeta en las que la democracia o el respeto de los derechos humanos tienen menos adeptos. ?Por qu¨¦?
R. ?frica subsahariana resulta algo mejor librada, desde ese punto de vista, que los pa¨ªses ¨¢rabes. La crisis del mundo ¨¢rabe es achacable a la mezcla de factores internos (negligencia de las ¨¦lites intelectuales y debilidad de la sociedad civil), regionales (ambici¨®n de hegemon¨ªa israel¨ª que sirve de pretexto a los reg¨ªmenes ¨¢rabes para restringir las libertades) y globales (convencimiento de la superpotencia de que est¨¢ mejor servida por reg¨ªmenes autoritarios prooccidentales, a los que hay que ayudar a perpetuarse en el poder).
P. Ha criticado con dureza a EE UU, pero no ha hablado de Europa. ?Le decepciona su papel en Oriente Pr¨®ximo?
R. Desde el punto de vista ¨¢rabe, Europa es el caso lamentable de un continente que, aparentemente, ha optado por despilfarrar su gran potencial de cooperaci¨®n con esta regi¨®n. Europa ha interiorizado, desde hace ya mucho tiempo, una imagen de debilidad, y ha abdicado, en beneficio de EE UU, de su papel en el mundo, y m¨¢s concretamente en Oriente Pr¨®ximo. Tambi¨¦n est¨¢ cediendo ahora en la guerra emprendida por EE UU contra el terrorismo. Algunos europeos, con Tony Blair a la cabeza, siguen la pauta marcada por Bush y recortan los derechos civiles, permitiendo o alargando las detenciones administrativas o las redadas entre grupos ¨¦tnicos.
P. ?Le ha sorprendido el respaldo del Gobierno espa?ol a Bush?
R. S¨ª, porque en el Reino Unido y en Espa?a los sondeos de opini¨®n han arrojado abrumadoras mayor¨ªas en contra de la guerra, hasta un 90% de la poblaci¨®n; porque el presidente espa?ol se ha quedado solo en el Parlamento, en su defensa de la guerra, frente a toda la oposici¨®n, que hab¨ªa cosechado m¨¢s sufragios en las elecciones, y frente a millones de ciudadanos que se hab¨ªan echado a la calle. Los gobernantes brit¨¢nicos, espa?oles o italianos han navegado a contracorriente en un asunto tan crucial. Uno tiene derecho a preguntarse sobre el tipo de democracia que impera en Europa.Francia y Alemania no salen mucho mejor libradas. Sus ¨²ltimos gestos apaciguadores hacia Estados Unidos son, sospecho, un intento por apuntarse a la cola de los aspirantes a repartirse los despojos de Irak. Su actitud confirma los peores temores de los ¨¢rabes euroesc¨¦pticos.
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