Francia recuerda a sus musulmanes que la ¨²nica autoridad es la Rep¨²blica

Doscientos delegados de las mezquitas de Francia celebran este fin de semana la primera asamblea del Consejo del Culto Musulm¨¢n, instituci¨®n en la que el Gobierno conf¨ªa para "dar la espalda al islam de las cuevas y de los garajes" y "sentar al islam en la mesa de la Rep¨²blica", al decir del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. Esa integraci¨®n ha de partir de un reconocimiento b¨¢sico: "En Francia no hay m¨¢s autoridad que la Rep¨²blica", les record¨® el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, presente tambi¨¦n en la asamblea.

No est¨¢ todo bajo control. La estricta realidad muestra que la asamblea musulmana reunida en Par¨ªs procede de las elecciones efectuadas el pasado abril en 900 mezquitas. Pero fuera se quedaron otros 600 lugares de culto musulm¨¢n que funcionan en locales improvisados y a los que se teme como lugares de cultivo del radicalismo o de la marginalidad.

El objetivo crucial de Sarkozy es sacar de la clandestinidad a la comunidad musulmana m¨¢s grande de Europa. Pero la evoluci¨®n cultural de esta minor¨ªa cuestiona el car¨¢cter secular de la ense?anza p¨²blica francesa. En un claro gesto, la Uni¨®n de Organizaciones Isl¨¢micas (UOIF), segunda entre las asociaciones m¨¢s numerosas del Consejo Musulm¨¢n, ha designado a una muchacha que lleva el velo isl¨¢mico para uno de los puestos en la direcci¨®n del organismo.

Un congreso de esa misma asociaci¨®n, celebrado hace dos semanas, fue el que abuche¨® a Sarkozy cuando ¨¦ste les record¨® el requisito legal de que las personas fotografiadas en los documentos de identidad lleven la cabeza descubierta. El ministro no quiso ahondar ayer en la pol¨¦mica y se limit¨® a instar a los delegados musulmanes a tratar ese tema con serenidad, para que "otros no puedan instrumentalizarlo".

Por su parte, Jean-Pierre Raffarin prometi¨® dar m¨¢s fuerza a la laicidad, "pero no a una laicidad negativa, que rechaza la religi¨®n", sino al "di¨¢logo de religiones". Raffarin se alarm¨® de los comportamientos de un sector de estudiantes musulmanes que rechaza a las mujeres como profesoras, y anunci¨® la expulsi¨®n de las universidades de aquellos alumnos cuyos comportamientos sean considerados "incompatibles con la laicidad". Igualmente fustig¨® las "bodas forzadas" entre musulmanes, juzg¨¢ndolas incompatibles con Francia.