Escuchar y argumentar sobre el plan Osabide
Como colectivo que llevamos un a?o trabajando sobre el plan Osabide de centralizaci¨®n de los datos cl¨ªnicos, en ning¨²n momento hemos hecho alusi¨®n a la calidad asistencial y humana de nuestra sanidad p¨²blica. Muy al contrario, consideramos que es de las mejores del Estado, aunque como todo en esta vida pueda ser mejorable.
No podemos admitir que se nos acuse de desprestigio a Osakidetza, y que sin argumentos traten de confundir a la opini¨®n p¨²blica. Acusar a los dos facultativos sancionados de crear alarma social por su actuaci¨®n informativa con sus pacientes es dif¨ªcil de entender, cuando todos sabemos que lo que crea alarma social es la desinformaci¨®n.
En todo caso, nosotros tambi¨¦n hemos debido contribuir a esa alarma social, ya que llevamos un a?o tratando de informar a nuestros conciudadanos, los cuales no tienen ni idea, ni siquiera la mayor¨ªa de los trabajadores de Osakidetza. Podemos ir m¨¢s lejos al constatar que hay gran cantidad de m¨¦dicos que tampoco saben de qu¨¦ va el programa.
En todo este a?o nos hemos dirigido pr¨¢cticamente a todos los colectivos e instituciones relacionados con la sanidad y la salud, haciendo dos o tres excepciones, con la callada por respuesta, lo que desde nuestro punto de vista es un absoluto desprecio por el movimiento ciudadano.
Tampoco vamos a admitir que se nos hable de manipulaci¨®n, o tendremos que pensar en ella cuando llegan las elecciones y todos nos quieren llevar a su terreno.
Las leyes tienen varias lecturas e interpretaciones la mayor¨ªa de las veces, con lo que dejan bastantes coladeros para su aplicaci¨®n y ser¨¢ entonces cuando la fuerza del movimiento social act¨²e para que esa ley se cambie.
Argumenten, dejen de leernos lo mismo en todos los sitios, y admitan que el ciudadano no sabe qu¨¦ se va a hacer con sus datos, donde, cu¨¢nto tiempo ni qui¨¦n los va a custodiar; por cierto parecen que son empresas privadas las que se encargan de ello, luego se supone que tienen que tener claves y contrase?as para ello.
La ¨¦tica y la profesionalidad se nos presupone a todos, y para nada dudamos de las buenas intenciones del plan, pero no es menos cierto que la carne es d¨¦bil y a veces los intereses suculentos y apetitosos.
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