"La acci¨®n humanitaria no puede someterse al ej¨¦rcito"
Jean-Christophe Rufin (Bourges, Francia, 1952), m¨¦dico, preside Action contra la Faim (Acci¨®n contra el Hambre, ACH), fue vicepresidente de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) ha desempe?ado asesor¨ªas gubernamentales y misiones de la ONU en Bosnia y Rwanda, y como escritor es autor de un gran ¨¦xito mundial, El abisinio, adem¨¢s de Rojo Brasil (premio Goncourt 2001). Visita Madrid para un debate de la Asociaci¨®n Di¨¢logo, que fomenta los nexos entre Espa?a y Francia.
Pregunta. Cooperante, pol¨ªtico, escritor. ?Por aventura?
Respuesta. M¨¢s bien por sentido del compromiso. Soy m¨¦dico porque lo fue mi abuelo y ¨¦l ten¨ªa ese compromiso. No haya contradicci¨®n entre mis actividades: la contradicci¨®n es que el d¨ªa s¨®lo tiene 24 horas.
P. ?Todo empez¨® en MSF?
R. S¨ª, en un par de habitaciones, donde todos hac¨ªamos de todo. Aut¨¦ntico bricolage. Las ONG han cambiado enormemente. Necesitan profesionales formados en el rigor.
P. ?Cu¨¢l es realmente la lucha contra el hambre hoy?
R. Las hambrunas, afortunadamente, son ya raras. Pero aumenta la malnutrici¨®n, la falta de determinadas vitaminas. Por ejemplo, ?frica se ha convertido en b¨¢sicamente urbana. Y eso genera formas de malnutrici¨®n nuevas, que hacen a la gente sea m¨¢s vulnerable cuando hay una guerra o un golpe de estado.
P. ?C¨®mo pueden trabajar en Irak las ONG humanitarias?
R. No tenemos de momento posibilidad alguna. La guerra la ha querido as¨ª EE UU, absolutamente controlada por ellos. Los objetivos del ej¨¦rcito y de las ONG son diferentes. No podemos someternos a los militares. Las ONG no pueden ser auxiliares del ej¨¦rcito. En Irak hay una ausencia terrible: la ONU, que ha sido excluida por la ¨²nica superpotencia. En Irak, hoy, la acci¨®n humanitaria no cuenta ni siquiera con la garant¨ªa de poder trabajar seg¨²n los principios que dieron origen a la Cruz Roja: que en la guerra se preserve al menos un espacio de derecho; que las v¨ªctimas sean consideradas v¨ªctimas, neutralmente, sea cual sea su bando; y que las organizaciones humanitarias pueden trabajar de modo permanente.
R. Usted fue asesor para los ministerios franceses de Derechos Humanos y de Defensa, y trabaj¨® sobre el terreno para la ONU. ?Sali¨® de ello m¨¢s esc¨¦ptico?
R. Ya lo era antes, pero la asesor¨ªa t¨¦cnica para el Gobierno me hizo aprender sobre la toma de decisiones, y entender que los pol¨ªticos no ejercen su responsabilidad a menos que tengan una presi¨®n c¨ªvica que les obligue. No ven a largo plazo, s¨®lo lo inmediato. Y en cuanto a la ONU, s¨®lo supuso realmente una peque?a ventana de esperanza tras la guerra fr¨ªa. Pero, pese a todo, es la ¨²nica fuente de legalidad, y EE UU ha cometido un error hist¨®rico al relegarla.
P. ?frica es lo que parece pesar m¨¢s en su vida. ?Es afropesimista?
R. Hay muchas ?fricas, pero la imagen exclusivamente dram¨¢tica es falsa. Pol¨ªticamente hay ejemplos de buena evoluci¨®n, a partir de situaciones de destrucci¨®n: Uganda, Sur¨¢frica, el propio Congo, que no ha estallado como pa¨ªs como se profetiz¨® a la muerte de Mobutu. O ejemplos de transici¨®n que sale bien, como Mozambique. Claro que ?frica sufre el sida, los problemas alimentarios, tantas cosas. Pero no es el caos.
P. Su literatura se nutre de la Historia, pero habla oblicuamente del presente.
R. Siempre quise escribir, pero necesitaba acumular experiencias de vida. Vi que ten¨ªa dificultad para hablar del presente, me hac¨ªa falta distancia. Vi que basarme en la Historia era un modo de hablar de lo contempor¨¢neo y de lo vivido.
P. ?Y nunca siente nostalgia de la medicina?
R. S¨ª, de la que se hace con las manos. Pero el m¨ªo no es un destino tan diferente al de tantos m¨¦dicos: unos acaban en tareas acad¨¦micas, otros de gesti¨®n... Yo s¨¦ que en todo cuanto hago est¨¢ la medicina por medio.
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