M¨²sica y poemas rusos conmemoran en Madrid el tricentenario de San Petersburgo

M¨²sica de Glinka, Rachman¨ªnov y Chaikovski, romanzas cantadas por una solista del Bolsh¨®i, versos de Brodski y Pushkin, evocaci¨®n de la temprana presencia espa?ola en San Petersburgo y la imagen del Jinete de Bronce, s¨ªmbolo de la ciudad, como tel¨®n de fondo. Una delegaci¨®n cultural rusa, arropada por la Embajada en Madrid y la Fundaci¨®n Alexander Pushkin, que preside Alexander Tchernosv¨ªtov, conmemor¨® el martes, en un abarrotado sal¨®n de actos de la Biblioteca Nacional, el tricentenario de la fundaci¨®n por Pedro el Grande de la m¨¢s europea de las ciudades rusas, y una de las m¨¢s cargadas de historia.

Liudmila Verbitskaya, rectora de la Universidad Estatal de San Petersburgo, traz¨® el elogio de una urbe que cumple 300 a?os con uno de sus hijos en el Kremlin. Vlad¨ªmir Putin ejerce de petersburgu¨¦s, aprovecha las ocasiones de elevar el perfil de la ciudad (la pr¨®xima celebraci¨®n de la cumbre UE-Rusia es buena muestra) y se ha llevado a Mosc¨², a los despachos del poder, a muchos de sus paisanos.

Verbitskaya asegur¨® que San Petersburgo, que siempre fue profundamente rusa, comparti¨® el destino grandioso y tr¨¢gico de su gran rival, Mosc¨². Record¨® que el siglo XX, cruel con su pa¨ªs, fue especialmente inclemente con San Petersburgo pero, incluso durante el cerco alem¨¢n de Leningrado (nombre sovi¨¦tico de la ciudad) o las purgas estalinistas, "el sentido de libertad no hizo m¨¢s que fortalecerse" all¨ª.

Ciudad marcada por la huella de cient¨ªficos (P¨¢vlov, Mendel¨¦yev), estadistas (Catalina la Grande, Lenin y el mismo Pedro I), m¨²sicos (Stravinski, Prok¨®fiev, Shostak¨®vich, G¨¦rgiev), bailarines (Nureyiev, Pavlova), escritores (Pushkin, Lermontov, G¨®gol, Dostoievski, Ajm¨¢tova) y pintores (Repin, Mal¨¦vich), San Petersburgo afronta los fastos del tricentenario "orientada hacia lo alto, hacia el futuro", en palabras de Verbitskaya. El embajador en Madrid, Mija¨ªl Kamynin, record¨® que la fundaci¨®n de la ciudad coincidi¨® con la reafirmaci¨®n de Madrid como capital de Espa?a, con Felipe V. Destac¨® asimismo la contribuci¨®n al esplendor de San Petersburgo de espa?oles como Agust¨ªn de Betancourt, fundador a comienzos del XIX de la Universidad de V¨ªas de Comunicaci¨®n, a¨²n viva.

El lavado de cara propiciado por la conmemoraci¨®n resulta espectacular, pero no basta para ocultar los graves problemas que sufre la ciudad, como la despoblaci¨®n, el d¨¦ficit de infraestructuras y la ausencia de un modelo eficaz de desarrollo arm¨®nico. M¨¢s a¨²n, el esplendor de los palacios de Nevski Prospekt refuerza el lacerante contrastre con los abandonados patios traseros, sin restar por ello grandeza a la ciudad.