Berlusconi reclama la inmunidad judicial para evitar persecuciones pol¨ªticas

Silvio Berlusconi reclam¨® ayer la reintroducci¨®n de la inmunidad parlamentaria en Italia, vigente en todos los dem¨¢s pa¨ªses de la UE. La medida es necesaria, a su juicio, para evitar que quien "ha recibido de los ciudadanos el encargo de gobernar" pueda sufrir persecuciones pol¨ªticas. El primer ministro italiano, que se enfrenta a una inminente sentencia, utiliz¨® el diario Corriere della Sera para exponer su propuesta de "retorno a la Constituci¨®n de 1948", pensando "en los intereses del pa¨ªs". Reforz¨® el mensaje atacando a la "magistratura politizada" en la radio.

Dos d¨ªas despu¨¦s de su declaraci¨®n espont¨¢nea en el tribunal de Mil¨¢n que le juzga por un caso de presunto soborno a los jueces, Berlusconi volvi¨® de nuevo a la carga en la guerra que le enfrenta a la magistratura. Una guerra con dos frentes: de un lado, la lucha por reconstruir las barreras defensivas que, como la inmunidad parlamentaria, desaparecieron de la Constituci¨®n a ra¨ªz del estallido del esc¨¢ndalo Tangentopoli; del otro, la batalla contra el poder de la magistratura, a un sector de la cual, el movimiento Magistratura Democr¨¢tica, acusa de perseguirle por estrictas razones pol¨ªticas.

Berlusconi cit¨® en su intervenci¨®n radiof¨®nica algunas declaraciones de miembros de MD para reforzar su tesis de que es atacado en calidad "de adversario pol¨ªtico". Una actitud que est¨¢ reduciendo dr¨¢sticamente, dijo, la confianza de los italianos en la justicia. Ech¨® mano de un sondeo, del que no facilit¨® ning¨²n dato identificativo, para apoyar su afirmaci¨®n. "La mayor¨ªa de los italianos no conf¨ªa en la magistratura, s¨®lo el 8% tiene confianza en los jueces".

Lo verdaderamente nuevo de la ofensiva de ayer est¨¢ en la virulencia con la que Berlusconi reclama "el regreso a la Constituci¨®n", con el argumento de que los retoques que se le hicieron en 1993, en el "tiempo de los lobos", da?aron al pa¨ªs. Gracias a la supresi¨®n del "principal punto del art¨ªculo 68 de la Constituci¨®n", dice Il Cavaliere, se produjo "la desaparici¨®n traum¨¢tica y de forma no democr¨¢tica de la Democracia Cristiana".

Berlusconi cita entre las "v¨ªctimas" que se cobr¨® la supresi¨®n de dicho art¨ªculo al ex l¨ªder socialista Bettino Craxi, sin nombrarlo, y al ex primer ministro Giulio Andreotti, sometido a "la verg¨¹enza judicial" en todo el mundo, "con la inveros¨ªmil acusaci¨®n de formar parte de una asociaci¨®n de delincuentes de tipo mafioso". Las intervenciones de Berlusconi coincidieron con el inicio del debate sobre la inmunidad en la Comisi¨®n de Justicia del Senado, donde anoche se organiz¨® una sentada de protesta.

La "ca¨ªda" de 1994

Berlusconi se coloca inmediatamente detr¨¢s entre las v¨ªctimas, recordando "la ca¨ªda" de su Gobierno en 1994, e imput¨¢ndosela a los jueces, que le acusaron de sobornar a la Guardia de Finanzas (polic¨ªa econ¨®mica italiana), cargo del que fue absuelto despu¨¦s.

La ofensiva del primer ministro coincide con la batalla iniciada ayer por los parlamentarios de la coalici¨®n que dirige para que el Parlamento reintroduzca cuanto antes la inmunidad a los altos cargos del Estado. La propuesta, conocida como laudo Maccanico, fue hecha el verano pasado por el ex ministro del Olivo Antonio Maccanico. El texto original contemplaba s¨®lo la protecci¨®n para el primer ministro, el presidente de la Rep¨²blica, los presidentes de las dos C¨¢maras del Parlamento y el del Tribunal Constitucional.

La coalici¨®n de centroderecha estudia ampliar los beneficiarios a todos los parlamentarios. De este modo, adem¨¢s del propio Berlusconi, podr¨ªa acogerse a ella el ex ministro de Defensa Cesare Previti, que acaba de ser condenado en primera instancia a once a?os de c¨¢rcel por haber corrompido a varios jueces. Il Cavaliere est¨¢ siendo procesado en Mil¨¢n por un delito similar y la condena podr¨ªa llegarle este verano, en el momento en que Italia asume la presidencia de turno de la UE.

Restablecer inmunidad es importante, dice Berlusconi, "no para echarle una mano al primer ministro para pasar el examen del semestre", sino para "restituir al Parlamento su primado constitucional". No por casualidad el primer ministro cita de pasada el laudo Chirac, en alusi¨®n a la excepci¨®n judicial de que ha sido objeto el presidente franc¨¦s.