Bulleri abate al Siena

Bulleri, un base italiano reserva de Edney, salv¨® al Benetton en un partido con vaivenes vertiginosos. El equipo de Treviso, con mayor oficio, certific¨® los pron¨®sticos, pero el Siena le oblig¨® a sudar la gota gorda. La cenicienta del torneo logr¨® levantar por momentos los 18 puntos por los que lleg¨® a perder, 21-39, ya cerca del descanso. Obligado a jugar al tuya m¨ªa en el tir¨®n final, Bulleri le redimi¨® de todos los males en el ¨²ltimo minuto y medio, en el que entr¨® por delante el Siena: 60-58. Pero entonces Bulleri carg¨® el fusil y anot¨® desde todas las posiciones: un triple, una canasta de dos y dos tiros libres. Fue letal para un Siena que esperaba que la labor de ejecutarle hubiera sido otorgada a otros, a Edney, a Langdon, a Pittis, a Garbajosa, que estuvo inmenso con 14 puntos y 10 rebotes, pero jam¨¢s a Bulleri.

El equipo de Turckan y Ford pag¨® la novatada en un partido que el Benetton descerraj¨® en el primer acto. Edney, el virtuoso base criado en la Universidad de UCLA, t¨ªtulo universitario incluido, marc¨® el rumbo de los acontecimientos con una autoridad tal que s¨®lo le falt¨® ordenar la jugada al rival, que no dio pie con bola. Anonadado por la superioridad en cent¨ªmetros y ritmo del Benetton, el equipo de Turckan y Ford no encontr¨® manera de capear el temporal y consum¨® un desastre de proporciones impresionantes: 0-10 (m. 3) y 9-26 a¨²n en el primer cuarto.

El Siena no le encontraba la medida al juego. Bien pertrechados en su zona con Marconato y Garbajosa, ni Turckan ni Ford entraban en juego. Los de Treviso iban a galope tendido, doblaban en la captura de rebotes a sus rivales. De vez en cuando se escapaba un jugador del Siena, pero acababa cometiendo pasos de tan descoordinado como actuaba su sistema ofensivo. S¨®lo Vukcevic anotaba alguna vez que otra, tampoco gran cosa, las canastas del honor si se quiere.

El Siena cambi¨® por completo la decoraci¨®n del partido en un tercer cuarto de ensue?o: 22-6. Presion¨® y puso el candado en la defensa con una tripleta formada por Turckan, Zukauskas y Kakiuzis, que cerr¨® el rebote a los de Treviso. Cambiaron por completo los papeles. El Benetton se qued¨® tieso. Messina se cercior¨® entonces de que Garbajosa, en la posici¨®n de cinco, era el ¨²nico que desafiaba a Turckan, negado en el lanzamiento, pero colosal en la labor de zapa. Gracias a ello y a Bulleri, el Benetton se plant¨® en la final.