Colombia, dividida entre la mano dura y la negociaci¨®n tras la matanza de las FARC

?Mano dura o flexibilizar las condiciones para lograr un intercambio de secuestrados en manos de las FARC por hombres de esta organizaci¨®n guerrillera hoy en prisi¨®n? ?ste es el debate que divide a Colombia, agudizado desde el pasado lunes cuando, en un fallido operativo de rescate de secuestrados, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asesinaron al Gobernador de Antioquia, a su asesor de paz y a ocho militares. El Gobierno ya anunci¨® que seguir¨¢ intentando la libertad de los cautivos mediante operativos militares.

En la marcha silenciosa que acompa?¨® el jueves pasado en esta ciudad el cortejo f¨²nebre del gobernador Guillermo Gaviria, un hombre, que portaba una pancarta donde se le¨ªa: "Uribe, militares: firmes", justific¨® a este peri¨®dico su dura posici¨®n: "Es la ¨²nica manera para que la guerrilla entienda que no van a conquistar el poder". A su lado, alcaldes y habitantes de los municipios de Oriente, los m¨¢s azotados por la violencia,pregonaban que seguir¨¢n adelante con su laboratorio de paz, una pol¨ªtica de di¨¢logo con la cual han logrado bajar los ¨ªndices de muerte. Desde esta plataforma tambi¨¦n apoyan a los familiares de los m¨¢s de 3.000 secuestrados -pol¨ªticos y de car¨¢cter econ¨®mico- que hay hoy en Colombia, que piden al Gobierno avanzar en el camino de un intercambio humanitario flexibilizando sus duras condiciones. "?Ni un rescate m¨¢s!", han exigido estas familias a un Gobierno que ya anunci¨® que seguir¨¢ intentando la libertad de los cautivos mediante operativos militares. La Iglesia tiene claro que primero est¨¢ la vida. Dicen que s¨®lo se debe intentar un rescate en caso de existir una alta posibilidad de ¨¦xito. "El gobierno debe utilizar m¨¢s la inteligencia que las armas", dijo el obispo de Popay¨¢n.

Al alcalde de Bogot¨¢, Antanas Mokus, le preocupan las consecuencias del "no hacer nada y convivir con el chantaje a lo largo de meses y a?os". Mokus ve como leg¨ªtimos los rescates y opina que "los costos que paga el Estado por impedir ciertas situaciones, pueden ser menores que los costos de permitirlas". Pero este fil¨®sofo y matem¨¢tico es partidario del "tercer camino", el de la Noviolencia, que pregona la resistencia civil. "Por la v¨ªa del fortalecimiento del ej¨¦rcito y de la pol¨ªtica -asegur¨® Mokus- el camino va a ser muy largo y muy costoso; puede ser m¨¢s corto si los ciudadanos nos expresamos con m¨¦todos no violentos". Y pone cita como ejemplo a los ind¨ªgenas del departamento de Cauca, al sur del pa¨ªs, que la misma noche del secuestro del alcalde de Silvia, armados con sus bastones y poniendo en riesgo sus vidas, fueron a rescatarlo y lo lograron.

Muchos tildan al Gobernador asesinado y a muchos de los seguidores de su pol¨ªtica de Noviolencia de haber pecado de ingenuos. Cre¨ªan que estar a favor de la paz los hac¨ªa inmunes a las balas de las FARC. Pero les dispararon a sangre fr¨ªa. El Gobierno dice que no hubo error en el operativo de rescate, que el pa¨ªs no sabe que est¨¢ tratando con unos "bandidos sin sentimientos". Pero esta afirmaci¨®n puede tener una lectura al rev¨¦s: ?No es un error del Gobierno desconocer la irracionalidad del enemigo? Leon Valencia, ex guerrillero y hoy analista pol¨ªtico, asegura que las FARC cumplieron con lo que siempre hab¨ªan afirmado: no permitir el rescate de ning¨²n secuestrado.