La m¨¢quina soplante

El viernes, a las 13 horas, el cronista escuch¨® por la Ser a los candidatos Francisco Camps del PP y Joan Ignasi Pla del PSPV, se presume que cara a cara, de acuerdo con el gui¨®n radiof¨®nico. En principio y como aquello iba de duelo, le pareci¨® que ambos dec¨ªan sus latines con cierta renuencia y una pizca de crispaci¨®n. Pero muy pronto se percat¨® de c¨®mo echaban de menos sus respectivos aparatos. Uno y otro llevaban apuntes, pero no apuntador, y un candidato sin apuntador es como un votante a pelo. Los candidatos cuando ya entran oficialmente en campa?a electoral necesitan, adem¨¢s de su personal decorado a tono con la clientela, la cercan¨ªa de su manager y de sus segundos. Esa necesidad se percibi¨® m¨¢s en Camps, que parec¨ªa expuesto a cualquier contingencia, fuera de la placenta de Zaplana. Para conjurar su desamparo, Camps declam¨® las glorias habidas y por haber de carrerilla: repiti¨® disciplinada y pausadamente lo que todos, correligionarios y adversarios, esperaban que repitiera. Camps manej¨® con soltura la m¨¢quina soplante, para suministrar ox¨ªgeno, y larg¨® todo el bostezo de la f¨®rmula PP, es decir, descalificaciones, insultos y pecados de pancarta a tutipl¨¦n. Pla, en su orfandad de ayo pol¨ªtico y m¨¢s callejeado que su oponente, titube¨®, en algunos momentos, pero le dio tales ¨ªmpetus al fuelle que se arranc¨® con un inesperado desparpajo m¨¢s sincero y convincente. ?Qu¨¦ qui¨¦n de ambos se llev¨® al gato al agua? Aquel que no recurri¨® a la moviola, sino a la realidad. A los puntos, que se lo curren los expertos en mercadotecnia y los perspicaces int¨¦rpretes de las intenciones del volandero voto.

El viernes a las cero horas se inici¨® la ceremonia: pegada de carteler¨ªa a la usanza artesanal; descubrimiento de valla publicitaria (Camps, en Alicante, con Rajoy y Zaplana); sorpresa de autob¨²s, ¨¢lbum fotogr¨¢fico del aspirante Pla, con Joaquim Puig e Ignacio Sub¨ªas, en Castell¨®n; centro hist¨®rico de Valencia para l'Entesa, con Joan Rib¨® y una tropa de candidatos y militantes a por todas; El Cabanyal, como un s¨ªmbolo de recuperaci¨®n, para el Bloc-EV, con un Pere Mayor dispuesto a pararle los pies a la obediencia a Madrid del PP y del PSOE; un Josep Maria Chiquillo, con la Uni¨® Valenciana en ristre, para descabezar tambi¨¦n mayor¨ªas absolutas y turnismo de hace un siglo, en la pedan¨ªa valenciana de Pinedo; y el PCPV, con su secretario general, Alfred Botella, en El Campello marinero y de rojer¨ªo interminable y bien sufrido. Amanec¨ªa un viernes de ejercicios democr¨¢ticos, malabares y aritm¨¦ticos, con un PP de piel de gallina, porque sabe que le van a sacar las pifias b¨¢rbaras de su desgobierno: junto al socav¨®n, el desastre del Prestige; junto a la inseguridad ciudadana, la guerra de irak; junto a las falacias del supuesto empleo, aquel decretazo que se trago como el sable de un faquir.

Y c¨®mo por ensalmo, Rodr¨ªguez Zapatero, llenaba la plaza de toros del cap i casal, con Joan Ignasi Pla y Rafael Rubio, mientras ayer una armada como la invencible vencida de 800 autocares o as¨ª se dirig¨ªa a ocupar Mestalla, con el estratega por correspondencia Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a¨²n en olor de Bush, y el tr¨ªo de la bencina Camps, Zaplana y Rita Barber¨¢. Ya corren hacia el 25M, nuestros carros de fuego y algunos de petardos. Que gane el pueblo.