El Madrid, desbordado

A s¨®lo cinco jornadas del final, tambi¨¦n la Real desbord¨® al Madrid, como ya hab¨ªa hecho el Deportivo el s¨¢bado. Y lo hizo superando un verdadero reto, en Mallorca, ante a un rival que llegaba plet¨®rico tras haber arrasado Chamart¨ªn. El equipo de Denoueix no s¨®lo se aplic¨® en sus deberes, sino que lo hizo a lo grande, con un juego magn¨ªfico, apoyado en sus m¨²ltiples y variados recursos. En este tramo tan estresante del campeonato, las estrellas de la Real siguen en hora: Alonso teje, De Pedro asiste, Kovacevic remata, Nihat marea y Westerveld ataja. Nada hace prever que los donostiarras se frenen antes de tiempo. Hoy por hoy se adivina a un equipo con cuerda hasta el final. Como el Deportivo, al que ni siquiera alteran las grescas internas. A gente como Donato parecen estimularle; su gol en La Rosaleda lo prueba.

La firmeza de gallegos y vascos contrasta con el bacheado rumbo del Madrid, tuerto en la Liga, con la mirada m¨¢s atenta a la Champions. Con los rerservas al frente, en Huelva le falt¨® car¨¢cter, mayor empe?o para sacar adelante la aventura dom¨¦stica. No hubo un suplente que se reivindicara, incluso m¨¢s de uno emborron¨® su cartel con tanta desidia. De la futura respuesta de los zidanes y de lo que ocurra el mi¨¦rcoles en Tur¨ªn depender¨¢ en buena parte el desenlace final de la Liga. Tanto jugar a dos cartas, el Madrid ahora no tiene m¨¢s remedio que remontar y esperar un patinazo doble.

Para patinazo el del Valencia -1-2 ante el Villarreal- y, en menor medida, el del Celta -2-2 con el Racing, que le empat¨® en el minuto 99-. Los dos se han atrancado en su pelea por una plaza en la Liga de Campeones, pero no hay quien saque tajada. Del pelot¨®n de remotos aspirantes a colarse en la Champions, nadie sac¨® provecho. Tampoco el Bar?a, al que una victoria en Sevilla le hubiera clavado al menos en la zona UEFA. S¨®lo rasc¨® un empate, y gracias. Gracias sobre todo a V¨ªctor Vald¨¦s, la mejor noticia de este Bar?a. El joven portero sostuvo al equipo azulgrana en una jornada maldita para los conjuntos locales, sin un triunfo casero.