?Excepci¨®n deportiva?

Una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia ha reconocido al jugador eslovaco de balonmano Maros Kolpak, que juega en la liga alemana, el derecho a ser tratado como cualquier otro jugador alem¨¢n, sin ocupar plaza de extranjero. Para algunos ser¨ªa una especie de caso Bosman 2, una ampliaci¨®n a 100 pa¨ªses m¨¢s del derecho a la libre circulaci¨®n del que gozan desde aquella sentencia los comunitarios en el territorio de la UE; otros, entre ellos el Gobierno espa?ol, sostienen que la sentencia Kolpak s¨®lo es de aplicaci¨®n en Alemania. A la espera del dictamen jur¨ªdico solicitado por el Consejo Superior de Deportes, la sentencia revela una de las contradicciones de la construcci¨®n europea.

Al mismo tiempo que se borran las fronteras entre los ciudadanos de los diferentes pa¨ªses, viven su momento de m¨¢ximo esplendor las competiciones deportivas en las que los Estados est¨¢n representados por selecciones nacionales. La apertura completa de fronteras a los deportistas profesionales de otros pa¨ªses suele se?alarse en Espa?a como causa del escaso rendimiento de nuestra selecci¨®n en algunos deportes; pero no ocurre as¨ª en todos. La pol¨¦mica ha hecho que desde diversos sectores vuelva a plantearse la posibilidad de aplicar al deporte la excepci¨®n que el Tratado de la Uni¨®n reconoce en el terreno cultural; esa excepci¨®n ha permitido normas de protecci¨®n al cine y a la industria editorial. Aplicada al deporte, ser¨ªa, en todo caso, una medida transitoria, porque la din¨¢mica general parece imparable a medio plazo.