El Teatro Romano de Sagunto, bajo el signo electoral

Guste o no, derribar la intervenci¨®n arquitect¨®nica dise?ada por Giorgio Grassi y Manuel Portaceli en el Teatro Romano de Sagunto es una medida de dif¨ªcil administraci¨®n para el gobernante. De otro modo no se entiende c¨®mo la Generalitat, gobernada por el PP, ha ido dilatando el proceso de ejecuci¨®n de la sentencia que declaraba ilegales las obras en virtud de una ley muy discutida, que bien puede poner en cuesti¨®n infinidad de actuaciones de restauraci¨®n y rehabilitaci¨®n, s¨®lo con que un abogado perseverante con el respaldo pol¨ªtico y medi¨¢tico necesario se lo propusiera, como es el caso de Juan Marco Molines, ex diputado del PP y asesor de la presidenta de la Cortes, Marcela Mir¨®. El PP incluy¨® el derribo de la intervenci¨®n arquitect¨®nica en su programa electoral de 1995 para volver a su estado anterior de ruina impostada de supuesto aliento rom¨¢ntico. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana ha ordenado a la Generalitat derribar el muro del escenario hasta una altura de 1,20 y levantar las gradas de m¨¢rmol.

La premiada obra del Teatro Romano de Sagunto se ha ido consolidando con el tiempo y parece un aut¨¦ntico despilfarro y un parad¨®jico desprop¨®sito gastar un dineral en su destrucci¨®n cuando el patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico padece por la falta de inversiones. Muchos saguntinos opinan de esta manera: no les gusta la obra del escenario, pero ya se han acostumbrado, y ahora lo que quieren es que de una vez por todas el Teatro Romano funcione con normalidad y contribuya a revitalizar la adormecida ciudad.

La Generalitat ha vuelto a pedir m¨¢s tiempo al TSJ para hacer m¨¢s estudios, garantiz¨¢ndose que la piqueta no entrar¨¢ antes de la elecciones. En Sagunto, la cuesti¨®n centra gran parte del debate pol¨ªtico. Incluso algunos sugieren que el reciente auto de ejecuci¨®n puede certificar un cambio de gobierno en la poblaci¨®n. El propio alcalde saguntino, Silvestre Borr¨¢s, del PP, esperaba que la resoluci¨®n fuera mucho m¨¢s suave, con una intervenci¨®n m¨ªnima. Ya han pasado 13 a?os desde que se inici¨® el proceso al Teatro Romano.