"Los experimentos sobre el origen de la vida s¨®lo muestran posibilidades"
St¨¦phane Tirard (1961) naci¨® en Normand¨ªa, se licenci¨® en Biolog¨ªa en Par¨ªs, e hizo su doctorado en Epistemolog¨ªa e Historia de las Ciencias. Con esa doble formaci¨®n analiza, con las herramientas de las ciencias naturales (asignatura de la que es catedr¨¢tico en la Universidad de Nantes) y las del historiador de la ciencia, los conocimientos sobre la historia de la vida en sus primeras etapas hace unos 4.000 millones de a?os. Precisamente, esta semana se cumplen 50 a?os desde que Stanley Miller llevara a cabo su experimento para tratar de demostrar c¨®mo podr¨ªan haber surgido los esenciales amino¨¢cidos en un mundo sin vida. De ello habl¨® St¨¦phane Tirard en el Museo CosmoCaixa, en Alcobendas (Madrid) y es tambi¨¦n el eje de esta entrevista.
"Hay algo muy visible en la secuenciaci¨®n del genoma, y muchos intereses en juego"
"Al valorar su experimento de hace 50 a?os, Miller muestra cierta cautela"
Pregunta. ?Qu¨¦ lagunas tenemos en el conocimiento del origen de la vida? Ahora, por ejemplo se pone en cuesti¨®n el llamado mundo ARN (¨¢cido ribonucleico) porque, se supone, hace falta un mundo preARN.
Respuesta. Creo que no hay que hablar de lagunas. La vida apareci¨® en la Tierra hace much¨ªsimo tiempo, en una ¨¦poca muy bien determinada. ?Cu¨¢les son las herramientas de las ciencias naturales cuando se interesan por un problema hist¨®rico? Utiliza f¨®siles, pero el problema del origen de la vida es que hablamos de las primeras mol¨¦culas, y no tenemos f¨®siles. Estamos en una situaci¨®n extremadamente delicada, as¨ª que a la fuerza vamos a tener que desarrollar una serie de especulaciones. No podemos hacerlo de otra manera, as¨ª que no hay que hablar de lagunas, que tiene un sentido peyorativo. Llevamos a cabo experimentos que son intentos de reconstituciones, y hay que analizar el estatus de esos experimentos para entender bien cuales son sus l¨ªmites y no pedirles m¨¢s de lo que nos puedan aportar. Por supuesto, los cient¨ªficos quieren exponer las cosas con certidumbres, con certezas; les gustar¨ªa poder afirmar que han descubierto un misterio y son capaces de decir que han descubierto c¨®mo se origin¨® la vida en la Tierra.
P. De hecho, lo dicen, y por eso se encuentran con lagunas.
R. Es un error quiz¨¢ por parte suya, pero prefiero evitar ese tipo de t¨¦rminos demasiado tajantes. En 1953 Miller hizo su experimento de s¨ªntesis de amino¨¢cidos respetando las condiciones prebi¨®ticas caracter¨ªsticas del medio primordial seg¨²n hab¨ªa descrito su maestro, Urey. Obtuvo amino¨¢cidos y se dijo que hab¨ªa conseguido reproducir la primera etapa de la s¨ªntesis de mol¨¦culas fundamentales para la vida, porque durante 25 o 30 a?os hemos considerado esas condiciones como un dogma. A principios de los a?os ochenta se vio que pod¨ªa haber di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera, as¨ª que ¨¦sta no era tan reductora, lo que pon¨ªa en tela de juicio todo el edificio argumental. Podemos pensar que es un error haber afirmado esas cosas, pero prefiero no ser cr¨ªtico con eso, me interesa saber qu¨¦ estatus le hemos dado a esos experimentos y por qu¨¦ no hemos sabido estimar sus l¨ªmites. Quiz¨¢ hemos olvidado que nos enfrent¨¢bamos a una cuesti¨®n hist¨®rica en la que no se pueden usar los experimentos igual que en fisiolog¨ªa.
P. ?Cu¨¢l es su alcance?
R. En todo caso, los experimentos de qu¨ªmica prebi¨®tica prueban posibilidades, de manera que si las condiciones primitivas son falsas, los experimentos no aportan ninguna informaci¨®n, y si las condiciones son aut¨¦nticas, lo ¨²nico que nos dicen es que esas reacciones son posibles, pero no nos dicen que haya ocurrido as¨ª exactamente.
P. Entonces, ?no es lo mismo lo que dice el experimento y lo que dice el experimentador?
R. Miller, por ejemplo, en la ret¨®rica del discurso muestra cierta cautela, cierta prudencia te¨®rica al describir el experimento, pero despu¨¦s el resultado se trasmite con otro discurso. En los a?os 50 y 60 hubo todo un mecanismo de difusi¨®n, en los medios de comunicaci¨®n, en los manuales, que se ha ido desarrollando y al final todo el mundo admiti¨® esas cosas. Es una especie de fen¨®meno casi colectivo que hace que todo el mundo se sienta muy a gusto con esa situaci¨®n, que dice que lo hemos encontrado, hasta que se vuelve a poner en tela de juicio el modelo porque no funciona, porque las condiciones de partida han cambiado.
P. ?Se trata de un artefacto?
R. Urey puso las condiciones seg¨²n los datos de la ¨¦poca, pero hay que subrayar que en el marco de la qu¨ªmica prebi¨®tica ese experimento no tiene un estatus de comprobaci¨®n, como podr¨ªa tenerlo en fisiolog¨ªa, algo que quiz¨¢ el p¨²blico no perciba. Eso sin entrar en detalles concretos sobre los artefactos: qu¨¦ se observa concretamente y c¨®mo se generaliza en los experimentos. Si hay una visi¨®n sencilla del experimento para el p¨²blico, esta visi¨®n se traspone al campo de los or¨ªgenes, pero resulta que no se puede trasponer, no es adaptable, no se puede trasladar sin m¨¢s.
P. Entonces, ?qu¨¦ sabemos ahora de las condiciones primordiales de la vida?
R. Se sabe que las condiciones no eran reductoras, que hab¨ªa cierta cantidad de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera. A partir de los a?os 80 se han vuelto a considerar otras teor¨ªas, como la de Graham Cairns-Smith, que dice que las primeras etapas se han podido desarrollar sobre un soporte mineral, como la arcilla. El segundo punto es la idea que considera que las mol¨¦culas ARN y ADN son muy complicadas, incluso el ARN, as¨ª que tuvo que haber intermediarios. Es una idea que en los a?os 50, 60 o 70 no ten¨ªa mucho lugar porque el esquema emergente de prote¨ªnas y ¨¢cidos nucleicos lo ocupaba todo. Cairns-Smith encontr¨® despu¨¦s un poco de espacio para expresarse. El mundo ARN es otra hip¨®tesis actual que dice que apareci¨® primero el ARN porque es una mol¨¦cula sencilla que tiene posibilidades de autocat¨¢lisis, con lo que hemos vuelto a poner en tela de juicio el dogma central de la biolog¨ªa molecular, que la informaci¨®n pasa del ADN al ARN y de ah¨ª a las prote¨ªnas.
P. Ese dogma se ha puesto en cuesti¨®n ya varias veces.
R. S¨ª, pero era un dogma muy presente en los a?os 60, aunque en los 80 ya sab¨ªamos que esto no es as¨ª. Por eso el mundo ARN se convierte en m¨¢s factible, porque el ARN no necesita ADN previo, y eso es importante. Es verdad que es una tesis muy importante hoy en d¨ªa, pero m¨¢s recientemente los investigadores hablan de mundos primitivos m¨¢s minerales, como las piritas. Son las grandes tendencias de hoy. En paralelo hay toda una reflexi¨®n sobre la localizaci¨®n de los medios en los que las mol¨¦culas primitivas en cuesti¨®n han podido formarse, por ejemplo en las fumarolas oce¨¢nicas -sitios que podr¨ªan aportar los elementos minerales y energ¨¦ticos necesarios- pero eso est¨¢ en fase de estudio. Me parece, tratando de verlo desde fuera, que es un campo muy din¨¢mico y muy abierto.
P. Este a?o se cumplen 50 del desciframiento de la estructura del ADN y, para celebrarlo, se anuncia por tercera vez la secuenciaci¨®n del genoma humano. ?Hay un exceso de protagonismo del genoma en el panorama de la biolog¨ªa actual?
R. S¨ª, hay una especie de hegemon¨ªa del genoma. Hay algo muy visible en la secuenciaci¨®n, es algo concreto que podemos exponer, hay muchos intereses en juego. Eso hace que muchos otros aspectos fundamentales en biolog¨ªa tengan dificultad para ser divulgados, cuentan con menos medios, se viven de una manera m¨¢s discreta. El genoma es f¨¢cil de difundir, el ADN es muy elegante, esa cadena que ten¨ªa el secreto de la vida, y finalmente, a los 50 a?os, descubrimos ese secreto. Es una historia muy adecuada para dos minutos de televisi¨®n.
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