"No puedo imaginar que el patriotismo constitucional sea una idea de derechas"
A punto de cumplir el pr¨®ximo 18 de junio 74 a?os, el fil¨®sofo alem¨¢n J¨¹rgen Habermas podr¨ªa dormirse en los laureles, mirar hacia atr¨¢s sin ira y contemplar una vida intelectual repleta de denso pensamiento y permanente pol¨¦mica. No obstante, en una Alemania donde la edad media de jubilaci¨®n se sit¨²a en torno a los 60 a?os, Habermas sigue en la brecha y participa en todos los debates de este tiempo. Hace tan s¨®lo unos d¨ªas public¨® un largo art¨ªculo en el que desmenuza y tritura los argumentos favorables a la guerra de Estados Unidos contra Irak. Habermas es el gran pensador de la Alemania que surge de los a?os sesenta. En el semanario Die Zeit se lleg¨® a titular un art¨ªculo sobre Habermas con un contundente "El Hegel de la Rep¨²blica Federal". El peri¨®dico berlin¨¦s Tagesspiegel escribi¨® hace poco m¨¢s de una semana sobre Habermas: "Ese hombre es tan grande, que la mayor¨ªa de los que intentan palmearle en los hombros s¨®lo le llegan a la pantorrilla". En su lugar de residencia desde que en 1994 se jubil¨® de su c¨¢tedra en Francfort, en Starnberg, al lado del lago donde se ahog¨® el rey loco Luis II de Baviera, Habermas concedi¨® una entrevista telef¨®nica a EL PA?S.
"La izquierda tiene en Alemania una actitud clara de condena a los cr¨ªmenes nazis"
"La guerra da un ejemplo desastroso para una futura superpotencia"
Pregunta. Supongo que usted no conoce Asturias. ?Acudir¨¢ a recibir el premio?
Respuesta. S¨ª, naturalmente. Conozco Espa?a bastante bien, pero en Asturias no estuvimos nunca.
P. ?C¨®mo conoci¨® Espa?a?
R. Mi primer contacto con Espa?a se realiz¨® hace medio siglo. Cuando era estudiante viaj¨¦ cinco semanas a trav¨¦s de Espa?a, que en aquellos tiempos todav¨ªa era un pa¨ªs pobre, pero de una enorme riqueza cultural que me marc¨® mucho. Esa Andaluc¨ªa ¨¢rabe y el estricto catolicismo en El Escorial y en los cuadros del Prado. Siempre hab¨ªa querido conocer el pa¨ªs de Unamuno. Ya de estudiante este l¨²gubre existencialismo me hab¨ªa atra¨ªdo mucho. Despu¨¦s pas¨¦ 25 a?os sin ir y s¨®lo volv¨ª despu¨¦s de la muerte de Franco. Desde entonces he mantenido muchos contactos acad¨¦micos y he estado all¨ª muchas veces.
P. ?Qu¨¦ hizo durante el tiempo que trabaj¨® como periodista?
R. Trabajaba ya de estudiante, antes de terminar el bachillerato, en la redacci¨®n de un peque?o peri¨®dico local. Soy de una ciudad peque?a, Gummersbach, y all¨ª colaboraba con el peri¨®dico de Colonia K?lner Stadtanzeiger. Escrib¨ªa cr¨ªtica de teatro, de cine y de libros. Despu¨¦s de terminar mis estudios en la Universidad me gan¨¦ la vida algunos a?os como colaborador del Frankfurter Allgemeine Zeitung y del Handelsblatt.
P. ?Aceptar¨ªa que se le defina como un dem¨®crata militante?
R. S¨ª, se puede decir eso.
P. ?Cree usted que el Tercer Reich es algo ¨²nico e irrepetible en Alemania?
R. En la historia ning¨²n periodo se repite, pero tampoco creo que nosotros podamos recaer en una situaci¨®n semejante. El caso es que en las primeras dec¨¢das a¨²n no sab¨ªamos con exactitud c¨®mo se iba a desarrollar la Rep¨²blica Federal. Mirando hacia atr¨¢s, hay que decir que la evoluci¨®n ha sido positiva.
P. ?Qu¨¦ ocurri¨® en la pol¨¦mica con el escritor Martin Walser?
R. Fue en el a?o 1986 y se dirigi¨® contra algunos historiadores. Yo s¨®lo critiqu¨¦ los intentos de quitar importancia al periodo nazi y sus cr¨ªmenes a base de establecer comparaciones con el Gulag sovi¨¦tico, que tampoco se puede minimizar. Las comparaciones no pod¨ªan quitarle importancia [a los cr¨ªmenes nazis].
P. Pero hay un cambio en Aleman¨ªa. Ahora aparece esa novela de G¨¹nter Grass [sobre el barco hundido por los sovi¨¦ticos con fugitivos alemanes] o las publicaciones de Der Spiegel sobre los bombardeos sobre Alemania al final de la guerra. ?Se puede decir que estos temas antes eran propiedad de los neonazis y ahora los ha asumido la izquierda?
R. Yo dir¨ªa que aqu¨ª, en Alemania, la opini¨®n p¨²blica en general, y no solamente la izquierda, tiene una actitud clara de condena ante el holocausto y los cr¨ªmenes cometidos por los nazis. Esto est¨¢ claro. El nuevo inter¨¦s por las v¨ªctimas de la II Guerra Mundial se debe a la necesidad de recuperar ahora algo que no se hab¨ªa hecho antes. Es una manera de reelaborar un aspecto de nuestro pasado que efectivamente no hab¨ªamos reprimido del todo, pero que s¨ª hab¨ªamos apartado a un segundo plano. Y creo que esto es leg¨ªtimo. Mire usted, era muy dif¨ªcil condolerse por los propios soldados cuando hab¨ªa que tener en cuenta todo el contexto en que ellos se hab¨ªan sacrificado. Todo ese contexto estaba relacionado con un crimen.
P. ?No cree usted que el cambio generacional en la ¨¦lite de los pol¨ªticos alemanes, el paso de la generaci¨®n de Kohl a la de Schr?der, lleva consigo el adoptar una postura de "yo no tuve nada que ver con aquello", que los alemanes se sientan menos reponsables?
R. No, no lo creo en absoluto. Por ejemplo, si se fija en alguien como
[el ministro de Exteriores] Joschka Fischer, ¨¦l es muy consciente de todo lo relativo al pasado nazi. Y est¨¢ claro que nunca habr¨ªa sido posible lograr la reputaci¨®n de la que goza hoy d¨ªa en Israel si eso hubiera sido de otra forma.
P. El concepto de patriotismo constitucional que ha utilizado usted, ?sabe que en Espa?a el partido de derechas que gobierna, el de Aznar, lo utiliza en su campa?a electoral. ?C¨®mo se siente usted ante esto?
R. Necesitar¨ªa conocer mejor el contexto. No puedo de ninguna manera imaginarme por qu¨¦ de pronto deba ser un concepto de derechas, si por su origen es una idea de izquierdas, en tanto que se dirige contra la concepci¨®n nacionalista.
P. Por consiguiente, usted cree que ser de izquierdas y ser patriota no se contradice.
R. No. Si el patriotismo es un patriotismo que se orienta hacia los logros de la democracia, todos son patriotas.
P. Para muchos de los que crecieron durante la ¨¦poca de Franco, la palabra "patria" les produce alergia...
R. No hablo espa?ol y no s¨¦ qu¨¦ decirle, pero en alem¨¢n yo tampoco utilizar¨ªa la palabra "patria" porque es un concepto devaluado por su contexto hist¨®rico. El caso es que un aut¨¦ntico patriotismo constitucional se dirige contra esas formas nacionales de patriotismo que rechazamos.
P. ?Qu¨¦ le parece el debate actual en Alemania, donde se dice que la actual Constituci¨®n es un obst¨¢culo para el desarrollo y modernizaci¨®n del pa¨ªs?
R. Creo que no hay que tomarlo en serio. Tenemos que conservar nuestro federalismo. Estamos orgullosos de nuestra Constituci¨®n. La Constituci¨®n espa?ola, por cierto, se elabor¨® en buena parte seg¨²n el ejemplo de la nuestra y pienso que es una buena Constituci¨®n.
P. En su art¨ªculo sobre la guerra en Irak escribe usted sobre la fuerza normativa de lo f¨¢ctico. ?No cree usted que, como ha escrito Enzensberger, el ¨¦xito de haber derrocado un r¨¦gimen horrible legitima todo?
R. No, decididamente no. Mi motivo para escribir el art¨ªculo fue exactamente para aclarar por qu¨¦ una consecuencia deseable no puede curar la ruptura constitucional con que se compr¨® esa guerra. Esa guerra da un ejemplo desastroso tambi¨¦n para una futura superpotencia. Imag¨ªnese usted a China dentro de 20 o 30 a?os. Uno no puede querer que China se comporte como actu¨® Estados Unidos ahora.
Babelia
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