Ram¨®n Irigoyen ense?a el mundo laboral a trav¨¦s de los cl¨¢sicos literarios

Como todo est¨¢ en los cl¨¢sicos y Ram¨®n Irigoyen (Pamplona, 1942) los conoce al dedillo y se divierte desentra?ando las relaciones de los genios con la vida, este autor, traductor, cuestionador de las cosas, se ha adentrado en el g¨¦nero de la autoayuda para explicarnos mediante la literatura c¨®mo desenvolverse en la jungla laboral con su libro Los cl¨¢sicos en la empresa. Del curr¨ªculo de Cervantes al acoso moral del Cid (Planeta).

"Es un t¨ªtulo levemente enigm¨¢tico que se desentra?a mejor con el subt¨ªtulo, creo yo", apunta Irigoyen, que ayer present¨® su libro, el n¨²mero 12 de su curr¨ªculo, en Madrid. En el mismo se presentan, "con mucho humor, escrito con un tono de la revista El Jueves", avanza, el ejemplo de personajes como Hamlet, El Cid, Julio C¨¦sar, El Lazarillo de Tormes, Bartleby o Fray Luis de Le¨®n y sus situaciones personales aplicadas a una empresa de hoy.

"Creo que el caso de El Cid es una clara muestra de acoso moral en el trabajo, por lo que sufri¨® destierro. Bartleby, el gran personaje de Herman Melville, lo es de depresi¨®n o de esos que echan su trabajo encima de los dem¨¢s con esa frase a modo de respuesta suya que era: 'Preferir¨ªa no hacerlo". Hay otras equiparaciones sugerentes. "Est¨¢ Unamuno y el Libro de Job, para el opositor; el shakesperiano Hamlet, para afrontar las crisis; Julio C¨¦sar para contar lo que es el liderazgo, y Jos¨¦ Mar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer, que con su libro Camino, creo que logr¨® una obra maestra del marketing", afirma Irigoyen.

El caso es que en el libro, este hombre que tercia con diferentes empresas en su condici¨®n de trabajador aut¨®nomo, que ha dado el callo en peri¨®dicos, editoriales y discogr¨¢ficas, aparte de haber sido profesor de lat¨ªn en un colegio, repasa toda la trayectoria laboral que puede experimentar una persona. "Desde la fase de env¨ªo de curr¨ªculos, para el que utilizo a Cervantes con su Viaje al Parnaso, hasta la jubilaci¨®n, cap¨ªtulo en el que recupero a Mario Benedetti, como autor de La tregua".