Codazos en el 'Zorrozaurre Arena'
Miles de j¨®venes guardan colas de hasta 11 horas para asistir al concierto 'Made In Bilbao'
A las cinco y media de la tarde, a¨²n faltaban m¨¢s de tres horas para que subiera ayer al escenario el primero de los artistas que figuraban en el cartel de Made In Bilbao, concierto con el que anoche se inaugur¨® el nuevo espacio reservado en Zorrozaurre, junto al puente Euskalduna, para la celebraci¨®n de eventos culturales a cielo abierto. Sin embargo, miles de j¨®venes esperaban ya a que se abriesen las tres v¨ªas de acceso y justificaban la presencia del personal de seguridad encargado de su custodia y de solventar peque?as contingencias. Entre ellas estaba organizar unas colas que se hab¨ªan comenzado a formar ya a las nueve de la ma?ana con la llegada de las cuatro primeras quincea?eras. No parec¨ªa dif¨ªcil mantener a raya al p¨²blico expectante, porque casi nadie hab¨ªa alcanzado la mayor¨ªa de edad, y por la calma chicha reinante. En los alrededores, operarios ultimaban la instalaci¨®n de rampas met¨¢licas que facilitaran la evacuaci¨®n, sobre el escenario se realizaban las pertinentes pruebas de sonido, y en las colas se mataba el tiempo hablando en corrillo de cuestiones como los conciertos de Bustamante o lo poco que le gustan a los novios de algunas de las asistentes los artistas que iban a escuchar. O practicando el botell¨®n. ?sas eran las principales ocupaciones de unos j¨®venes que, movidos por la impaciencia propia del fan, s¨®lo quer¨ªan garantizarse un puesto de privilegio para seguir las actuaciones de Mikel Erentxun, La Oreja de Van Gogh, Tontxu, ?lex Ubago, Andermay, Mikel Udangarin, Ainhoa Cantalapiedra o Kepa Junkera. Una selecci¨®n de m¨²sicos y cantantes, presentada osadamente como "posmodernista" por el alcalde de Bilbao, y que, por supuesto, tampoco llenaba por completo a una audiencia educada musicalmente al son que marca Operaci¨®n Triunfo. "A Kepa Junkera y al Urdangarin ¨¦se no les conozco. Y al ?lex Ubago como que me lo pongo para dormir", dec¨ªa una adolescente que llevaba desde las 16.30 y hubiera preferido ver "a Tony Santos". Toda la inocencia que desprend¨ªan quieres llevaban incluso nueve horas esperando se evapor¨® cuando a punto de dar las 18.15, un cuarto de hora antes de lo previsto, se les invit¨® a acceder a la explanada, desprovista de todo mobiliario urbano y acotada por muro y vallado. La respuesta fue a base de empujones y codazos. Con dichas t¨¦cnicas procuraron abrirse paso y desbordaron durante unos minutos a los miembros de seguridad, arrastrando a su paso las vallas colocadas para ralentizar el tr¨¢nsito y evidenciando que la pasi¨®n por un artista puede m¨¢s que toda l¨®gica. Ante la cantidad de gente enganchada en el vallado, se opt¨® por dejar v¨ªa libre a borbotones, sin preocuparse en solicitar la obligada invitaci¨®n. En 10 minutos la situaci¨®n se hab¨ªa normalizado y m¨¢s de 4.000 personas se las hab¨ªan ingeniado para entrar al recinto, correr hasta situarse frente al escenario y continuar su espera all¨ª -otras dos horas-, procurando no ceder ni un cent¨ªmetro a quien viniera detr¨¢s. Las previsiones m¨¢s optimistas de los organizadores, que esperaban a unos 30.000 espectadores, se vieron rebasadas: m¨¢s de 40.000 personas estrenaron el nuevo recinto. Si las instituciones eval¨²an positivamente la experiencia de ayer, el lugar que ha ocupado el Circo del Sol, y al que ya se llama coloquialmente Zorrozaurre Arena,acoger¨¢ durante la Aste Nagusia los conciertos que hasta el pasado agosto se celebraban en la plaza del Gas.
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