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Recientemente, un ecologista me dec¨ªa que lo mejor que puede suceder en Andaluc¨ªa es que el PP se imponga en muchos ayuntamientos y que el PSOE siga gobernando la Junta. De este modo, el Gobierno andaluz seguir¨¢ vigilando con lupa -como ha venido haciendo en los ¨²ltimos tres a?os- los desmanes urban¨ªsticos y medioambientales.

Esto es dar por cierto lo que dicen algunos alcaldes del PP: que la Junta se ceba en ellos, mientras mira para otro lado cuando es un alcalde socialista el que incumple las normas. ?Es una exageraci¨®n? Posiblemente. Lo que s¨ª se puede afirmar es que si uno recorre el litoral malague?o por la N-340 y pasa por los municipios de Mijas, Fuengirola y Benalm¨¢dena, dif¨ªcilmente encontrar¨¢ diferencias entre unos y otros. Se ver¨¢ el mismo urbanismo asfixiante en Mijas, gobernada por el PSOE desde 1979; Fuengirola, en manos del PP en los ¨²ltimos a?os, y Benalm¨¢dena, que, desde 1966, viene gobernando -con alguna peque?a interrupci¨®n- el independiente Enrique Bol¨ªn.

En la pr¨¢ctica, es dif¨ªcil encontrar diferencias entre los municipios costeros administrados por el PSOE y los gobernados por el PP o por esos partidos que se autodenominan independientes y que vienen multiplic¨¢ndose aprovechando el descr¨¦dito de la pol¨ªtica profesional. Desgraciadamente, los esc¨¢ndalos de Gil en Marbella han terminado tapando las barbaridades que se suced¨ªan en otros rincones, en los que alcaldes que dicen ser de izquierdas parecen entusiasmados con el mismo juguete que el presidente del Atl¨¦tico: los convenios urban¨ªsticos.

Pero si en los ayuntamientos socialistas costeros, la cacareada sostenibilidad no es m¨¢s que ret¨®rica, no cabe duda, en cambio, de que -especialmente, en los ¨²ltimos tiempos- la Junta s¨ª se la ha tomado en serio. Dos buenas muestras son la creaci¨®n del Parque Natural del Estrecho -que cierra la posibilidad de movimientos especulativos en la parte m¨¢s bella y salvaje de nuestro litoral- y la aprobaci¨®n de la Ley de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica de Andaluc¨ªa.

En ambas iniciativas, el PP mostr¨® su oposici¨®n. Y eso, a pesar de que en CC AA en las que la derecha gobierna o ha gobernado -como la Comunidad Valenciana o Baleares-, el PP ha aprobado iniciativas similares. Sin embargo, en Andaluc¨ªa tenemos el PP que tenemos. No se le puede pedir m¨¢s.

Tampoco se le puede pedir m¨¢s a los socialistas que gobiernan o pretenden gobernar en ayuntamientos del litoral. Para qu¨¦ nos vamos a enga?ar. En torno a algunas candidaturas del PSOE se puede ver revolotear a antiguos conseguidores. Qu¨¦ v¨¦rtigo.

Sin embargo, el PSOE tiene en Calvi¨¤ (Baleares), una alcaldesa llamada Margarita N¨¢jera que es un ejemplo de c¨®mo se puede intentar hacer habitable y apetecible para los turistas una costa que fue esquilmada, y todo ello apoyada por un electorado al que ha logrado convencer de que el turismo intensivo y depredador no trae nada m¨¢s que ruina. ?Encontrar¨ªamos en los ayuntamientos regidos por el PSOE en el litoral andaluz alg¨²n ejemplo similar? Me temo que no.

La nueva Ley de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica obliga a la revisi¨®n de los PGOU. La energ¨ªa con la que la Junta se aplique a esta tarea podr¨¢ servir de modelo -o de lo contrario- en v¨ªsperas de las elecciones generales.